Recibido el 08/12/2020:
PALABRAS DE MÓNICA CABALLERO:
A 10 AÑOS DE LA MASACRE EN LA CÁRCEL DE SAN MIGUEL: MEMORIA E HISTORIA DE LUCHA.
Sin duda hay lugares que almacenan miles de historias, si los altos muros de las prisiones pudiesen relatar las vivencias de quienes estuvieron (y están) encerradxs tras ellos, quizás nos contarían muchísimas historias donde lxs pobres serían los protagonistas o tal vez nos hablarían de los inmensos anhelos de libertad que embargan los corazones de quienes llenan los calabozo y celdas.
Lamentablemente las murallas de los presidios son testigos mudos de las vivencias de lxs que tras ellos encierran. Contar lo que sucede en estos lugares es responsabilidad de quienes estamos secuestradxs por el poder y de quienes quieren acabar con el actual sistema de terror. La historia de lxs prisionerxs, es nuestra historia y no se puede perder.
En las prisiones la tristeza reina, es ama y señora, está presente en la gran mayoría de las vidas de quienes pasan por este gris lugar. La cárcel de San Miguel no sólo guarda historias llenas de pena también tiene muchas vivencias de resistencia y lucha.
En los primeros años de la década de los 90, la cárcel de San Miguel encerró a varios presos políticos, hombres de diferentes organizaciones llenaron las celdas de las torres hasta el traslado al C.A.S en el año 1994, traslado que los combatientes resistieron con armas.
En el allanamiento de las celdas posterior al enfrentamiento, los funcionarios encontraron una pistola browning calibre 7,65 mm con siete cartuchos en el cargador; un revolver italiano trident calibre 38; una pistola Dachmaur con quince cartuchos; también una Llama calibre 7,65; un monedero de color café con trece balas; otro de cuero con 18 balas más; un celular marca NEC y tres explosivos caseros (1). En el enfrentamiento quedaron heridos varios carceleros y algunos reos, entre ellos estaba Mauricio Hernández Norambuena. El comandante Ramiro lo relata de la siguiente forma “En esa refriega fui herido. Nunca me había llegado un tiro, y fue en la cárcel donde por primera vez me dieron un balazo”(2). El mismo hecho fue contado por Ricardo Palma Salamanca en una entrevista realizada en Paris el día 27 de enero del año 2019: “En medio del enfrentamiento, le dispararon a dos personas, yo también estaba armado, pero no me llegó ninguna bala”.
Las armas que se utilizaron en la resistencia del traslado al C.A.S en un principio estaban destinadas para una fuga. Mauricio Hernández lo cuenta de esta manera: “A la cárcel de San Miguel pudimos ingresar varias armas, e hicimos un diseño de fuga bien interesante, con apoyo externo, donde se incorporó gente del Mapu-Lautaro y del MIR. La idea era que saliera un grupo grande. Afuera el apoyo era como de quince o veinte combatientes. Había buen armamento. Pero ese plan fallo. Se montó todo el operativo, los que estaban afuera debían tomarse una casa que tenía un muro detrás de la cárcel, e iban a hacerlo explotar. Nosotros teníamos que pasar una reja y salir por ahí. Pocos días antes de que se realizará la fuga, nos trasladaron al C.A.S. Entonces, las armas que habíamos reunido para la fuga las usamos para resistir al traslado”(3).
Este no fue el único intento de fuga que tuvo la cárcel de San Miguel, en el año 1997 un grupo de ex miembros del FPMR intentaron salir de la prisión por los techos con un sistema de cuerdas y roldanas, llegando así a una de las calles que colinda con la prisión. El frustrado intento de fuga conllevo en un motín, los presos participes fueron trasladados a la cárcel de colina I y II, entre ellos se encontraba el refractario Jorge Saldivia quien fue asesinado el año 2014 en un atraco bancario.
Los muros no hablan, pero si mantienen marcas que a veces cuesta borrar. Muchas presas cuentan que en la torre 5 de la cárcel de San Miguel en el lugar donde murieron 81 presos calcinados, las manchas de los cuerpos nunca se borraron del todo… las reas dicen que las manchas parecen ser de aceite, y que por más cera y pintura que colocasen en los pisos y murallas siempre fueron distintos a todos los de la prisión. Se cuentan muchas anécdotas relacionadas con fantasmas y espíritus en la torre 5, creencias, mitos o realidades…sea como sea la muerte de los 81 presos no pasa inadvertida para las presas de la torre 5, y no debería serlo para ningún presx.
A 10 AÑOS DE LA MASACRE DE LA CÁRCEL DE SAN MIGUEL: MEMORIA ACTIVA Y COMBATIENTE
¡HASTA DESTRUIR TODAS LAS JAULAS!
MÓNICA CABALLERO SEPÚLVEDA
PRESA ANARQUISTA
Notas
(1) Entrevistas a Ricardo Palma en el libro “Retorno desde el punto de fuga” de Tomás García
(2) “Un paso al frente” Mauricio Hernández Norambuena
(3) “Un paso al frente” Mauricio Hernández Norambuena