A nosotras la cárcel nos toca. Nos toca porque hemos sentido el dolor de las personas encerradas tras esos muros; hemos conocido historias de vidas destrozadas, vidas asesinadas;
Porque hemos visto la frustración de tratar con una institución “despersonalizante”, salas de visitas llenas de personas pobres que han recorrido cientos de kilómetros para poder estar menos de una hora con sus familiares.
Nos toca al intentar generarnos miedo por pensar y hacer las cosas de manera diferente.
Todo esto choca con lo que nos enseñan que es la cárcel: una institución que vela por nuestra seguridad; que mantiene la paz social; que sirve para prevenir nuevos delitos; que pone en práctica la justicia y que da segundas oportunidades propiciando la reinserción.
¡Abramos los ojos!
Lo que llaman seguridad y paz social es represión; lo que llaman justicia es venganza; lo que llaman reinserción es destrucción. La cárcel realmente existe para mantener una jerarquía, una estructura de poder, y defender los intereses de aquellxs que se han situado en la parte más alta. Para esto, nos amenazan y nos arrebatan la poca libertad que tenemos.
A nosotras la cárcel nos toca, pero no solo a nosotras, nos toca a todxs. Por esto, el día 31 de diciembre vamos juntas a la cárcel, a mostrar nuestro rechazo a esta institución y nuestra solidaridad con las personas encerradas.
La cárcel es el problema
No la solución
Nuestra respuesta, la solidaridad
Jueves 31 de Diciembre 2015
Cárcel de Navalcarnero
Carretera N-V km. 27,7
Autobús 528 desde Príncipe Pio