La reciente huelga de los guardias con contrato temporal del recinto arqueológico de la Acrópolis de Atenas es un buen ejemplo de la coordinada desinformación de los medios de comunicación masiva y de su función. Lean una breve cobertura de la noticia por contrainfo aquí. Veamos ahora la estrategia de manipulación de los medios de desinformación, periódicos y canales televisivos.
Todos los periódicos, en su portada y / o con la cobertura de la noticia, apuntaron principalmente al sentimentalismo del lector. La carga emocional de él fue intentada con referencias a la historia («Lagrimearon las Cariátides», «lagrimeó la diosa Atenea», e.t.c.) o a la realidad actual («Nos hemos hecho el ridículo», «Clamor internacional», etc). Su objetivo es por un lado el debilitamiento del pensamiento crítico y por el otro el encauzamiento de la propaganda en el inconsciente. Están hablando constantemente en primera persona del plural, creando al receptor de la noticia presentada la ilusión de que somos miembros de un todo homogéneo que tiene intereses comunes que se ven afectados por un enemigo externo o interno. «Encarcelaron la roca sagrada», dijeron los medios de comunicación, «cogieron prisionera la roca sagrada», repitió el primer ministro al día siguiente en el Parlamento. Periódicos, canales televisivos y emisoras de radio usaron exactamente las mismas expresiones, con gradaciones de histeria según el receptor de cada uno: «Nos convertimos en el ridículo internacional», «todo lo que ha sucedió es un insulto para nuestro país», «se empañó la imagen de nuestro país», «difamación internacional de nuestro país». En este ámbito, y ya que la huelga fue en la Acrópolis, se movilizó el elemento nacional. ¡Grecia es la víctima y los intereses comunes de los capitalistas y los trabajadores griegos se ven afectados por la imagen que sale hacia fuera!
En el mundo de los medios de comunicación, la imagen es más importante que el contenido y esto es lo que están pretendiendo imponer a la sociedad. «Estas imágenes dieron la vuelta al mundo»: esta es una frase común de casi todos los videos de los medios de comunicación del régimen y de todos los periódicos, e incluso reiterada de una forma agotadora. ¿Es casual? Para nada. ¡En esta frase, se conjuntan todos los elementos de manipulación mencionados más arriba! Con la repetición constante adquiere prestigio y se acaba imprimiendo en el inconsciente del espectador-súbdito como algo generalmente aceptado.
Para fortalecer lo susodicho y hacerlo más digerible, se hace uso de la opinión de una «autoridad» y de la «opinión pública» mediática, ambas de forma seleccionada y elaborada. El director de la Escuela Arqueológica de EE.UU. de las excavaciones en Nemea, primero se presenta como un fileleno (amigo de Grecia), es decir como un defensor de la construcción ficticia del conjunto homogéneo de intereses comunes que los medios de desinformación quieren implantar en el inconsciente, hablando y escribiendo constantemente de nuestro país, de nuestra tierra, de nuestra patria etc etc. Declaró pues que tales acciones funcionan negativamente para la restitución de los Mármoles del Partenón (he aquí otra vez la petición común) y le extrañó la violencia empleada, equiparando la contra-violencia de los trabajadores con la violencia del Estado, preanunciando la próxima estrategia de manipulación.
La medios de desinformación dedican gran parte de su propaganda al si un pequeño grupo puede ejercer violencia y cerrar un recinto que pertenece a todos. ¡En los videos proyectados en los telediarios el director del eforado arqueológico local se vio obligado por la actitud de los huelguistas a presentar una denuncia ante la Fiscalía para que ella ordenara a los antidisturbios a intervenir y los antidisturbios se ven obligados a recurrir al uso de violencia! La contra-violencia de los no pagados, mal pagados o despedidos se presenta como una intervención violenta en la legalidad de la barbarie. Las atrocidades de los antidisturbios se presentan como un mero repliegue de los trabajadores. Con la preparación adecuada, la inversión de papeles se hace más digerible. ¿Cómo no presentarse después los perros de los patrones como hijos de obreros, silenciando su papel y su función? Varios periódicos, radios y periodistas de la televisión deliberadamente insistieron en el pequeño número de los huelguistas. Al día siguiente lo repitió el portavoz del gobierno («30 de muchos»). ¿Por qué están sólo 30-40 si los trabajadores temporales del Ministerio son 800? se preguntaron empleando otra vez exactamente las mismas expresiones, tratando de presentar a los huelguistas como una escasa minoría, un gremio, cuya actitud no es compartida ni siquiera por su propio gremio, por lo que «ni tú tienes que estar de acuerdo con ellos, espectador. Tu posición está en la seguridad, en nuestra mayoría mediática», este es el mensaje. Ocultaron que de los 800 temporales la huelga fue convocada por los guardias temporales del recinto arqueológico de la Acrópolis. Ocultaron que todas estas personas iban a ser despedidas. Ocultaron o algunos hicieron una brevísima mención al hecho de que los guardias permanentes procedieron a una huelga en solidaridad con sus colegas y por eso la Acrópolis se mantuvo cerrada, incluso después de la violenta represión de los antidisturbios. Ninguno de los medios del régimen dijo una palabra de la manifestación de solidaridad de la misma tarde realizada a los pies de la Acrópolis. Todo esto no encaja en el mundo de la información «objetiva» de los medios de comunicación masiva. Y si encaja, se presenta de tal manera entre la marea del lavado de cerebro, que es como no se hubiera dicho. Esta es otra estrategia. El tratamiento, la elaboración de la noticia y su presentación de la manera apropiada, en la extensión apropiada, para que sirva de complemento de la desinformación.
La extensión del tema de los supuestos guardias que estaban en desacuerdo con la huelga, por los media, fue desproporcionada. A estos guardias no se les preguntó ni si son guardias de la Acrópolis o trabajadores temporales, ni si llevan casi dos años sin cobrar, ni si van a ser despedidos. Para ser más precisos se presentó un solo guardia que estaba en desacuerdo. Su pregunta podría sería al revés: ¿por qué sólo uno de los 800 u 80?
¿Se tiene el derecho a cerrar la Acrópolis? Esa era la pregunta que iban repitiendo de manera aburrida los periodistas en los telediarios. Por casualidad, exactamente lo mismo está preguntando una turista en uno de los dos videos que presentamos a continuación, como representante de la opinión pública mediática. «Podrían haber ocupado cualquier otro espacio, esto no es la tiendecita de su barrio» agregan los periodistas, respaldando lo susodicho. Actúan hipócritamente y lo hacen mal. Dicen exactamente lo mismo de las ocupaciones de escuelas, de universidades, de fábricas, de espacios públicos etc, y de cualquier movilización que sobrepase los marcos de la protesta indolora para el sistema, unos marcos fijados y determinados por los partidos, los burócratas y los gobernantes.
Están confeccionando una realidad virtual, una opinión pública mediática y se la ofrecen al espectador a identificarse con ella. Y si él no se identifica plenamente con su versión más extrema, tienen preparada otra versión más conciliadora: «Tienen razón, pero podrían haber elegido otra forma de protesta.» No es casual que en tiempos de agitación social esta sea la sugerencia que se reprodujo en el 99% de la cobertura de la noticia. Todos los medios de desinformación, sin ninguna excepción, dedicaron un tiempo desproporcionado al comentario de la noticia. No se limitan simplemente a indicarnos algunas formas de reacción indoloras para el sistema. Las transfunden al inconsciente. Todos andan hablando, deliberada y constantemente de una protesta, denotando, con el uso apropiado de la palabra, que se trata de una demanda que no pone en duda estructuras de la Soberanía, sino que busca la mejora de la posición de los protestantes en el marco de estas estructuras.
No es una casualidad que algunos de los métodos de lavado de cerebro y desorientación más viejos se hayan debilitado. Así, pasó a una escala inferior lo de los promotores de la huelga que tartamudearon al final de su reportaje por costumbre algunas redes mediáticas del régimen y repitió Papandreu al día siguiente en el Parlamento. El Poder ha modernizado su arsenal ideológico, por lo menos en lo que respecta a los métodos de lavado de cerebro.
Vean ahora los videos 1 y 2 de la cobertura de la noticia por los medios de desinformación griegos, en los que se pone de manifiesto de una forma clara todo lo susodicho.