Sigue la traducción de una breve crónica que recibimos sobre la huelga de hambre de migrantes en Lyubimets:
Actualmente, 25 personas están llevando a cabo una huelga de hambre en el centro de detención de migrantes de la ciudad de Lyubimets al sureste de Bulgaria, cerca de la frontera turca. La huelga de hambre la inicaron 14 internxs el 14 de agosto, más tarde se unieron otrxs 11. Una considerable cantidad de ellxs viene de Siria, además, cuatro personas de Irak se han unido a la lucha, mientra que entre lxs huelguistas hay también menores. Lxs huelguistas de hambres se niegan a tomar cualquier tipo de alimento y exigen la aceleración de los procedimientos de asilo y su inmediata liberación de prisión. Hay entre 55 y 60 personas en las instalaciones de Lyubumets por el momento.
Las noticias sobre la huelga de hambre en Lyubimets llegaron mientras estábamos cenando con varixs migrantes que se «hospedan» en el llamado campo abierto de Pastrogor. Soltaron la noticia como si no fuera nada interesante, pues parece que las huelgas de hambre en el centro de detención son acontecimientos usuales. Desde luego, el Ministerio del Interior no dice una palabra sobre dichas huelgas y a los medios burgueses ni les parece necesario ahondar en el por qué de tanta protesta en el campo.
Según nos cuentan lxs migrantes que están ahora mismo presxs en Lyubimet: «Nuestra exigencia es simple. ¡Nos queremos ir de Lyubimets!». Su frustración viene de una situación tipo «Trampa 22», nombre-código que describe la paradoja en la que se encuentran aquellas personas que, a pesar de obtener el estatus de refugiado en Bulgaria, no pueden obtener los papeles necesarios para alcanzar algún trabajo legal. Dicha situación ha sido ampliamente criticada por abogados y organizaciones pro derechos humanos (información relacionada, en «Centro de Alojamiento Temporal de Extranjeros» en el distrito de Bousmantsi, Sofía).
La situación en Bulgaria es tal que cuando unx cruza la frontera búlgara, se le arresta y se le acusa de «cruce ilegal». Después de unos días en estado de detención, a lxs migrantes se les envía o a Busmantsi o a Lyubimets, campos cerrados para extranjerxs. Se supone que estos sitios encierran a gente a la que le han rechazado el estatus de refugiadx y están esperando la deportación a sus países de origen. Sin embargo, la realidad es que lxs solicitantes de asilo están atrapadxs allí hasta 6 meses esperando al traslado a los centro de recepción de refugiadxs de la Agencia Estatal, donde el procedimiento de asilo tiene que empezar. A pesar de las promesas estatales de que esta detención ilegal cesará una vez el centro de Pastrogor abriera sus puertas, no es así. Pastrogor abrió el 3 de mayo de 2012 y, hasta hoy, se sigue deteniendo a lxs solicitantes de asilo.
Mientras hablábamos con lxs presxs de Lyubimets que están en huelga de hambre, nos dicen que les han contado que Pastrogor está lleno. Definitivamente, es una afirmación sorprendente, dado que la capacidad del centro es de 350 personas y, actualmente, hay entre 90 y 100 personas «alojadas».
Al acercarnos a las puertas del campo, podemos ver unas 40 personas pegadas a las ventanas de la prisión, sujetando sus camisetas por fuera de la ventana. Se puede leer LIBERTAD en letras grandes. Cuando nos acercamos a los muros con cables de púas, podemos oírles gritar: «¡Libertad! ¡Ayudadnos!». Por suerte, Ahmad, Radan y Ashi* están con nosotrxs. Llaman a gente dentro de la prisión, empezamos a hablar con ellxs por teléfono y relatan muchas historias relacionadas con la huelga.
Al tercer día de huelga (17 de agosto), lxs presxs estaban cansadxs, pero seguían fuertes. Según ellxs, no se ha hecho uso de la violencia física contra ellxs, pero cuentan historias sobre violencia psicológica. «No es asunto mío que no comas. Si te mueres, te damos de comida a los peces. Esto es Bulgaria. Si buscas derechos humanos aquí, ¡no los encontrarás», dice Ahmad, repitiendo las palabras que el «pez gordo» le dijo solo unas horas antes. Las autoridades del centro les han amenazado con que si no empiezan a comer jamás recibirán estatus en Bulgaria.
La gente retenida en Lyubimets se queja de que tienen que pagar por traductores. 40€ por persona y 100€ por familia. Ahmad preguna: «Entonces, ¿esto qué significa? Si somos pobres, ¿no somos humanxs?»
El 17 de agosto, recibimos noticias de Lyubimets, pararán la huelga durante dos días. Si el Estado no encuentra una solución, la continuarán el lunes, 20 de agosto. Tres de nosotrxs se quedan en Pastrogor hasta el 21 de agosto, os iremos actualizando con cualquier información nueva.