[México] Muerte y traición del Comedor Autónomo: a manera de reflexión

Texto recibido el 9 de noviembre junto con las fotos:

Xalapa, Ver. A 2 de Noviembre del 2015

“En cada momento, el Estado se ofrece como respuesta a nuestras preguntas. El Estado dice: ‘Vengan a mí, organícense a través de mí, yo no soy el capital. Yo puedo dar la base para otra organización de la sociedad’. Pero es una mentira, un truco. El Estado sí es el capital, una forma del capital. El Estado es una forma de relaciones sociales específicamente capitalista. Ese Estado está tan fuertemente integrado a la red global de relaciones capitalistas que no hay forma de construir una sociedad anticapitalista a través del Estado, sea cual sea el partido que ocupe el gobierno. El Estado nos impone las relaciones jerárquicas que no queremos; el Estado nos dice que tenemos que ser realistas y aceptar la lógica capitalista y los cálculos del poder, cuando sabemos muy bien que no queremos esta lógica y estos cálculos. El Estado dice que resolverá nuestros problemas, ya que nosotros no lo podemos hacer, nos reduce a víctimas, niega nuestra subjetividad. El Estado es una forma de reconciliar nuestras luchas con la dominación del capital, pero no se dejan reconciliar. El camino estatal no es el camino de la dignidad”
JOHN HOLLOWAY

¿Que fue?

El Comedor Autónomo fue un espacio de encuentro, reflexión y organización en torno a la idea de la autonomía y la autogestión que surgió al calor de las movilizaciones sociales en Xalapa, Veracruz en el 2012, lo importante y trascendente de este espacio fue la forma en la que nació y se desarrolló; grupos de estudiantes e individualidades identificaron un espacio totalmente vacío y en desuso dentro de Unidad de Humanidades de la Universidad Veracruzana y decidió okuparlo (tomarlo sin permiso) para darle vida tratando de forjar una dinámica que escapara en la medida de lo posible a las lógicas institucionales, estatales, capitalistas y autoritarias, y de esta manera recuperar un espacio para resolver necesidades propias de manera directa, como lo fue la comida, dada a un precio bastante accesible para cualquiera (fuese estudiante o no), estableciendo relaciones de apoyo mutuo con la gente de los mercados para solventar el abasto de alimentos, teniendo en cuenta la alternativa vegetariana, el trabajo colectivo, la cultura de la donación y el trueque, la inexistencia de meseros y el lavado de tu propio traste. También la utilización del inmueble se gestó como centro cultural ajeno a las agendas institucionales y mas a pegado a una óptica de espacio de lucha, organización y resistencia: Charlas-debates, proyección de películas y documentales, tribuna de las resistencias anticapitalistas locales, nacionales e internacionales, talleres, huerto comunitario, eventos musicales entre otras cosas.

No vamos a negarlo, desde un principio hubo quienes se acercaron con intenciones que no precisamente eran las de caminar por los senderos de la autonomía, había quien querían negociar con las autoridades universitarias, querían un apoyo no solo de la institución sino también de fondos burocratizados de fundaciones o asociaciones civiles,  otros quería que el trabajo desarrollado dentro del Comedor fuera reconocido en sus boletas estudiantiles, sin embargo estas propuestas no tuvieron cabida gracias al esfuerzo de muchos que se aferraban a lo verdaderamente autónomo y autogestivo y ¿qué significaba eso?, levantar el proyecto con las propias manos y los esfuerzos de los involucrados y gente solidaria, generando redes y propuestas desde la horizontalidad y rechazando a priori todo lo que tuviera que ver con estirarle la mano a “papá gobierno” con cualquiera de las caretas que se presentara, por ser ellos los identificados directa e históricamente de mantener el estado actual y miserable de las cosas. Habrá quien quiera sacar su faceta de pseudo “critico” y decir –el Comedor se encontraba dentro de una institución, no se puede ser totalmente autónomo- argumento clásico de quienes no pretenden destruir y combatir  al sistema, sino simplemente maquillarlo y seguir con una moda juvenil de rebeldía, reformistas y agachones que no se atreven a tomar posición y salirse de las jaulas que el sistema le brindó como camino de vida, sin embargo a pesar de lo que digan y hagan este tipo de personas hay quienes sabemos que las cosas se pueden hacer de otra manera, dirigirlas hacia otro rumbo y construir algo diferente manteniendo la dignidad firme frente a todos los regalitos, premios de consolación y postres que el sistema nos puede ofrecer.  Es por eso mismo que el Comedor Autónomo molestaba.

Sin lugar donde comer

El día lunes 26 de octubre de 2015 nos llega sorpresivamente la noticia de que el Comedor estaba siendo demolido ante la mirada atónita de propios y ajenos, ¿cuál había sido el motivo? ¿Cómo se pudo hacer esto así de fácil?

No cabe duda que el Comedor pasaba por un momento de crisis ¿quién no las tiene? En las semanas posteriores  a la “semana del Comedor”  se sentía un ambiente de intrigas, de diferencias, las actividades habían cesado, ya no se estaba cocinando, la confluencia de gente había bajado, algunos se reunían en sus instalaciones ahora solo para fumar “mota” resultado del abandono de las instalaciones. Todos lo dicen el comedor vivía una crisis de compromisos y desorganización, así como de pugnas interinas. Lo que saltó a relucir después fue lo siguiente: Bien es sabido que la UV y especialmente la Unidad de Humanidades se había convertido en un referente de lucha y subversión en México, actividades de carácter político, tomas universitarias, marchas, bloqueos, conflicto callejero, disturbios, etc. estaban a la orden del día, consecuencia de esto existe una polarización de opiniones dentro de las instalaciones donde los estudiantes que solo quieren estudiar y vivir sus épocas doradas universitarias están hartos de la movilización y protesta que se gesta desde el lado de los estudiantes revoltosos, lo que lógicamente acorralaba al sector movilizado; esta circunstancia fue aprovechada posteriormente por las autoridades institucionales para asestar su golpe. En el primer aniversario por la desaparición de los 43 de Ayotzinapa la Unidad de Humanidades amaneció tomada y llena de pintas alusivas a la lucha revolucionaria, contra la represión y la policía, a los activistas asesinados Nadia y Rubén y  frases de Flores Magón, cosa que no fue del agrado de muchos de los estudiantes quienes decían que ese lugar ya no parecía una escuela sino una cárcel –¿como si no lo fuera? o a caso ¿somos los únicos que se dan cuenta que las instituciones desarrolladas por el sistema con sus programas de adiestramiento, sus dinámicas verticalistas, sus criterios capitalistas , su vigilancia policial y sus castigos disciplinarios se asemejan totalmente a la labor reintegradora de los sistemas carcelarios y que tienen como fin reproducir una conducta útil para el sistema ?–. El punto es que las autoridades aprovecharon esta falta de popularidad de los activistas para hacerse de las suyas a sabiendas de que iba a ser poco el apoyo generalizado que podría recibir dado el desgaste que habían generado las movilizaciones. Fue entonces que se empezaron a hacer citatorios de estudiantes activistas con los directivos, amenazando con demandas y expulsiones. Desgraciadamente el anzuelo picó y las autoridades se devoraron a uno que otro salmón –de esos que se jactaban de ir a contracorriente- y así como fue, al verse acorralados por las consecuencias de sus acciones estos personajes que no asumieron sus actos entregaron las instalaciones del Comedor Autónomo, en un afán por salvar sus carreras universitarias. ¿Nos permiten llamarlo cobardía y traición o nos van a salir con alguna excusa blandengue?

Cobardía porque sabiendo las consecuencias de la lucha se tomaron la potestad de fungir como representatividad total del Comedor –cosa que no existía dado el carácter horizontal y autónomo del espacio–, y por sus huevos y ovarios en reunión secreta canjearon el comedor para eximirse de las consecuencias de su accionar, eso sí pactando con las autoridades un manejo responsable y la remodelación del comedor, para que ahora si funcione como debe de ser, manteniendo la idea de no vender productos de Coca-cola (Pfff! Vil burla) y conservando como símbolo de respeto el mural que habían pintado los compas de Atenco en su campaña por la movilización contra la nueva amenaza de construcción el aeropuerto en Texcoco, como lo consta en el comunicado emitido por la UV. Cobardía porque si sabían que podría haber problemas para que se meten si no van a “aguantar la vara”.

Traición porque no solo traicionaron esa firmeza con la que se jactaban sino que pasaron por encima de cientos de personas y experiencias que dieron sus esfuerzos desinteresados sobre el Comedor, que también se expusieron frente a la represión ya que era un conocido “punto rojo” para gobernación, quienes también sufrieron golpizas, señalamientos y persecuciones y aunque no les hubiese pasado nada, es un acto deshonesto y autoritario.

Cobardía y traición porque al no poder resolver sus problemáticas propias, y echarle la bolita a los “yonkis” (siendo que este problema fue fomentado por ellos mismos) prefirieron entregarle el traste roto a “papa gobierno” para que lo arreglara.

Cobardía y traición por que entregaron el trabajo de muchos y ahora ellos, los de arriba harán usufructo de los esfuerzos de otros.

Cobardía y traición porque lo que se construyo por años desde la trincheras de la rebeldía con esfuerzo y sudor, con  amor y alegría, con altos y bajos, con encuentros y desencuentros  fue destruida por su sumisión.

Al Comedor no lo demolieron el día que entraron las maquinas, lo demolieron cuando tomaron nefastas decisiones, y que no se nos diga que fue por la falta de experiencia porque ya están grandecitos.

Aquí y allá la estrategia es borrar las memorias, destruir lo construido

Ahora es importante dejar en claro que esto que pasa en estas tierras no es un hecho aislado, en Xalapa las máquinas de construcción (destrucción)  han sido el común denominador para sepultar experiencias de lucha. ¿Quién no recuerda el Centro Comunitario Casa Magnolia?, un casona que fue okupada por montón de personas que querían desarrollar proyectos autogestivos comunitarios y que a pesar de sus propias problemáticas (algunos personajes dirigentistas, reformistas y politiqueros protagonistas) sacaron adelante diversas iniciativas interesantes en el barrio así como el uso del edificio en forma de vivienda alternativa, lugar que fue asediado por la policía y matones de civil, por su grado de incomodidad para  los intereses capitalistas y que también acabo siendo demolido. Bien dicen por ahí “quien okupa preocupa” y la okupación siempre será una crítica radical a la propiedad privada; no pagar impuestos  ni renta y celebrar formas diferente de convivencia y organización es algo que nunca será bueno para el Poder y que pone en recelo a los empresarios de la calaña de Chedrahui y los grupos allegados a OXXO’s y la cadena X24 que sienten que toda propiedad abandonada es o debe de ser suya para poner un negocio extra en cada esquina. Hoy podemos ver aun los escombros de dicha experiencia colectiva dejándonos en claro que para el Poder es mejor que no haya nada, que haya ruinas o tiendas comerciales a centros culturales donde las manos se pongan a amasar otras formas de vida, menos jodidas de las que nos imponen, borrando físicamente el recuerdo de lo que un día fue una experiencia de lucha. Dos demoliciones de espacios en resistencia en Xalapa ¿serán puras coincidencias?

Si nos saltamos a otras latitudes y atendiendo a la temporalidad de los últimos meses, nos encontramos con la brutal represión de sufrida en el Estado de México, las instalaciones okupadas de Regeneración Radio en el CCH Vallejo, perpetrada por el grupo porril 3 de Marzo en necesario contubernio con las autoridades donde fueron lesionados con armas punzocortante a compas que mantenían la radio y destruidas las instalaciones y el equipo. Regeneración radio es otro punto donde desde la autonomía y la autogestión se han realizado grandísimos esfuerzos por generar como ellos mismos lo dicen una “comunicación contra el Poder” y no una comunicación para simplemente ser escuchada y desechada como nos tienen acostumbrado los mass media, sino que su objetivo es tendiente a la auto-organización, no solo de individuos que se encuentren dentro del plantel sino que desborde las barreras impuestas por la institución y salga a las calles.

A su, vez varios otros cubículos okupados en diversos CCH´s fueron atacados y destruidos parcialmente.

Y por ultimo y a sabiendas de que se nos pueden escapar varios acontecimientos similares, no queremos dejar de mencionar la constante represión de la que ha sido motivo la okupa Auditorio Che Guevara de la Facultad de filosofía y letras de la UNAM, “Espacio Autónomo de Trabajo Autogestivo” el cual lleva en su haber ataques porriles, ataques de grupos autoritarios organizados, espionaje con cámaras ocultas, compañeros detenidos, torturados y heridos de bala, seguimiento policiaco y un largo etc. que se viene agravando desde diciembre del 2013. Hay que tener bien en cuenta que muchos de estos sucesos tienen que ver con espacios que tienen afinidad con las ideas libertarias y anti-autoritarias.

Ahora ¿necesitamos nombrar otra vez el ataque para-policial del 5 de junio, los levantones y persecuciones de compañeros, el espionaje telefónico y cibernético y el asesinato de Nadia, Rubén quienes participaban activamente en luchas en Xalapa?

Nos dirigimos a ustedes compañeros consecuentes y que quieren transitar por los dulces pero peligrosos caminos de la autogestión y la anarquía y quien quiera hacer eco, ¿son coincidencias? ¿Decimos barbaridades? ¿o tenemos que tomar en nuestros propios círculos cartas en el asunto?

Autonomía es autonomía

Es cuestión de tomar postura y poder ser firmes en las decisiones que elegimos nosotros y no en las que nos impone el sistema, la autonomía no se puede mendigar, ni pactar, no se puede desarrollar en un plan conjunto con las autoridades, de lo contrario la autogestión se extingue para dar paso a la cogestión, esperemos que por fin lo puedan entender. En Xalapa como en muchos otros lados la vía legaloide es un virus que acompaña los movimientos, en el momento en que permitimos que esta vía se filtre y tome nuestros esfuerzos en ponerle especial atención podemos dejar que el Estado se apodere de nuestros proyectos. Y sí, seguro vamos a escuchar a algunos decir por ahí –es que lo legal es una estrategia, no podemos desconocerlo en su totalidad–, a ver no somos pendejos, sabemos que todo el contexto que nos rodea está abarrotado por todos los tentáculos grandes y chiquitos del Poder, pero aceptar las leyes como vía revolucionaria o autónoma es una falacia, aceptar las leyes que inventaron hace tiempo, en truculentas camarillas y sesiones donde diputados y senadores diseñan normas de conducta en aras de mantener la lógica capitalista local, aunque en algún momento alguien se pueda ver beneficiado por su ejercicio, es afirmar que aun seguimos siendo sometidos por la voluntad de otro que ni conocemos –ni queremos conocerlo–. Mirar a las leyes como nuestro eje de lucha y nuestra herramienta más valiosa sería afirmar que nos tienen en sus manos, así nos arrinconan a la espera, nos hacen bolas, nos desfalcan de dineros, así invitan a unos a reuniones secretas, así se pactan las cosas por debajo del agua; todo el juego legal,  visible o invisible es sucio por naturaleza, el dialogo es una de sus armas más fuertes, porque al final si se logra algo es en el rango de sus términos, los del Poder. No decimos que no se tengan que usar en alguna ocasión, si las usamos es porque se nos obliga u orilla a eso, pero mientras tanto la posición más ética seria defendernos y combatir en la medida de lo que nosotros mismos podemos hacer y organizar nuestras vidas y proyectos, haciéndonos fuertes a nosotros mismos y no a sus estructuras. Mientras no desechemos de nuestro rango de valores la legalidad entonces la legalidad acabara por controlar nuestras decisiones y como si fuera explicación de bolitas y palitos ¿Quién hace la legalidad y sus reglamentos menores? Los poderosos.

Parece que es todo lo que tenemos que decir. Esperemos sirva esto para la reflexión y la práctica y aclaramos que este texto no es para delatar y señalar a compañeros anarquistas o personas comprometidas con mantener el conflicto desde su accionar diario de manera individual o colectiva, dentro de proyectos como lo fue el comedor autónomo, porque las personas de las que hablamos en este texto, esas que entregaron el comedor al Estado están muy lejos de ser compañeros en la lucha contra el poder por todo lo mencionado, por mover piezas en favor de este sistema. Y no nos interesa sacar a relucir sus nombres porque ustedes mismos saben quiénes son.

¡Que el Poder no coopte nuestros esfuerzos!

¡Vivan los espacios autónomos y autogestivos en combate con el Poder!

Algunos anarquistas de por acá