Traducción recibida el 11/04/2020:
El primero de abril, un detenido de la Dozza muere en el hospital después de ser llevado de la prisión al pronto socorro. Hoy 3 de abril hemos hecho un saludo rápido en la prisión de la Dozza en Bolonia.
Saludos de libertad, un bote de humo y después hemos leído este texto:
«Hemos sabido por los periódicos* que el primero de abril ha muerto el primer detenido de coronavirus de la prisión de Bolonia. Estaba en un régimen de alta seguridad y tenía setenta y siete años. Se llamaba Vincenzo Sucato, arrestado en el 2018. Todavía no había recibido el primer grado de juicio. Ha muerto en prisión aún bajo las medidas cautelares. Ha muerto de cárcel. Ya tenía problemas respiratorios, pero el juez ha decidido darle el arresto domiciliario, solo porque era necesario llevarlo al hospital. Ha tenido que llegar sobre el punto de muerte para poder salir de aquellos muros infames y ha muerto en el hospital, pero como si estuviera en una celda, con una guardián fuera de la puerta de la habitación.
Queremos saber cómo estáis, qué os ha sucedido después de las revueltas que han habido y en qué condiciones os obligan a estar allí dentro.
Por que no queremos que vengáis olvidadxs mientras os pudrís, queremos que personas como Vincenzo, que a 77 años todavía están encerradas, a pesar de las precarias condiciones, no vengan olvidadas y tanto menos se queden sin vindicar.
La causa del dolor infligido a quien esta dentro de aquellos muros es solo una. No los crímenes, no el derecho, sino solo el estado.
El estado que decide a través de las cárceles de silenciar y reprimir a cualquiera que no tenga otra posibilidad de sobrevivir, sino afrontando y desobedeciendo a las leyes, las cuales defienden solo a los ricos y su mundo de mierda.
«No son los criminales los que deben ser encerrados, sino las causas de la criminalidad que deben ser destruidas» (Ravachol).
Estas causas son la desigualdad, la pobreza, la autoridad de esos mismos que enjaulan y torturan. Que quieren protegido su privilegio de poder sobre los demás.
No estáis solxs incluso desde aquí fuera se respira el aire del aislamiento de la constricción de la libertad que viene destruida día a día.
Nuestras ciudades se han convertido en cárceles a cielo abierto. También por esto queremos haceros sentir nuestra cercanía y solidaridad.
Que lxs explotadxs se unan, dentro y fuera, y que las muertes causadas por la cárcel aquí en la Dozza, como en Módena, Rieti, Udine, no se queden solo miasmas en el viento.
Creemos que los verdaderos culpables de todo esto son los carceleros, los directores de las prisiones, el ministerio de justicia y el estado. No las personas, no lxs detenidxs, lxs revoltosxs que justamente han abierto las celdas y destruida la jaula que lxs mantenía encarceladxs. Si conseguís, si podéis, darnos noticias de vosotrxs y de vuestras condiciones, hacernos saber cómo estáis y cómo os están tratando. Os querríamos libres aquí afuera junto a nosotrxs.
Pensamos que nadie más que vosotrxs puede tener tanto en el corazón el sentido de una palabra que también para nosotrxs es tan querida y que, tanto dentro como fuera, intentan quitarnos y destruirnos: Libertad.
Por desgracia, no nos hemos quedado tanto tiempo cuanto la situación y nuestras pasiones hubieran querido. Después de otros saludos y un poco de coreografía, hemos escuchado algunas respuestas desde dentro y luego hemos desaparecido sin recibir demasiada atenciones por parte de los guardias.
Cierto que las ocasiones para volver bajo aquellos muros de mierda no pueden y no deben faltar. Tomemos el momento.
Hasta pronto.
A lxs detenidxs nuestros gritos,
A los carceleros y directores nuestro odio
*bologna. repubblica. it /cronaca/2020/04/02/news/detenuto_bologna_coronavirus-252939061/