Todo es robado, ¡todo nos pertenece!
Retomamos algo de lo que hemos producido con dificultad y que los patrones nos han robado…
El establecimiento de un estado de emergencia, combinado con las redadas predatorias de los patrones en el trabajo y nuestras vidas, imponen el miedo de la represión y la escasez en la sociedad. Las desigualdades en nuestra cotidianidad toman una forma trágica, cuando las manos se estiran mendigando o vuelvan contenedores de basura esperando encontrar comida. El desempleo y el constante aumento de los precios de los productos que se encuentran en los estantes de los supermercados nos hacen preguntarnos si podremos llegar a cubrir nuestras necesidades básicas.
No lo toleramos, resistiremos
Hoy nos cubrimos las caras y expropiamos uno de esos grandes supermercados. Nuestro rostro es ahora nuestra acción y, como les molesta (sobre todo) a su paz y, por tanto, a su rentabilidad, nos buscarán. No nos entregamos, desafiamos su terrorismo, planeamos nuestros caminos y respondemos de forma colectiva en la calle. Colectivizamos nuestras resistencias y nos rebelamos contra nuestros opresores.
Hoy también hicimos una parada en la OAED (oficina de empleo griega).
Dejamos algunas de las cosas que tomamos en la oficina local de la OAED como un gesto de solidaridad de clase hacia el resto de trabajadorxs y desempleadxs. Una acción justa que nosotrxs, lxs de abajo, hacemos para nosotrxs mismxs, redistribuyendo el pastel. En este sistema moderno de tráfico de personas, en esta nueva galera, a lxs trabajadorxs en los programas caritativos, que promueve la OAED, lxs fuerzan a vivir cinco meses como esclavos. Sin festivos, sin derecho a enfermar, con un mísero sueldo y con la amenaza de que lxs borren de las listas si rechazan el puesto que les asignan. Todxs tenemos que tener en cuenta que somos más y que, si nos queremos organizar, podemos derrocar a los explotadores de nuestras vidas