Parece que los fiscales a cargo de la investigación aun no han terminado de procesar a lxs miembros presxs de la O.R. Conspiración de Células del Fuego, dado que los inquisidores están preparando ahora más expedientes en sus oficinas.
Ya en agosto de 2012, un investigador de la jefatura de policía de Trikala visitó las prisiones de Trikala para notificar a los compas Panagiotis Argirou y Haris Hadjimihelakis que se han presentado nuevos cargos contra ellos, en relación a los acontecimientos que tuvieron lugar el 24 de enero de 2011, durante la segunda sesión del juicio del primer procedimiento judicial contra la CCF, o el primer juicio del “caso Chalandri”, con respecto a tres explosiones (en las casas de dos parlamentarios, Panagiotis Chinofotis y Louka Katseli, y al Ministerio de Macedonia y Tracia). Ese día, a la salida de los compas del juzgado del terror se desató una escaramuza con los maderos que los condujeron a la sala de interrogatorios. Varios de esos maderos presentaron una demanda contra los compas, a los que acusaron, entre otras cosas, de intentar escaparse, atacarlos con varios objetos, como un extintor, insultarles y amenazar sus vidas y su seguridad personal, enfatizando que los compas en ningún momento dejaron de atacarles, ni cuando estaban esposados. Basados en estos testimonios, se cree que a los dos se les acuse de agresión (ocasionando daño corporal), amotinamiento, etc.
Tras este nuevo proceso ensayado, de nuevo, los famosos interrogadores-investigadores especiales Baltas y Mokkas citaron a lxs nueve miembros de la CCF, junto al compa anarquista Theofilos Mavropoulos, en referencia a un ataque incendiario a un vehículo de la Empresa de Seguridad Katrantzos en la zona de Galatsi (Atenas) durante la Nochevieja de 2009. Aun no está claro si este proceso se dio justo ahora de forma deliverada o por casualidad, teniendo en cuenta que el caso de las 250 acciones incendiarias y explosivas comenzó hace un par de meses. Sin embargo, una cosa está clara: parece no haber fin para la persecución a lxs nueve miembros de la CCF y el anarquista Theophilos Mavropulos. Surgen constantemente nuevos expedientes y procesos como recordatorio vengativo de que el sistema no se olvida de aquellxs que, abiertamente y de facto, desafían y declaran la guerra contra lo existente optando por la acción directa anarquista.
Compas solidarixs