La Paz, Bolivia: Ataques incendiarios a cajero automático y oficina de los carceleros

¿Claudicar? Ni siquiera cuando -al final del camino- sin ninguna salida de salvación, me encuentre delante de la muralla de la muerte…”

Severino Di Giovanni.

Reivindicamos la quema de un cajero automático del Banco Unión en la (humeante) zona de Miraflores, mediante la colocación de un dispositivo incendiario mas dos litro de gasolina, que dejo inutilizado el recinto y la colocación de un artefacto explosivo/incendiario, en la Oficina Central del Régimen Penitenciario (carcelerxs), compuesto por 3 bombonas de gas butano/propano más un litro de gasolina, produciendo un incendio y daños en el frontis de la institución.

Entendemos que en esta guerra la memoria activa y combativa es parte medular en el ataque y en el fortalecimiento de nuestras ideas.

Miles de días se han sucedido desde que el compañero Mauricio Morales no nos acompaña “físicamente” en la lucha. Miles de días para el contar de un tiempo que generalmente va al ritmo del capital. Pero, en la guerra que libramos no ha habido un momento en que en cada risa o lagrima, en cada acción, el recuerdo vivo del Mauri no esté presente. Más ahora, en ésta noche de acción, las noctilucas brillan con mayor pasión y potencial destructivo acompañadas del espíritu y la convicción incandescente de lxs guerrerxs que día a día acompañan nuestros pasos.

En esta madrugada no sólo nuestras manos “dieron mecha” al fuego vindicador. Miles de manos acompañaron este acto, lxs compañerxs anarquistas Zoe, Lambros Foundas, Alexandros Grigoropoulos, Mauri y miles de anónimxs que en este territorio y en todas partes del mundo se mantuvieron de pie y nunca de rodillas en la confrontación de la autoridad hasta el último aliento.

Honor al compañero Mauricio Morales Duarte.

Unas Noctilucas Descarriadas.
FAI/FRI