Por la libre circulación de las personas; contra las deportaciones de la europa racista.
En la noche entre el 18 y el 19 de mayo en Bolonia han sido saboteados dos cajeros de la oficina de correos y se ha colgado una pancarta en contra de las deportaciones que la Mistral Air realiza a mano del Estado.
Cualquiera conoce perfectamente el rol de Correos Italia en la gestión de la correspondencia, así como sus actividades financieras y en las telecomunicaciones. Unos pocos, sin embargo, saben que a través de la línea aérea que posee, la Mistral Air, el Grupo de Correos Italiano colabora desde hace cinco años con el Ministerio del Interior el cual se ocupa del traslado de las personas sin documentos entre los CIE que todavía quedan en pie. Cada vez que los reclusos se rebelan en los centros, La Mistral Air se ocupa de trasladarlos hacia otros que todavía funcionan. Sin embargo, la complicidad de Correos no se detiene allí, dado el rol fundamental de la empresa en las deportaciones de los que no tienen documentos hacia los países de origen con los que Italia ha firmado acuerdos de readmisión, en particular, Egipto, Marruecos, Túnez y Nigeria.
Desde el comienzo de 2015, la Mistral Air ha deportado a más de 3.000 personas en contra de su voluntad, recurriendo a las fuerzas policiales para supervisar todo bajo la amenaza de porras y de pistolas eléctricas.
En solidaridad con los 50 inmigrantes, arrestados en Ventimiglia y deportados a Taranto con un avión de Correos en la última semana, con todxs aquellxs que tratan de cruzar la frontera entre Italia y Francia y que después del plan de Alfano (ministro) en estos días están viniendo identificados y deportados, con los reclusos de Lampedusa y del sistema Hotspot, con todxs lxs reclusxs de todos los CIEs, con cualquier oprimidx por la brutalidad de un Estado que por ley niega la vida de miles de personas que huyen de la guerra, la devastación y la explotación, en solidaridad con lxs enjuiciadxs y detenidxs en el Brenero, con quien cada día lucha por destruir este mundo de fronteras, cárceles, con muros físicos y mentales que tratan de construir entre nosotrxs.
Es necesario hacer algo para inmovilizar al menos uno de los engranajes de aquel dispositivo de control y represión que de cualquier frontera se extiende sobre los territorios, sobre las ciudades y sobre los cuerpos de las personas.
Derribaremos todas las fronteras, atacaremos a aquellos que deciden ser cómplices.
La solidaridad es un arma, y continuaremos usándola!
fuente: Informe Azione