El lunes, 5 de marzo, lxs anarquistas se reunieron en las plazas Lubjanka y Manege, en Moscú. Cuando lxs bloques anarquistas se dieron cuenta de que la concentración en la plaza Lubjanka contaba solamente con la participación de unas 100 personas (de las cuales, casi la mitad fue arrestada poco después por masivas fuerzas policiales de las unidades especiales OMON), decidieron dirigirse a la plaza Pushkin a eso de las 19:00 horas. Durante la concentración autorizada en la plaza Pushkin, lxs anarquistas ondearon banderas negras y rojinegras, con pancartas en los que se podía leer “Libertad o muerte”, mientras que otrxs expresaban su punto de vista sobre los últimos acontecimientos con pancartas como: “Todos ellos deben dimitir (sin reelecciones)”, “¿Para qué necesitamos un presidente?”, “Todos los políticos son ladrones y estafadores”. Con todo, la mayoría de la gente no llevaba casi nada, porque se preparaba para la confrontación.
Los enfrentamientos empezaron cerca de las 20:40. Lxs miembrxs de la oposición anunciaron que, después de que terminara la concentración en la plaza Pushkin, todxs debían dirigirse pacíficamente a la plaza Manege, donde se había montado una acampada frente a los muros del Kremlin. Pero al final de la concentración, lxs oradorxs pidieron a la gente que permaneciera en la plaza Pushkin, con el objetivo de asistir a una comprencia pública de Ilya Ponomarev, que había sido “elegido” recientemente como diputado en la Duma del Estado (camara baja de la federación Rusa).
En vista de la posibilidad de disturbios, las autoridades inundaron el centro de la ciudad de Moscú con una cantidad inmensa de unidades OMON y vehículos blindados. Los polis gritaron a través de los megáfonos que el evento había acabado y que todxs debían dirigirse a la estación de metro. Comenzaron a empujar a la gente que se encontraba por fuera de los detectores de metales, que se habían instalado en el acceso al punto de encuentro. También había anarquistas entre lxs que directamente derribaron los detectores, para poder acceder a la concentración, y se quedaron, decididamente, en los torniquetes. Los maderos atraparon a las personas que se encontraban cerca del detector derribado y arrestaron a 11 manifestantes de una forma sumamente cruenta.
Pequeños bloques de manifestantes intentaron pasar por la fuerza y consiguieron quebrar la línea policial, en dirección al Kremlin. El grupo más violento de entre lxs manifestantes fue arrestado, mientras que al resto lo empujaron hacia atrás. En esos momentos, miles de personas, incluso anarquistas, permanecían en la plaza Puschin. Muy pronto, las unidades de OMON, rodearon la concentración. Lxs manifestantes más persistentes formaron una cadena humana cerca de una fuente que no funciona durante el invierno. Finalmente los polis quebraron la cadena humana, y detuvieron y llevaron a parte de lxs manifestantes a las lecheras, mientras que a otrxs lxs persiguieron hasta sacarlxs de la plaza.
Hubo al rededor de 250 detenciones de manifestantes en el centro de la ciudad, entre ellxs, 25 anarquistas y solidarixs. Un total de 30 mil personas asistieron a las protestas (entre ellxs había también ultra-nacionalistas y neonazis), cantidad mucho menor a las de anteriores movilizaciones, ya que en diciembre y en febrero las protestas alcanzaron su punto álgido con casi 100 mil manifestantes. Lxs analistas izquierdistas “predijeron” un declive de las protestas durante la primavera y anticipan una segunda ola en verano, cuando las autoridades estatales aumenten los precios de la comida, los servicios públicos y el combustible.
fuente: avtonom.org