El 11 de abril por la noche, en Milán, rajamos las gomas de 75 cohes entre 4×4 y de lujo, un coche de la empresa de transportes ATM y dos furgonetas Marr, empresa del grupo Cremonini que se beneficia, entre otras cosas, del suministro de alimentos a las prisiones. Hemos pensado con alegría en las caras de los propietarios que al día siguiente encontrarían en ruinas sus costosos símbolos de estatus y perderían horas de su «preciado» trabajo. Nuestro desprecio, sin embargo, no solo se dirige hacia el lujo y el capitalismo, sino hacia todos los productos de esta sociedad tecnológica y alienada.
Sergio, esta acción te la dedicamos a ti, ¡tu fuerza y determinación nos inspira a actuar!
¡Saludos y fuerza también a los/as prisioneros/as anarquistas Elisa, Peppe, Stefano, Ale, Alfredo y Nicola!