Ya son casi tres años desde que llegó la repre del 29 de mayo de 2012, el compañero Henry Zegarrundo se encuentra todavía con ciertas restricciones, está con una modalidad de arresto domiciliario en la que le permiten salir a algunas actividades personales, ver a su familia y trabajar para ganarse unos pesos. Desde que lo encarcelaron hasta la actualidad tuvo más de cuarenta audiencias, de las cuales se suspendieron como treinta, ya se perdió la cuenta.
Sin embargo, el poder puede modificar y manipular todo a su antojo, ya pasaron cerca de dos años desde que el juez conminó a que la fiscalía presenté acusación, y si en un lapso de cinco días no lo hiciera el caso se declararía extinto (esta conminatoria ocurrió en mayo de 2013 luego de que después de un año de estar encarcelado el compa salió al arresto domiciliario total), luego el juez se retractó y mostró –como es de esperar– parcialidad hacia sus colegas del ministerio público.
Hace unos cuatro meses se instaló una audiencia para resolver ese incidente que se menciona en el párrafo anterior, la defensa logró que el ministerio público esté fuera del caso, sin embargo hasta ahora el juzgado no ha notificado a las partes para que corran cinco días y si el ministerio público no apela o acusa el caso debería extinguirse (esa notificación debería estar lista unos días después de la audiencia), esto va por la acusación de terrorismo; la otra acusación de tentativa de homicidio, en la cual la denunciante es la exviceministra de medio ambiente solo ha presentado una denuncia desde octubre de 2011 y un informe de la unidad de explosivos ambiguo en el que ni siquiera ellos pueden explicar que es lo que sucedió, sin embargo, no existe un montaje en el que se invente que hubieron atentados, algunas células atacaron a estructuras físicas del Estado/Capital desde el 2011 al 2012, pero en todo el delirio del poder en el intento de mostrar su “omnipotencia” ha inventado pruebas, ha logrado inducir a declaraciones delatoras a personas que supuestamente luchan contra el sistema dominador y patriarcal. En todo ese vaivén de “pruebas”, esas declaraciones, mas los alegatos, mas la información de lxs infiltradxs en el movimiento libertario armaron el caso, donde determinan que existe una organización anarquista con vínculos internacionales y financiamiento internacional, incluso han “criminalizado” la solidaridad internacionalista hacia compañerxs secuestradxs por otrxs estados y localmente hacia los pueblos y luchas indígenas.
Durante el proceso hubieron muchas acciones manipuladas por el poder, alguna vez se habló de montaje pero no desde una posición victimista, sino de ofensiva, de denuncia para compartir con lxs compas experiencias que puedan servirles para enfrentar al enemigo ante hechos nefastos que el poder utiliza, por mencionar algunos, en los cuadernos de investigación hay cosas extrañas: En el primer allanamiento que le hicieron al compañero aparece el nombre de un supuesto vecino que estaba de testigo cuando allanaron el domicilio de su padre y madre, dicho vecino ni siquiera existe, lo inventaron. En el segundo allanamiento, que es realizado esta vez en su domicilio, mientras se encontraba secuestrado en celdas de la policía, pusieron una agenda que no es suya, en el momento de requisar sus pertenencias “la encuentran” como si estuvieran descubriendo una “prueba más” para acusarle.
La situación actual del compañero no ha cambiado, excepto su situación de “medidas sustitutivas” con una supuesta mayor «flexibilidad», ya que para estxs siervxs del poder no ha dejado de representar un peligro para su sociedad acomodada.
Solidarixs