El Primero de Mayo, anarquistas y anarcosindicalistas llevaron a cabo una manifestación en la capital polaca. Durante la marcha, se habló del deterioro de la situación de la clase obrera, la normalización de los contractos de mierda, el aumento de la edad de jubilación y el ataque capitalista contra los derechos laborales que conquistaron el siglo pasado. La mani crítica se opuso a los sindicatos amarillos, que se pactan con la patronal y se niegan a convocar huelgas, incluso ahora que nos enfrentamos a la peor de las situaciones.
Los carteles de la unión anarcosindicalista ZSP rezaban: “Basta de los pactos”, “La guerra de clases continúa” y “No queremos morir trabajando”. Los textos que se repartieron criticaban a los de la pseudo-izquierda que también salieron a la calle este día, y en particular la formación neoliberal de RP (Ruch Poparcia, liderada por Janusz Palikot), que mientras incorpora en su discurso temas relacionados con el estilo de vida liberal y se presenta como partido de la izquierda, vota a favor del aumento de la edad de jubilación. Antes de la mani, también se había indicado que los nacionalistas intentan apoderarse del Primero de Mayo e infiltrarse en los movimientos obreros.
Cuando pasaron por las cafeterías que estaban abiertas para lucrarse, se les indicó a lxs que estaban sentadxs que lxs empleadxs cobran por hora menos de lo que cuesta su café, y que no solo tienen que trabajar el Primero de Mayo, sino que tampoco tendrán vacaciones pagadas.
En la marcha, que llamó el interés tanto de lxs viandantes como de los medias, participaron aparte de lxs anarcosindicalistas de ZSP y la Federación Anarquista, muchos individuos anarquistas, algunos del grupo de los indignados e izquierdistas radicales que se unieron a la única marcha anticapitalista del día.