El 4 de julio por la tarde, un grupo de unas 20 personas llevaron a cabo una cacerolada improvisada por fuera del centro de detención juvenil King County. Éramos pocxs pero hacíamos mucho ruido. Después de practicar varias formas de alboroto, finalmente, pudimos ponernos en contacto con algunos de los chavales encarcelados. Conseguimos los nombres de cinco de los internos para enviarles futuras cartas. Uno de ellos nos informó de que un carcelero había abusado sexualmente de un chaval la semana pasada. Durante la mani, varixs vecinxs del barrio se acercaron para preguntarnos qué estábamos haciendo, así que tuvimos la oportunidad de entrar en unas interesantes conversaciones sobre los planes de construcción de un nuevo centro de detención juvenil.
Después de unos minutos de charla, aparecieron unos maderos y nos pidieron que dejáramos de golpear las paredes y que saliéramos de la propiedad. Optamos por ir lentamente a la esquina y seguir un poco más con la cacerolada. Por suerte, toda la gente que participó en el acto pudo salir del lugar sin problemas.