El viernes 30 de agosto por la noche, visitamos sin invitación el hostal propiedad de la familia del presidente de la periferia de Epiro, Alekos Kaxrimanis. Ahí estaba teniendo lugar un banquete para celebrar su santo. ¡No podíamos hacer nada más que ir allí a desearle muchas felicidades! Este, con otras autoridades locales además del director del hospital general Xatzikostas, Fotis Vavvas, participó el pasado abril había participado en una conferencia en abril pasado sobre “encontrar una solución definitiva para poner fin a la ocupación de varios meses de los terrenos del antiguo hospital general de Xatzikostas». Lo consideramos, por lo tanto, el principal responsable del desalojo de la okupa Antiviosi y le recordamos que espacios como este son espacios que ya se utilizan y constituyen focos de lucha y resistencia social. Por eso, además, se encuentran en el punto de mira de la represión del poder estatal y de todos sus secuaces.
Por todas estas razones, nos encontrábamos en el patio del hostal donde celebraban la fiesta, con el objetivo de arruinarla y ponerle fin, así como una acción en solidaridad con la okupa Antiviosi. En la pared del patio se escribió la consigna “la okupa Antiviosi se queda” mientras se coreaban las siguientes consignas: “diez, cien, mil okupas contra este mundo de aburrimiento organizado” y “la okupa Antiviosi se quedará, la llama que encendimos nadie la apagará”. Además, se rompieron las lunas y los retrovisores de dos coches de lujo que pertenecían a invitadxs del presidente de la periferia.
Las ideas no se desalojan, no se silencian
Solidaridad con las okupas
Más tarde, esa misma noche, la policía realizó más de 70 detenciones en el centro de Ioánina basándose en las pintas.