El 2 de marzo de 2012, okupamos un edificio abandonado en la calle Deutz-Mülheimer, en Colonia, cerca del antiguo polígono industrial del grupo de empresas KHD, donde pretendemos crear un colectivo de personas que quieren vivir y trabajar juntxs, sin líderes. La okupa es un espacio de trabajo y vida lejos de las imposiciones del capitalismo. Queremos vivir sin regulaciones de estructuras jerárquicas. En Colonia, hay proyectos bastante similares a nuestro concepto de vida. El proyecto Sozialistische Selbsthilfe Köln existe desde los años 70, pero desafortunadamente, no hay mucha cabida para proyectos libertarios en esta ciudad neo-conservadora, y la mayoría de los espacios libres aún pelean por seguir con vida, mientras que mucha gente se queda sola, desempleada, sin techo, e incluso sin asistencia sanitaria. La gente debe debe incluirse en el sistema de asistencia social para conseguir todo esto. Si alguien está en paro y no quiere formar parte de este sistema, no tiene opciones.
Lxs que no están de acuerdo con el gobierno y no quieren vivir en dependencia, están siempre luchando. El Estado actúa en su contra y la policía lxs criminaliza. Pero las personas que roban porque están hambrientas, aquellas que okupan casas porque necesitan un espacio donde vivir y las personas que actúan en contra de las autoridades porque se sienten oprimidas, no son criminales. Lxs criminales son aquellxs que actúan contra la libertad, la igualdad y el cambio social: y todo esto, debido al capitalismo. Su único objetivo es ganar todavía más dinero, mientras que la mayor parte de la humanidad está sufriendo por eso.
La Ley y el Orden hacen lo que pueden para mantenernos abajo. Todxs tienen miedo a la prisión, una reacción normal, pero la mayoría de las personas olvidan que el miedo también puede ser, en sí, una cárcel. El Estado utiliza el miedo para construir una jaula en la mente de la gente. Pero, incluso, cuando tenemos miedo de la represión, nuestra voluntad es siempre más fuerte que el miedo. No nos importan ni la estructura de la propiedad ni los especuladores, y no vamos a argumentar sobre la cuestión porque esta casa no nos “pertenece”. Esta es nuestra okupa, ¡el lugar donde podemos vivir y, por eso, nos quedaremos!
Todxs son bienvenidxs a visitarnos y participar en el proyecto, pero si alguien no está interesadx en la emancipación, es mejor que no venga. En esta okupa no se puede actuar de ninguna manera discriminatoria. No toleramos el sexismo, la homofobia, el racismo y el fascismo, las discriminaciones a base de la apariencia o de clase. Tomamos una postura junto a las personas alrededor del mundo, que luchan por la libertad y la emancipación.
No se puede seguir huyendo, bajando la cabeza o siendo siervxs. Desde ahora, somos lxs únicxs que deciden sobre nuestras vidas. La lucha continúa; ¡lucha contra el sistema reaccionario!
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