Roma, Italia: No al MUOS. Por una nueva movilización antimilitarista

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No al MUOS, No a Sigonella (base aérea de Sigonella en Sicilia, Italia), No a la guerra

El MUOS es un sistema de telecomunicaciones de radar con cobertura global, en fase de realización, que prevé cuatro instalaciones radar-tierra y cuatro satélites en órbita. Este sistema constituye uno de los proyectos más ambiciosos de reestructuración y modernización militar de todos los tiempos, indispensable para la marina estadounidense para dirigir sus operaciones en mar, tierra y aire, en un escenario bélico internacional en continua expansión.

La enorme mole de informaciones que este sistema tiene que recibir y transmitir produce potentísimas emisiones electromagnéticas que, además de impactar de forma devastadora en el ecosistema, garantizan la coordinación y la operatividad de las infraestructuras tecnológicas de la guerra cibernética: drones, es decir aviones sin piloto dotados de armamento de todo tipo, submarinos a propulsión y con armamento nuclear, cazabombarderos de última generación. La máquina bélica neocolonialista que garantizará la expansión y consolidación de nuevos mercados y, con ello, la tan invocada recuperación económica tendrá una única y omnipotente administración: el MUOS.

El actual escenario internacional no es del todo diferente al periodo que precedía a las grandes guerras del S.XX. Ese momento histórico señalaba la primera gran crisis de sobreproducción capitalista. Ya entonces las grandes potencias, para garantizar su estatus, apuntaban sus cañones hacia los mercados en expansión. Reforzar el sentido patriótico en defensa de los intereses nacionales y afianzar la asociación entre política y economía de guerra era la prioridad para poder levantar el destino de los mercados financieros.

Hoy, gracias a la sombra del terrorismo internacional, el aparato militar y sus descubrimientos tecnológicos, se propaga como una mancha de aceite, cruza los confines de los estados nación y se extiende a las políticas de seguridad, de control y represión del conflicto interno. El intercambio entre investigación y aplicaciones militares impregna a toda la sociedad, desde las universidades hasta llegar a los grandes centros de investigación como el ENEA (Agencia nacional para las nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo económico sostenible) y el CNR (Consejo Nacional de Investigaciones). El avance de la investigación italiana, pública y privada, está dando importantes resultados en sectores como el nano/biotecnológico, la robótica y la inteligencia artificial con amplio uso en aplicaciones doble-uso (civil-militar). Estas nuevas ramas de la ciencia están revolucionando velozmente no solo los sistemas de guerra sino a toda la sociedad.

La elevada automatización de los sistemas de “Comando, Control, Comunicación, Inteligencia y Reconocimiento” que constituyen el sector operativo de la investigación militar denominado C4ISR es uno de los componentes estratégicos del MUOS. La despersonalización y la alienación en los mecanismos de guerra es cada vez más una realidad y está transformando la percepción del conflicto: para bombardear un territorio basta sentarse cómodamente en un sofá con un monitor y un joystick. Esta nueva concepción de intervención, unida al desarrollo de  nuevas armas de destrucción masiva constituye, por razones obvias, una amenaza cada vez más concreta para la vida de este planeta.

El MUOS representa la reafirmación de la tecnocracia androcrática: la superioridad tecnológica, obsesivamente  buscada y alcanzada por las élites político-económico-militares encuentra su realización plena en este sistema de control y agresión. Su estructura altamente centralizada y jerarquizada es la expresión consecuente del concepto patriarcal de imposición del derecho de la fuerza. La razón de ser del Estado totalitario que se impone explotando las innumerables contradicciones del estado democrático.

Los acuerdos entre el Ministerio de Defensa y el Departamento de Defensa de EEUU de 2006 hablan claro: sobre el proyecto MUOS, alojado en la base NRTF de Niscemi, “no hay manera de que las autoridades italianas ejerzan su soberanía ni ningún control”. Como perfecta continuación de las maniobras de contrarevolución de la posguerra y de los años ’70 (operación Gladio, Estrategia de la Tensión, etc.), Italia y EEUU continúan tejiendo la trama de un control social cada vez más total que pasa necesariamente por la imposición de un estado de guerra hipertecnológica permanente.

Retomar el hilo de un discurso antimilitarista significa actualizar y renovar la riqueza histórica de las prácticas antiautoritarias en los puntos críticos del conflicto social en curso. Aportar un giro antiestatal a las luchas en defensa de la tierra y abrir importantes capítulos de estas luchas en lo que respecta a centros de investigación y desarrollo de nuevas tecnologías, servidumbre militar, centros de investigación, sitios de almacenamiento y tránsito de material nuclear, nocividades que continúan devastando y contaminando a esta ya maltratada tierra. La lucha contra el MUOS puede ser un nuevo comienzo.

Anarquistas Antimilitaristas de Roma