El 23 de junio, unas 10 000 personas se manifestaron en las calles de París, desde la Ópera hasta Stalingrad, pasando tanto por los barrios más burgeses de la capital como por lo que queda de los barrios más populares, para rendir homenaje a Clément y, más en general, contra la extrema derecha y sus ideas.
En la cabecera de la marcha, lxs antifascistas autónomxs, organizadxs o no, eran más de la mitad de la manifestación. Entre ellxs, por supuesto, Acción Antifascista Paris-Banlieue, Sus Etudiants y el Capab (Colectivo Antifascista Paris-Banlieue), pero también un bloque de sin papeles, el colectivo de apoyo a lxs romaníes, militantes LGBT, para denunciar la violencia de los grupos de extrema derecha, además del racismo de Estado, la islamofobia, la homofobia y el antisemitismo.
Vinieron antifascistas de toda Francia y el extranjero (un saludo especial a lxs compas de Alemania) porque nuestro antifascismo es internationalista. Durante el recorrido, se atacaron algunos carteles publicitarios y bancos, porque nuestro antifascismo también es anticapitalista.
Finalmente, después de una manifestacion determinada pero con ambiente festivo, la policía atacó a lxs militantes que se quedaron en la plaza. Parecía que el Estado quisiese pitar el final del recreo… Pero, para nosotrxs, no se trata de un juego: es en la calle que ahora, mañana y siempre, damos y daremos vida a nuestro antifascismo.
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