Como bien hemos venido sabiendo, Telmex, es una empresa que no solamente promueve las corridas de toros, daña y destruye al plciópaneta con sus antenas telefónicas, promueve el apendejamiento masivo con sus líneas de internet y produce cáncer en las personas con sus teléfonos y antenas telefónicas; Telmex, también construye cárceles de inversión privada-federal y cárceles privadas en México. Carlos Slim, el propietario de este monstruo mexicano, También es propietario y co-propietario de otras empresas que participan en mega proyectos de urbanización, gentrificación y destrucción de la naturaleza, empresas como ICA, por ejemplo.
En el país algunas de las prisiones federales llamados CEFERESO han sido construidos con dinero de la llamada “iniciativa privada”, ya que el tener a personas encerradas parece ser un negocio rentable para empresarios y corporaciones. En total se planean construir 10 prisiones federales más, para que totalicen unas 29 junto a las ya existentes. El “personal” que labora en los nuevos CEFERESOS que son de hecho un nuevo sistema penitenciario federal, está siendo capacitado por personal militar y policial estadounidense financiado con fondos de la Iniciativa Mérida. Las condiciones en esas “nuevas” cárceles son sin duda una barbarie para los presos, lo cual no significa que en las prisiones para presos de bajo perfil no lo sean también. Sin embargo, en las prisiones federales los presos son sometidos a diversas torturas psicológicas -como el aislamiento- con el cometido de degradarles, pero bajo el argumento de tenerlos controlados siendo presos peligrosos. En este juego de poder entran grupos como la Asociación de Correccionales de América (ACA) que son las que se encargan de certificar que “todo marche bien” y que los presos reciban el trato debido -según su condición presidiara-. Grupos como ACA, con su actuar, justifican las prisiones y las perpetuán. En los penales federales los presos no tienen derecho a más visitas que las de familiares directos, e incluso sus abogados los ven en pocas ocasiones -esto debido a las restricciones impuestas a los presos, pero también debido a que muchos presos no son originarios de la localidad donde se encuentran, sino que son enviados a las prisiones más lejanas-. Además, los presos tienen una especie de cuenta bancaria donde los familiares les pueden depositar una cierta cantidad de dinero para que sea el mismo sistema penitenciario quien se los administre; en algunos penales son las mismas empresas concesionadas o el Estado quienes administran ese dinero, mientras que en otros son bancos como BBVA quienes participan en el negocio. Estas prisiones cuentan con tecnológica de punta proporcionada por la empresa… que es con la misma en la cual el gobierno Federal y del DF adquieren las cámaras de seguridad. Para el buen funcionamiento de estos penales federales y de los estatales, en mayo de 2009 se inauguró la Academia Nacional de Administración Penitenciaria en el municipio de Xalapa, Veracruz, de donde salieron formados para reprimir 252 custodios y empleados penitenciarios. Sin más, los penales federales son en definitiva un perfecto negocio lucrativo para empresarios y empresas, pero también son un soporte para seguir manteniendo al Estado, a la autoridad y al poder.
Nosotros como anarquistas estamos contra la cárcel, contra cualquier tipo de cárcel, incluidas las llamadas cárceles del pueblo muy populares dentro de grupos de poder Leninistas o algunas zonas controladas por las guerrillas. Y estamos contra todas las prisiones, sean Federales, reclusorios, para menores, anexos, sean nuevas o viejas. Esto es porque nosotros no solamente estamos contra unos poderosos oligarcas que están en la cima del poder, tampoco estamos solamente contra los partidos políticos y los empresarios, estamos contra el poder en su totalidad (macro y micro) y contra todo aquel que imponga un encierro a una persona, animal o naturaleza. ¿Porque será que con cada cambio de administración -de un partido político a otro-, de dictadura -democráticas o militares-, de régimen -fascista, cubano, bolivariano, o poder popular-, las cárceles no desaparecen? La respuesta es simple, porque son un pilar para que funcione un Estado y una sociedad autoritaria, represiva y opresiva; porque las cárceles contribuyen a establecer el orden que se necesita para poder “gobernar”, pues en ellas están los disidentes a la sociedad en curso, y estarán los disidentes a la sociedad del mañana. Por eso pensamos que la lucha contra la cárcel y el ataque contra los que sustentan las prisiones no debe estar separado de una crítica que englobe a todo lo existente, pues el sistema penitenciario y la cárcel como instrumento del poder son pilares que sustenta al Estado y al poder, y que se complementa con otros pilares que hacen posible la dominación.
Las cárceles sustentan al poder y nosotros estamos contra él. Y es en este juego de poder que Telmex a adquirido gran responsabilidad, de hecho desde siempre.
Quedarnos cruzados de brazos no sirve de nada, atacar al Estado y a sus aliados empresarios, y subvertir las relaciones y roles de poder que imperan en la sociedad, y las aún existen en nosotros mismos es lo que concebimos como una lucha coherente y es actuar en consecuencia. Si deseas la libertad necesitas arrancarla al poder, más no esperar a que este te la conceda o te la venda al precio que cree que vale tu dignidad. En este panorama de ataque, Telmex ha sido siempre una empresa objetivo de anarquistas y otros grupos que luchan por la liberación animal y de la tierra, y no vemos porque hoy en día, cuando Telmex adquiere otra responsabilidad mayor siendo una empresa que construye prisiones, que sustenta la idea de la cárcel, deje de serlo. Muestra de el ataque contra esta empresa, está el hecho que, desde el 2001 al 2012 se han efectuado 696 ataques -de los que se tienen registro- contra propiedades de Telmex alrededor del país (ataques que constaron en la destrucción e inutilización de cabinas telefónicas, destrucción de cajas controladoras de líneas telefónicas e internet, quema de camionetas de la empresa, incendio de torres de telefonía, una amenaza de bomba al centro comercial Plaza Delta propiedad de Carlos Slim, un ataque incendiario a una oficina de cobranzas de Telmex), acciones efectuadas bajo diversas perspectivas y con motivos varios, pero siempre destinadas a sabotear al monstruo de las comunicaciones. Las últimas acciones que se registraron fueron la quema de una camioneta de esa empresa en enero de 2016 y la inutilización de 13 teléfonos en Ciudad Neza, Estado de México, el 17 de junio 2016.
Realizar un sabotaje a esta empresa no es tan difícil como se cree. Según lo que hemos visto, en su mayoría han sido sabotajes fácilmente reproducibles por cualquiera, como dejar inútiles los teléfonos públicos, ya que algunos han sido quemados, otros destruidos con un petardo iniciado con un cigarro incrustado en la mecha como temporizador y muchos más sellados con silicona y clips. En el mejor de los casos inhabilitar las cajas de control de líneas telefónicas y de internet se ha realizado con rudimentarios artefactos incendiarios o con ácido roseado a los cables dentro de la caja, o simplemente cortando los pequeños cables de las líneas. Contra postes de telefonía local (no celular) algunos han optado por echarlos abajo o simplemente han cortado el cableado. Contra las camionetas propiedad de esa empresa ecocida, artefactos incendiarios rudimentarios han hecho bien su trabajo. Pero ante todo es la creatividad lo que materializa nuestros deseos, para la propagación del sabotaje y su reproducibilidad. Grandes o pequeños sabotajes no tienen diferencia alguna, todos son imprescindibles en el proceso de insurrección.
Nosotros no estamos por “asestar un golpe al corazón del Estado”, pues además que esa afirmación parte de la logia de la toma del poder, en caso contrario eso delimitaría el objetivo insurreccional a un ataque centralizado, cuando parte de ese objetivo es que el sabotaje se propague y que no sea un solo ataque de vez en cuando efectuado por un grupo de profesionales, sino muchos ataques cotidianos contra el mundo que nos coacciona la libertad, efectuados por quien lo desee, pues cada ataque libera. Tampoco estamos por un “golpear donde duele”, pues además que esa afirmación huele a cuantitativo, delimita el objetivo insurreccional a un ataque contra una sola estructura sede de un pilar de la dominación, cuando parte de ese objetivo es la generalización de la revuelta, que los ataques sean en todas las sedes de la dominación o del objetivo a atacar, desde la más grande a la más pequeña, a nivel individual o en grupo de afinidad. Además ¿un golpe donde duele, de verdad duele cuando se realiza de vez en cuando -debido a la necesidad de su especialización-? ¿Porque conformarse con que le duela al sistema?¿porque no destruirle? Para nosotros la revuelta y la insurrección es un acto cotidiano que se lleva a cabo en nuestras propias personas y se externa fuera de ellas en forma de golpes contra el poder.
Nosotros somos partidarios de la anarquía que comprende el ataque como multiforme y cotidiano, efectuado por quien desee ser libre en el aquí y ahora, lejos de toda especialización y profesionalización (de la pluma y del acto). Nosotros comprendemos la anarquía como una tensión con lo existente, como un proyecto de destrucción del poder, y estamos luchando por construir una realidad de lucha y de verdadera confrontación con la dominación. Telmex es solamente uno de esos pilares que sustentan al poder, al Estado y al Capitalismo, Telmex tiene muchas sucursales listas para recibir un ataque de individuos deseos de libertad.
Algun*s compas anarquistas México, 19-25 de Junio 2016