Desde el pasado 14 de febrero, un amplio movimiento de huelga está agitando el sector de los estudios de segundo grado (institutos y universidades) en la provincia de Quebec. Este movimiento de huelga general, dirigido sobre todo por la ala izquierdista de la coalición de uniones estudiantes, CLASS (Sigla francesa de Coalición Amplia por la Solidaridad Sindicalista Estudiantil) puse como primer objetivo, la supresión del aumento de 25% de los gastos de matrícula establecido por el gobierno neo-liberal de Quebec, el segundo aumento en 4 años, después de más de 15 años de congelación de los gastos de matrícula. El movimiento cuenta ahora con 125,000 estudiantes en huelga, y varios votos de huelga van a estar organizados en las próximas semanas por asambleas estudiantes. Muchas grandes manifestaciones reuniendo miles de personas, tal como acciones de bloqueos fueron organizados, provocando cada vez más represión policial.
El pasado 7 de marzo, la violencia ha subido un punto, cuando casi 1,000 personas bloquearon un inmueble del centro, en el cual se encuentra la sed de la lotería pública (Loto-Québec), y la de la Conferencia de los Rectores de Universidad, una organización bastante reaccionaria, que se declaró si-misma a favor del aumento de los gastos de matrícula. Bajo un sol resplandeciente, casi 200 personas lograron entrar en el edificio, bloqueando el acceso a los ascensores, mientras otrxs ocupaban las entradas de las calles contiguas, montando barricadas de rejas de metal para cortar la calle Sherbrooke (una de las más grandes calles del centro de Montreal) y para protegerse de los ataques de la policía. La brigada antidisturbios fue desplegada y atacó a los manifestantes, pegándoles con porras y escudos, echándoles spray de pimienta y tirándoles muchas granadas aturdidoras. Uno de esos aparatos, que producen una explosión atronadora y proyectan fragmentos y gas de pimienta, hirió gravemente un protestante estudiante, quien recibió esquirlas en el ojo derecho y fue llevado al hospital.
El 8 de marzo, fue operado de un desprendimiento de retina y está en peligro de perder el uso de su ojo. Parece que los antidisturbios retrasaron voluntariamente la llamada de la ambulancia después de haber acusado recibo de su “intervención”. 3 otros protestantes fueron heridos durante al asalto y 5 más fueron detenidos.
Durante la misma noche (7 de marzo), sobre las 21:00, un grupo de casi 300 personas se juntaron en ella plaza Berri, en respuesta al ataque policial, y tomaron la calle gritando “¡Maderos, Cerdos, Asesinos!”. Alcanzando la oficina administrativa central de la policía municipal, algunos furiosos encapuchados intentaron romper la ventana de la entrada con un montón de barreras de metal, antes de estar apartados por algunos pacifistas autoritarios, que prefirieron desempeñar ellos-mismos el papel de polis, afín de “preservar la imagen del movimiento”, provocando de este modo la hostilidad de algunos protestantes, que empezaron a discutir violentamente con los pacifistas. Perseguidos por un número considerable de policías, la manifestación pasó por la calles del centro ciudad, antes de dispersarse, sobre las 22:00, dejando atrás 2 protestantes detenidos y algunas ventanas rotas.
Esas despreciables, aunque previsibles, acciones del Servicio de Policía de la Ciudad de Montreal, se pueden entender mejor en el contexto más amplio de la creciente violencia policial y de la represión política en Canadá, como lo demuestran: los arrestos masivos y las detenciones ilegales de más de 1000 manifestantes durante las manifestaciones contra los G-20 en Toronto (en junio de 2010), la creación de una brigada especial por la policía de Montreal para reprimir el movimiento anarquista y, el alto número de asesinatos perpetrados por los agentes de policía.
Por ejemplo, el asesinato del joven Freddy Villanueva en 2008, que provocó disturbios en el norte de Montreal, el asesinato del sin techo Mario Hamel y del trabajador hospitalario Patrick Limoges en el verano 2011. El primero, fue abatido por policías que le conocían de nombre mientras sufría un episodio psicótico, y el segundo fue matado por una bala perdida durante el mismo incidente. Desde los principios de 2012, 2 otras personas teniendo problemas psicológicos fueron abatidas por policías de Montreal: Farshad Mohammadi, un refugiado sin techo Kurdo-Iraní sufriendo graves trastornos pos-traumáticos, y Jean-François Nadreau, un hombre pasando por una fase depresiva y suicida. Los dos fueron matados a quemarropa después de haber dirigido su rabia hacia la policía.
Tantas razones que hacen que la tradicional manifestaciñon del 15 de marzo, parte del Día Internacional Contra la Violencia Policial, sea más pertinente que nunca. Este año tiene lugar en Montreal con la temática de la represión policial.
Puedes leer también en ingles y francés >> Collectif Opposé à la Brutalité Policière / Collective Opposed to Police Brutality