Recibido el 13/04/2020
En estos tiempos de epidemia, la acción individual, pero no individualista, es útil.
Si, por un paseo sola, se corre el riesgo de una llamada de atención, tanto vale aprovecharla… Bolonia, 25 de marzo de 2020.
Hemos dañado algunos cajeros automáticos de Unicredit, uno de los bancos que financian la guerra.
La industria de armas ni siquiera se ha detenido durante la pandemia. Naturalmente, el estado considera la guerra como una necesidad fundamental.
Esta pandemia es el resultado de la devastación y de los saqueos contra el medio ambiente y las otras especies animales, de hombre a hombre y, en origen, de hombre a mujer.
La campaña #iorestoacasa [lit. «Estoy en casa», una campaña estatal para mantener confinada a la población italiana.], Impuesta por el mismo estado, es el fruto de la violencia patriarcal y solo puede crear otra violencia patriarcal.
El brazo armado del estado, en nombre de la «salud», está golpeando a lxs sin hogar, a lxs trabajadorxs precarixs, al sector de atención a personas mayores [en el que casi todxs son mujeres, muy a menudo sin documentos.] Lxs trabajadorxs, las personas encarceladas en las cárceles y en los centros de detención administrativa, pero sobre todo está golpeando a las mujeres, encerradas en sus casas con sus opresores y peor de todo el trabajo diario que le sigue.
¡Por cada violencia patriarcal exacerbada por estas medidas, todxs respondemos!
¡Solidaridad con las huelgas y con quien se rebela!