Domingo 21 de diciembre, Santiago 2014.
La fuerte propagación de las ideas anarquistas en el movimiento obrero a fines del siglo XIX y principios del siglo XX hizo que los anarcosindicalistas condujeran la gran huelga de Iquique de 1907, el petitorio de los/as trabajadores/as era exigir al poder mejoras salariales, turnos definidos, supresión de sistema de fichas y vales, conceder locales para futuras escuelas obreras, días de descanso, entre otras. Eran miles los/as huelguistas que se concentraron en la Escuela Santa María para “negociar”, pero la respuesta de la burguesía no se hizo esperar y durante la presidencia de Pedro Montt, el ejército hizo su aparición y bajo las órdenes del comandante Roberto Silva Renard se abrió fuego contra todos/as los/as huelguistas, lo que produjo el capítulo más oscuro del movimiento obrero en este territorio. La información sobre la cantidad de muertos es variada claro, el poder intentó de todas las formas posibles ocultar la cantidad oficial, pero se calcula que fueron más de 3000 las personas asesinadas, hombres y mujeres, niños y niñas, también obreros de otras tierras, de Perú y Bolivia que decidieron firmemente quedarse hasta las últimas consecuencias.
Los/as anarquistas conmemoraron de múltiples formas años después este triste episodio ocurrido en el norte del territorio, 4 años más tarde, el 21 de diciembre del año 1911 explotan 3 bombas en el Convento de los Padres Carmelitas Descalzos ubicado en Independencia (Santiago), reviviendo de esta manera las ejecuciones deliberadas por parte del ejército chileno. La Sociedad de Resistencia de Oficios Varios fue vinculada con esta acción.
En aquella organización de obreros, se encontraban grupos anarquistas de Santiago, que participaban en diversas instancias de agitación, propaganda y difusión de las ideas y prácticas ácratas, varias eran las organizaciones que estaban vinculadas a la Sociedad de Resistencia de Oficios Varios, desde panaderos, tranviarios, zapateros, carpinteros, herreros, mecánicos, peluqueros etc. Dentro de esta organización se encontraba el compañero Efraín Plaza Olmedo, carpintero y anarquista.
La Sociedad de Resistencia de Oficios Varios participaría en el acto ilegal del 1º de Mayo de 1912, donde miles de manifestantes recorrerían la ciudad con diversas pancartas las cuales son vistas en distintas fotografías: “Ni dios ni amo”, “Abajo el servicio militar obligatorio”, “El ejército es la escuela del crimen”. Es Ahí donde anónimamente hizo uso de la tribuna abierta en Recoleta Efraín Plaza Olmedo.
Luego de 2 meses del acto del 1º de Mayo, específicamente el 14 de julio de 1912, Efraín Plaza Olmedo disparó contra dos jóvenes en Ahumada esquina con Huérfanos (Centro de comercio y lugar de paseo de la burguesía en aquellos años) asesinándolos en el lugar. El compañero intenta huir, pero fue capturado, cuando fue interrogado declaró que había comprado el revolver para asesinar al presidente Pedro Montt y algunos jefes militares responsable de la Matanza de la Escuela Santa María.
Pero estos no serían los únicos actos vindicadores, 2 años más tarde un puñal vengador se clavaría en el comandante Roberto Silva Renard, específicamente el 14 de diciembre del año 1914, a casi 7 años de la Matanza en la Escuela de Santa María, en cercanías del Parque Causiño (Actual Parque O’higgins, Santiago) El anarquista Antonio Ramón Ramón de origen español, se encontraba en Argentina cuando se entera por la prensa de los sangrientos sucesos de Iquique, es ahí cuando emprende un viaje a este territorio en busca de su hermano, el cual se encontraba trabajando en las salitreras de Iquique, al llegar se enteró que él también había sido asesinado.
Los acontecimientos y la muerte de su hermano hacen que Antonio Ramón Ramón intente por sus propios medios asesinar al responsable de estas crueles muertes, ante esto en cercanías del Parque Causiño (Actual parque O’higgins, Santiago) el compañero se encuentra cara a cara con el verdugo, al cual le propinaría 5 puñaladas, que lamentablemente no consiguieron matarlo, pero si herirlo de gravedad, ante lo cual se retiró del ejército y lo obligó a utilizar un parche en su ojo hasta su muerte.
Ambos compañeros nombrados cayeron en prisión luego de realizar los ajusticiamientos. Desde el entorno anarquista la solidaridad no se hizo esperar, levantando diferentes instancias de apoyo, colectas, concentraciones, mítines, manifestaciones, periódicos, campañas internacionales etc. Pero no todo fue ideal, también existieron sujetos que se desligaban de sus vínculos y rechazaban tales acciones, renegando de sus ideas y prácticas por miedo a la represión.
El compañero Efraín Plaza Olmedo lograría salir de prisión la primera semana de marzo del año 1925 y muere asesinado de un balazo en la cabeza el 27 de abril de ese mismo año, siendo encontrado en un canal, junto a un sauce en Conchalí (Santiago).
El compañero Antonio Ramón Ramón lograría salir de prisión en el año 1922, dictándole la expulsión del territorio, es ahí donde Juan Onofre Chamorro (Un conocido anarquista de aquella época) le dio 1500 libras para su viaje hacía su ciudad natal. Lamentablemente existen algunas teorías que dicen que nunca salió de la cárcel, como otras que se suicidó, muriendo en el anonimato.
Este pequeño resumen tiene como finalidad recuperar los sucesos históricos de antaño, entender que la lucha revolucionaria no es algo que haya surgido hace un par de décadas, si no que claramente se encuentra presente en estas tierras desde hace largo rato, donde la agitación, la propaganda y la acción violenta surgieron también al calor de las ideas y prácticas anarquistas.
Aquello también hace ver con claridad el actuar del poder, ya que este ha utilizado todas sus fuerzas para detener cualquier avance de ideas y prácticas revolucionarias, con sangre y fuego desde aquellos tiempos hasta la actualidad. Los aparatos de seguridad del Estado/Capital han protegido los intereses del poder, sin cuestionarse jamás las atrocidades que han cometido en nombre de estos.
Esto reafirma nuestras posturas al momento de ser parte de la guerra abiertamente declarada al Estado/Capital, no podemos estar indiferentes ante un pasado de lucha donde compañeros/as dignamente asumieron los costos de la muerte y la prisión en nombre de la libertad y la anarquía.
Recuperar estos sucesos históricos, hace revivir la memoria combativa de la acción vindicadora de nuestros/as compañeros/as, hace revivir como algunos anarquistas se desligan de quienes cayeron en prisión, renegando de la confrontación directa con el poder por el miedo a la represión. Pero ante aquellos despreciables sujetos, aparecen compañeros/as que activan la solidaridad desinteresadamente, no dejando duda en sus lazos y apoyando de múltiples formas a quienes sufren el aislamiento.
Este ejemplo claro, nos hace entender que desde el siglo XX a la actualidad nos podemos encontrar con sujetos que niegan sus vínculos y terminan por hacer inofensiva la guerra declarada contra toda autoridad. Por otra parte también encontramos a personajes que no tienen proyección alguna en esta trinchera de la guerra social, que no toman el peso a las distintas formas de lucha y que finalmente han terminado por ser delatores de los/as que alguna vez llamaron compañeros/as.
Para finalizar también como en aquellos años la solidaridad irreductible se deja ver con fiereza en la actualidad, ya que existen valiosos compañeros/as que entendiendo los riesgos y asumiendo las posibles consecuencias que una vida de lucha puede traer consigo, tienen sus ideas y prácticas claras y que más allá de los avances del Estado/Capital siguen levantando la memoria, la acción y la solidaridad revolucionaria contra toda forma de autoridad.
Efraín Plaza Olmedo y Antonio Ramón Ramón:
¡¡Presentes en la lucha Anarquista!!
¡¡Contra toda Autoridad: Autogestión y Guerra Social!!
PD: Hemos difundido en las calles y espacios afines un pequeño autoadhesivo en memoria de la Matanza en la Escuela de Santa María en Iquique y por los compañeros anarquistas Efraín Plaza Olmedo y Antonio Ramón Ramón.
Colectivo Lucha Revolucionaria.
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