Extraído del periódico “Agitação” por Cumplicidade
A pesar de la reciente ola de manifestaciones que tomo las calles de una infinidad de ciudades del territorio controlado por el Estado brasileño supuestamente se interpretara como algo inesperado y sorprendente, estas son el resultado del cúmulo reciente de una trayectoria de luchas que ya, desde principios de siglo XXI, vienen sucediendo de manera difusa y progresiva; caer en el discurso vendido por los media de apuntar a disipar la revuelta como un hecho histórico aislado es alimentar el silencio y la anulación de una memoria que debe ser fortalecida, ya sea como combustible para las próximas batallas o como autocrítica buscando también valorara los errores para no repetirlos.
La lucha contra el aumento de las tarifas del transporte público no surgió esas semanas, sino que es algo que se lleva construyendo a lo largo de la última década en diversas localidades, poniendo a muchos corazones jóvenes y llenos de revuelta por primera vez en contacto con maneras organizativas que suprimían los liderazgos y los partidos. El transporte, llamado público, no es nada más que la movilidad de las venas y arterias de esta enorme prisión llamada ciudad, el movimiento de una estructura surgida de una lógica basada en el poder, en el dominio y en el control. Cualquier petición por reformar esa estructura acaba cayendo en una miserable mendicidad de más cadenas y grilletes para seguir alimentando a los que, gordos y hartos, siguen echados en el sofá. El gran valor de este proceso de luchas que culminó en la reciente tormenta social fue la posibilidad de poner a innumerables personas inquietas en contacto con una conflictividad real en las calles. La posibilidad de que jóvenes, de una realidad política donde reinaba la apatía y el silenciamiento de la memoria de una región cargada de enfurecidos ejemplos de resistencia, lucha y defensa de la vida y la libertad, pudiesen seguir construyendo esa historia.
Cabe señalar que cuando las personas tomas las calles, las reivindicaciones reformistas se desbordan por la rabia acumulada de quienes conviven diariamente con la humillación y la explotación que aguanta cualquier individuo que vive lejos del privilegio de los que están satisfechos con esta sociedad. Lo que se vivió esas semanas fue un descontrol que va mucho más allá de 20 centavos, que sacudió con violencia la tan anhelada paz social, que en la práctica sólo existe en los delirios de las mentes del orden. Los media, lobotomizante máquina de formar opiniones demostró la desesperación del Estado y lxs propietarixs por la cantidad de destrozos que barrieron las calles como un huracán, para eso, se utilizó una estrategia que destaca la capacidad que tiene la democracia para cortar y silenciar la revuelta genuina que atacó la materialidad del poder.
La táctica anteriormente utilizada de no mencionar, o citar de forma superficial todo tipo de manifestación crítica con el actual rumbo de las cosas fue sustituida por el énfasis en la manifestación ordenada, en la protesta pacífica, en un exaltado estímulo a la ciudadanía, creando así el terreno abierto para señalar como criminales a las innumerables acciones de ataque a los bienes materiales y representantes del orden impuesto. La ilusoria participación ciudadana que pasó a ser alimentada por el Estado, medios de comunicación y propietarios ilustró una estrategia descarada buscando el apaciguamiento, tapando el sol con la criba. La verdadera presión sentida por los poderosos durante las protestas vino de la acción obstinada de lxs que buscaban atacar las caras de la opresión por todos lados.
El problema dejó de ser la manifestación en sí y pasó a ser la presencia de “vándalxs” que se “infiltraban” en “manifestaciones legítimas”. Lo que sucedió de verdad fue lo que muchxs soñaban, muchos más temían y muchxs otrxs decían desear, pero cuando se enfrentan y se asustan de los hechos reales, se anula el posicionamiento solidario y consecuentemente conflictivo: la favela bajó al centro. Los actos calificados como violentos son consecuencia y responsabilidad de un sistema político/económico basado en la mercantilización de la vida, en el absoluto control, en la violencia policial cotidiana, en la existencia de la cárcel como mecanismo de castigo para cualquiera que se muestre improductivo para este orden. La dicotomía criminal/inocente es un juego, una farsa utilizada para intentar justificar el verdadero terrorismo estatal que surge como reacción a quien se rebela. No se trata de una criminalización que aparece en este momento, sino de una lógica que criminaliza todo lo que esté en el camino del desarrollo de los proyectos del Capital, intentando mostrar los actos de rebelión como algo vacío de contenido y aprovechándose de eso para encaminar la creación de una nueva ley antiterrorista, una ley temporal y de emergencia para suplir las necesidades de los grandes eventos deportivos, basada en la ya polvorienta Ley de Seguridad Nacional, que prevé el castigo con entre 15 y 30 años de reclusión por actos que hoy son calificados como “vandalismo”, entre otras cosas, hacer huelga de servicios considerados esenciales para tales eventos, también es castigable. Ahora señalan como violencia la destrucción de la propiedad privada ocultando así la violencia incesante de la creciente destrucción de la Tierra, del avance de un progreso asesino que se lucra de la sangre que corre por los medios naturales, de las comunidades aplastadas o despojadas, de las personas que diariamente ven su dignidad arruinada en las cárceles, escuelas, fábricas, hospitales, manicomios…
Las declaraciones de la Presidenta y de toda la chusma política, favorables a escuchar las reivindicaciones sobre el transporte público, a “combatir la corrupción” y a las demás “voces de las calles” dilucidan un miedo para intentar contener, de alguna manera, todo lo que está sucediendo, de repente, actúan como si les parecieran importantes las reivindicaciones a las que nunca dieron mucha bola, como es el caso del paso libre estudiantil que, en la mayoría de los lugare, lo trataban los gobernantes de manera irrisoria, como algo distante y fuera de la realidad, ahora como en un “pase” de magia aprueban y actúan como si eso, para ellxs, fuera una prioridad. En cuanto a ello, sus verdaderas prioridades siguen avanzando como si nada hubiese pasado, los proyectos de generación de energía, frutos de la dictadura militar, avanzan progresivamente, la militarización de las zonas necesarias para tales proyectos y los desalojos y la absorción, también. De igual forma sucede en las grandes ciudades, donde ya sea por mega-eventos como la copa del mundo, como por la toma del espacio por las clases favorecidas, hay comunidades enteras que se desalojan y/o “pacifican”.
La copa del mundo es una conmoción sísmica en la existencia de muchas personas en todas partes de este territorio, pensar que el dinero invertido en ella debería estar destinado a la salud y a la educación es continuar con una confianza fantasiosa en el Estado, algo como creer en el conejito de pascua. Estamos viviendo el ápice de la relación Estado/Emprendedorxs-Empresarixs, la consolidación de un régimen donde el gran gobernante es el mercado, y lxs que se benefician de él: lxs ricxs. El régimen democrático siempre funcionó de esta manera, con una mano empuñando el látigo mientras que la otra acaricia, una incertidumbre que visualiza y obtiene una apatía generalizada que, poco a poco, se va reconstruyendo y subvirtiendo en la generación de una reciente cultura de luchas que traza nuevamente la acción directa como medio propulsor de la transformación.
En Porto Alegre, desde el año pasado, se ha divisado de forma más expresiva el conflicto en las calles que en todo el territorio, hirvió a partir de las mismas razones, y que progresivamente llegó a las proporciones que hoy ocupan la ciudad sin ningún permiso u organización centralizada. Al mismo tiempo, la represión también afila sus garras, persiguiendo a grupos e individuxs anarquistas, como responsables de la oleada salvaje de destrucción. La “inteligencia policial”, una vez más, demuestra la imposibilidad de asociación de estas dos palabras, preparando el terreno para montar otro circo mediático, manifestándose en declaraciones de carabollos como la del gobernador del Estado, donde compara a lxs anarquistas con la basura de extrema derecha. Apoyados en una lógica verticalizada y, por tanto, contraria a los propios principios anarquistas, señalan a lxs antiautoritarixs como líderes e ideólogxs de los actos de ataque a la propiedad privada, una visible impotencia de reacción por parte de las fuerzas de seguridad que deja el espacio abierto a una vigilancia política direccionada hacia lxs que históricamente se declaran enemigxs del orden vigente.
Momentos de tormenta donde, incluso antes de la intensificación del contexto represivo y de un cada vez más intenso terror psicológico, deben ser los motores de nuestra capacidad de transformación y creación, afilando las navajas de la solidaridad y de la propaganda, ejerciendo la anarquía como una tensión constante con el existente mundo de miserias y mostrando una vez más que no existen diálogos o explicaciones que dar a los poderosos, los actos de rebeldía ejercidos muchas veces por instinto, por la explosión furiosa del odio que la autoridad y la represión propician, sin estar necesariamente pautados en ideologías o teorías, hablan por sí solos.
Breve cronología de la guerra social vivida en las calles de Porto Alegre entre el 4 de marzo de 2012 y el 1 de julio de 2013 (provisional y abierta, no conclusiva):
4 de marzo de 2012: Manifestación contra el aumento de la tarifa, manifestantes tienen un pequeño enfrentamiento con la Brigada Militar, agrediendo a los robots uniformados a banderazos. Se incendió un contenedor de basura.
4 de octubre de 2012: Manifestación reivindicando los espacios públicos e ironizando con el muñeco hinchable de Coca-Cola/Fifa con jóvenes danzando alrededor. La policía ataca en “defensa” del muñeco hinchable y recibe respuesta.
Un coche de la Brigada Militar acabó con el parabrisas destrozado.
Se apdreó un banco.
6 personas resultaron detenidas, siendo 4 liberadas la misma noche y las otras dos liberadas unos días después, 20 personas heridas. Un policía sufre un grave traumatismo a causa de una pedrada.
Con mucha polémica mediática, el muñeco hinchable de Coca-cola/Fifa fue retirado de la calle.
25 de marzo de 2013: Entra en vigor el aumento del billete de ómnibus.
Se suceden manifestaciones en distintos puntos de la ciudad bloqueando las calles.
Pequeños enfrentamientos con la Brigada Militar.
27 de marzo de 2013, miércoles: En una nueva manifestación contra el aumento de los billetes, lxs manifestantes intentar entrar en una comisaría, enfrentándose a la Guardia Municipal, una manifestante resulta detenida.
Alquitranan la comisaría y revientan la mayoría de las ventanas a pedradas.
Atacados dos motos y un coche de la Guardia Municipal.
Un periodista siervo del poder es agredido.
1 de abril de 2013, lunes: 6 mil personas en las calles, la comisaría cerró más pronto. La manifestación se extiende en la zona central realizando una marcha por las calles, el tráfico queda completamente interrumpido desde las 18:00 en adelante. De diferentes colores, las paredes se llenan de palabras escritas.
4 de abril 2013, jueves: 5 mil personas, bajo la lluvia, se concentran en el centro contra el aumento de la tarifa del ómnibus y se mueven en una animada protesta. Algunos ómnibus acaban grafiteados, otros pinchados, uno con la luna apedreada. En el edificio Edel Trade Center donde hay bancos, está la embajada de Perú, etc., se lanzan bombas de pintura. En la tienda de Volksvagen Panambra se rompen los escaparates, las ovejas abuchean. En frente del edificio de la EPTC (Empresa Pública de Transporte y Circulación, responsable del aumento) la turba ataca a pedradas las ventanas, alrededor, se lanzan cohetes en dirección a la policía y los media. Una cobradora de la empresa pública del ómnibus Carris es despedida por apoyar las protestas en Internet.
11 de abril de 2013, jueves: En el Auditorio Araújo Viana se realiza una nueva concentración, esta vez, subiendo la avenida Protásio Alves yendo al encuentro de la ATP (Asociación de Transportadores de Pasajeros). Las fachadas reciben nuevas pintadas, se rompen ventanas, también se revienta una unidad móvil.
Hasta alrededor de las 23:00, mil personas se concentraban ahí. Al día siguiente, la sede de la asociación no abrió.
23 de abril de 2013, martes: 500 personas se concentran frente a la prefectura insistiendo en su reivindicación de una mayor reducción de la tarifa del ómnibus.
29 de mayo de 2013, miércoles: Alrededor de las 04:00, en medio de una fuerte tempestad en una acción planeada, 200 policías de la Brigada Militar, el Batallón de Operaciones Especiales y el Grupo de Acciones Tácticas Especiales, embestiían contra el campamento de 43 días en defensa de los árboles que estaban plantados ahí desde hace décadas, estorbando hasta entonces la ampliación de una avenida exigida por la Fifa como acceso al estadio Beira Rio. 27 personas fueron conducidas al cuartelillo siendo incriminadas por desacato y otras virtudes. Al amanecer, decenas de árboles ya se habían cortado.
– Es importante contextualizar… las protestas contra el aumento de la tarifa del ómnibus se generalizan de sur a norte del territorio controlado por el Estado brasileño, en centenares de ciudades, miles de personas se manifestaron, el caso fue serio. La torre de marfil de los políticos se debilitó. Más allá del aumento del billete de ómnibus, del día de apertura, donde Dilma y Blatter (presidente de la Fifa) fueron abucheados dentro del estadio, hasta la final de la Copa Confederaciones, cada partido fue una guerra fuera de las luces del estadio, contra la Fifa, el Estado, el Capital, contra este sistema de Miserias. Hasta los comentarios deportivos trataban de las protestas… todo esto, tal vez, sea las previas a la Copa del Mundo, volveremos.
13 de junio de 2013, jueves: “Se acabó el amor, esto va a ponerse como en Turquía”.
En más de una manifestación contra el aumento de los billetes y en solidaridad con las manifestaciones sucedidas por el territorio brasileño, cerca de 2 mil personas participan en la protesta, muchas pintadas en el trayecto, se ataca todo lo que simboliza al Poder por el camino, se apedrean 6 bancos acabando con los ventanales destrozados, se apedrea y pinta el edificio de la empresa de telefonía móvil Oi. Volaban piedras en dirección al Tribunal de Justicia y otros objetos voladores ruidosos y no identificados. Atacado un coche de la EPTC y otros vehículos. Parquímetro inutilizado. Coche del Grupo RBS, cercado y atacado cuando transportaba funcionarios al aeropuerto, acaba con la luna rota, dado la vuelta y pintado, al día siguiente, en su periódico impreso Zero Hora (periódico de mayor circulación de la región) trae en la portada una foto de una barricada incendiada titulando: «Se pasó del límite.»
40 contenedores de basura resultan dañados y usados como barricadas en los enfrentamientos con la Brigada Militar que evitó el conflicto interviniendo contra la manifestación en el barrio Cidada Baixa dispersando, dividiendo. 23 personas son detenidas y, después, liberadas, un policía resulta herido.
En los días siguientes, los periódicos dirían: Protestas sí, Violencia no. “Especialistas” y charlatanes se apresuran a analizar la violencia de esta noche de fiesta antisistema con la clara intención de unir la opinión del rebaño social para que la situación no se agravara. Sus esfuerzos no alcanzan sus intenciones, la ira contra este sistema no se contiene, ni se arrea, y las frías y lluviosas noches de manifestaciones calientan más…
17 de junio de 2013, lunes: Miles de personas en las calles de las mayores ciudades de Brasil uniéndose a los enfrentamientos. En Porto Alegre, una manifestación enfurecida de15 mil personas. Las principales calles del centro son bloqueadas por la marcha que se dirigía al edificio de la RBS/Zero Hora en la Avenida Ipiranga donde explotó un intenso enfrentamiento con la Brigada Militar que intentaba dispersar la manifestación con gas lacrimógeno en defensa de la RBS/Zero Hora. Impidiendo que la marcha pasase frente al monumento esmaltado del rebaño social, de la mentira, del cebo. Alrededor del Edificio de la Policía Federal se apedreó todo, un concesionario de motos Honda acaba con 31 escaparates reventados, se dañan motos, las ovejas pacifistas impiden el saqueo, entre tanto, otros establecimientos no se libran del saqueo. Aproximadamente, una decena de oficinas bancarias son atacadas y acaban con sus estructuras gravemente dañadas. Se destrza el Instituto de Identificación/Instituto General de Pericias (Policía Civil) local donde se confeccionan los carnets de identidad. Se apedrea un concesionario de la Volksvagen Panambra, dañando los automóviles de la tienda. En las calles, las paredes antes blancas gritaban rabiosas. 60 contenedores de basura son incendiados y dañados. Un vehículo de la Brigada Militar es cercado y atacado a garrotazos por lxs manifestantes. En la Avenida João Pessoa se levantan muchas barricadas, en el recorrido, 5 ómnibus son apedreados, en frente del Parque de la Redención, se incendia un ómnibus. Durante esa noche, a partir del incendio, se retiran de la circulación 371 autobuses de la compañía pública de autobuses Carris por seguridad. Alrededor de las 23:00, un grupo ataca y rompe las ventanas del Palacio de Justicia en los alrededores del Palacio Piratini (gobierno del Estado) y la Asamblea Legislativa siendo dispersados con bomba de efecto moral dos personas resultan detenidas en el local, y otras 38 a lo largo de la noche, 4 personas resultan heridas. Toda la manifestación es monitoreada por el helicóptero del grupo RBS/Globo y transmitida en directo en el canal de televisión regional TVCOM. Al día siguiente, el gobernador se reúne con su cúpula de seguridad y los tres periódicos más importantes del estado ponen en sus portadas fotos de autobuses en llamas.
20 de junio de 2013, jueves: Durante la tarde, la Policía Civil invade la Biblioteca Anarquista A Batalha de Várzea en el barrio Cidade Baixa llevándose garrafas de plástico con aceite de cocina usado, enviándolo a peritaje, y libros. A partir de este día, lxs anarquistas reciben la desagradable visita de la policía en sus casas. En más de 100 ciudades en Brasil, las manifestaciones sacuden la rutina del capital, rompen la normalidad, atacan y ofenden al poder y a sus instituciones. Bajo una lluvia a 14ºC, cerca de 20 mil personas se agitan en las calles de Porto Alegre en fuertes enfrentamientos con la Policía Militar, toda la manifestación va acompañada de helicópteros y se transmite en directo. En los alrededores del edificio de la RBS/Zero Hora se inician de nuevo enfrentamientos con piedras, cohetes, bombas caseras, cócteles molotov contra balas de goma y bombas de efecto moral. La sede de la Policía Federal es atacada intensamente a pedradas por segunda vez formándose ahí una fuerte barricada. Incluso con la colocación de muros pidiendo paz, la tienda de Honda termina destrozada por segunda vez así como el Instituto de Identificiación/Instituto General de Pericias (Policía Civil) posteriormente cerrado durante semanas. Del otro lado de la calle el Centro Comercial João Pessoa, no se evita los daños registrando un expresivo perjuicio. Una decena de oficinas bancarias destrozadas con algunos intentos de incendio contenidos por los bomberos. Se escucha el estruendo de una bomba casera en la sede del Periódico del Comercio. Las sedes del PT y del PMDB son atacadas. Hasta ese día, sumaban 92 los contenedores de basura dañados en los disturbios, evitando la proliferación de barricada por la mañana, la DMLU (Departamento Municipal de Limpieza Urbana) recoge 80 contenedores de las calles, durante la noche más de 10 contenedores resultan dañados. Innumerables comercios son saqueados registrando perjuicios de 600 mil reales. La Prefectura llora prejuicios de 825 mil reales en daños. 830 policías presentes en las represiones, el mayor efectivo de la Brigada Militar en cinco años. Dos policías heridos y 20 personas detenidas siendo algunas llevadas a la Cárcel Central. Aproximadamente hasta media noche, se registran acciones de grupos de encapuchadxs por el centro enfrentando a la policía con cohetes y bombas caseras, pintando, destruyendo, iniciando focos de fuego, saqueando. Un habitante del centro intenta impedir un incendio ya iniciado en una oficina del banco Itaú amenazando a lxs encapuchadxs con un revólver, todxs huyen, alguien llamó a la policía terminando el sujeto armado en la cárcel por porte ilegal de armas. Asustados el prefecto José Fortunati y sus lacayos acompañan la protesta a través de las cámaras de monitoreo del Centro Integrado de Comando de la Ciudad de Porto Alegre (CEIC). Al día siguiente, la presidenta Dilma Roussef, convoca una reunión de emergencia con los ministros y, luego, cancela su viaje a Japón. En esta oleada, el presidente del Banco Central cancela su viaje a Londres para ver a “inversores”. El Departamento de Estado norteamericano anuncia estar siguiendo las protestas de Brasil. La ABIN (Agencia Brasileña de Inteligencia) emite análisis diarios en Internet mediante un sistema online de 700 términos predefinidos para rastreo. Distante de la realidad, Brad Pitt, cancela su viaje a Brasil para el estreno de “Guerra Mundial Z” ficción que protagoniza. El gobernador de Río Grande del Sur, Tarso Genro, promueve una campaña de difamación contra lxs anarquistas señalándolxs como “tendencia fascista”, mentores de la violencia en las calles, que “odian todo que no sean ellxs mismxs”.
24 de junio de 2013, lunes: Como maniobra defensiva, durante la tarde, lapolicía bloquea los alrededores de la Plaza da Matriz, la prefecturaretira 80 contenedores de basura de las calles centrales, los comercios cierran las puertas incluso por la tarde. 10 mil personas en las callesde Porto Alegre protestan bajo una lluvia fina, la policía dispersa lamanifestación en el centro de la ciudad con bombas de gas lacrimógenoacorralando y dividiendo a las personas en distintos grupos. En elCentro y en el barrio Cidade Baixa, grupos atacan propiedades,destruyen, saquean, incendian, arman barricadas, aproximadamente se ataca unadocena de bancos. Se atscan también edificios estatales/municipales, Tudo Fácil, CEEE, DMLU, Secretaría Municipal de Juventuddestrozada, en el edificio de la SMIC además de apedreamiento, selanzan cócteles molotov. Cerca de unos 30 contenedores terminan incendiados,coches atacados y una cantidad considerable de tiendas saqueadasen el Centro. El Sindicato de Comerciantes suma 2 millones en pérdidaslo que supone el 60% de sus ganancias. El Cuerpo de Bomberos combatiómás de 30 focos de incendio. En las proximidades de un ataque a una oficina bancaria, unxs encapuchadxs amenazan y presionan a un equipo dereporterxs de TV Pampa para entregarles dos tarjetas de memoria de sucámara. 103 personas presas, algunxs enviadxs directamente a laCárcel Central.27 de junio de 2013, jueves: Se convoca una manifestación “cultural” frente ala sede del gobierno del Estado, el Palacio Piratini. Toda la regiónestá completamente blindada por la Brigada Militar que, incluso, mandarefuerzos del interior del Estado. Un grupo de “organizadores” de laprotesta entra al antro gubernamental para mendigar ilusorias reformasal gobernador y pedirle ayuda. Cuando sucede esto, manifestantesenfurecidxs echan abajo rejas y atacan a la Brigada Militar con piedras,en los enfrentamientos, un sargento resulta herido en el ojo, sedispersan por las calles del centro y Cidade Baixa, realizando actos deataque a la propiedad privada al mismo tiempo que buscan escapar delenorme contingente de la Brigada Militar que lxs persigue en unaverdadera cacería humana transmitida en directo por la TVCOM. El gobernador cierra la noche con un discurso y aplausos para la Tropa de Choque frente a su palacio.
1 de julio de 2013: En la madrugada de la conmemoración de la victoria de laselección brasileña de la Copa Confederaciones se incendian 3 coches dela Brigada Militar. Dos de ellos, en Porto Alegre en el aparcamiento dela Secretaría de Seguridad Pública Local donde se concentran el gabinete delsecretario de seguridad, actividades de la Brigada Militar, PolicíaCivil, Susep (Guardia Penitenciaria), Detran (Fiscalización devehículos), así como teleservicio (telechivato) 190 de la policía. Unxs anónimxs se escondieron en las sombras adentrándose en el aparcamiento ygolpearon con osadía, incendiando dos coches, quedando uno de ellos siniestrototal. Además, cerca de la Secretaría de Seguridad Pública seincendian cerca de 10 contenedores de basura esa misma madrugada. Enla ciudad de Fontoura Xavier, además de un coche de la Brigada Militarcompletamente incinerado, dos vehículos estacionados al lado se unieron a la hoguera, de los tres sólo quedaron cenizas.
De estos acontecimientos, decenas de personas se enfrentarán a procesos, nadie continúa presx.