Recibido el 24/08/2021:
A propósito de la semana de agitación por lxs anarkistas presxs: una reivindicación necesaria.
(I): Todo presidio es político en las cárceles de la democracia.
Lejos de ser una simple metáfora, hoy más que nunca los muros son tan gruesos que no dejan ver el panorama de allá afuera… La impaciencia a veces carcome la tranquilidad con la que hemos decidido mantenernos en esta situación poco auspiciosa, en la ke ya cumplimos 3 meses. Sabemos que las cosas no están fáciles en la calle y, por ello, agradecemos inmensamente cada movimiento cómplice de compañerxs de diversos lugares.
Tras las rejas la ansiedad y la incertidumbre son compañeras diarias. Las miradas de los carceleros no hacen más que recordarnos que el enemigo está aquí y quieren vernos derrotados. En sus propias palabras, «eliminarnos». Sin embargo, sus palabras no nos asustan en lo más mínimo. Y como animales enjaulados nos paseamos por este yermo patio de concreto, a veces tristes, pero jamás derrotados.
Desde que fuimos detenidos hemos sido protagonistas de múltiples afirmaciones vertidas en público por los medios de comunicación, auténticos emisarios del orden existente y de sus perpetradorxs. Antes de ke se nos formalizara ya éramos tratados como culpables. Recordemos la entrada triunfal de un reconocido y pedante fiscal a nuestra casa al momento de nuestra detención. Antes de ke nosotros mismos nos definieramos ya eramos tildados de anarkistas, o por lo menos relacionados de algún modo a akella etiketa política. Ante esta situación, y como ya mencionamos en nuestras primeras palabras tras la detención, resulta casi estúpido no notar ke el presidio y el juicio del ke somos protagonistas es un juicio político. Kizá lxs unicxs ke aún intentan sostener la falacia de la neutralidad política de la ley son akellxs kiénes la aplican, y la prensa ke vomita el discurso «oficial».
Nosotros no podemos renegar de la condición política de nuestro presidio, así como de todos los presidios, por más «comunes» o «habituales» ke sean. Sabemos ke en las cárceles del capital y la democracia no hay presx ke no sea políticx. Ke algunxs decidan o no asumir esa arista del presidio no es algo ke nosotros podamos inculcar, sino ke ha de ser fruto de una reflexión individual a la ke sí podemos aportar si se nos es requerido. Pero siempre sabiéndonos tan presxs como nuestrxs compañerxs de modulo y/o celda.No somos vanguardia de nadie, ni tampoco buscamos «evangelizar» a nadie para ke acepte nuestras verdades sin criticarlas.
Nosotros solo nos reconocemos como presos políticos, nuestra «inocencia» o «culpabilidad» no es algo ke determinemos nosotros. Ese es trabajo de fiskalía.
(II): Acerca de nuestras etiketas y tendencias políticas.
Ahora, llega la hora de aclarar una cuestión problemática para nosotros kienes no gustamos de etiketarnos bajo categorías ke, sabemos, no pueden capturar la complejidad y el constante cambio de nuestro ser. La importancia de esta cuestión, a pesar de ke no nos agrade, no es solamente desmentir los supuestos y las mentiras de la prensa, sino ke evidenciar, a la vez, la paranoia de nuestros persecutores. Kiénes, como siempre es la tónica en este como otros casos, buscarán vincularnos a alguna especie de organización, construyendo un relato propio de la ideología de la doctrina de la seguridad nacional, hoy políticamente blankeada y democrática, en lo ke llaman seguridad ciudadana.
Para los lamentos de fiskalía, no somos nada más ke un par de individualidades ke no íbamos a seguir replicando la complicidad ciudadana ante esta realidad de mierda. En este mundo no hay nada peor ke kedarse pasivxs. Morir indiferentes ante tantas situaciones normalizadas en el civilizado mundo del capital y la democracia es más patético ke morir enjauladxs.
Cuando la vida cotidiana se ha reducido a estar pegadxs a una pantalla las 24hrs del día, consumiendo las mercancías ke la publicidad nos arroja, sin criticar toda la nocividad de la ke día a día somos complices, entonces vale la pena arriesgarla. Nos desmarcamos de toda comodidad cómplice con este sistema, con práctica y no solo palabras.Sin miedo a la persecución, sin miedo al presidio, sin miedo a lxs carcelerxs ni a la opinión pública. Moriremos de igual manera, nos arrojemos o no. Del mismo modo nos podrían encarcelar por lo ke pensamos, accionemos o no.
Podrían llamarnos nihilistas, anarkistas, subversivxs, antisistémicxs. Ninguna de estas categorías nos representa, nuestros espíritus libres se rehúsan a ser enjaulados en conceptos y abstracciones vacías. Mucho menos en chapas ke la prensa, la policía y el morbo ciudadano utilizan a destajo. Aún asi, solo por cuestiones prácticas, manifestamos nuestra simpatía por el adjetivo «nihilista». También, nos consideramos completamente antiautoritarios. Sabemos muy bien ke son las acciones las ke han de hablar antes ke estas palabras. Y son las acciones, también, las ke nos acercan, pero no nos unen, a otrxs tantxs compañerxs enjauladxs en tantas cárceles del mundo. Las afinidades son sustentadas en la acción, lejos de cualkier sectarismo y dogmatismo, como hace poco lo dijeron unxs compañerxs. Y esto no solo hay ke escribirlo sino ke practicarlo. Por eso abrazamos, desde esta jaula a lxs subversivxs, a lxs salvajes, a lxs revolucionarixs, a lxs anarkistas y hasta akellxs delincuentes «habituales» ke, con su actuar, contribuyen a erosionar el orden existente.
«(…) nuestra propuesta para el presente está clara. Quien quiera rechazar directamente la tiranía del sistema, que pase de las palabras a la práctica.»
(Comunicado n4, Secta de Lxs Revolucionarixs)
(III) Algo así como una despedida.
Hemos sido claros. Nada de lo ke se haya dicho en la prensa, o lo ke se pueda especular de nosotros, es tan cierto como lo ke acaban de leer. Nuestro recelo a encasillarnos en etiketas ideológicas solo obedece a nuestro deseo de permanecer lo más libres posibles, en constante cambio y autocrítica. Ni ese recelo ni la forma en la ke estamos afrontando este proceso son infalibles. Es más, son completamente criticables, y alentamos a ello. Pero son las ke hemos decidido hacer nuestras. Y, aunke muchxs compañerxs puedan no compartirlas, nosotros no buscamos convencer ni imponer nuestras verdades a nadie.
Somos presos políticos, como cualkier otrx. No somos idolos. Somos compañerxs, cómplices, amigxs y, kizá, amores.
Mónica, Francisco, Joakín, Juan A., Juan F., Marcelo, Felipe y Oso. Dos abrazos para cada unx de ustedes.
Libertad a todxs lxs presxs. Abajo la cárcel y la sociedad ke la necesita.
Fuerza para todxs akellxs inkietxs accionando contra la mákina, en la kana o en la kalle.
-Ignacio y Luis-