Sobre el incendio a las máquinas de la empresa Geomont en el Valle de Susa el 30 de agosto de 2013
¿Y si alguien hubiera decidido atacar a la Geomont por su participación en la devastación del Valle de Susa?
Seguramente, se habrá quedadx atónitx y asqueadx por el comunicado “recibido y publicado” en la página web notav.info el día después del incendio de la nave de la empresa de Bussoleno. También porque, entre las sugerentes hipótesis enumeradas como posibles verdades del hecho, daño voluntario al propietario y ataque mafioso, falta justo la de que alguien con plena consciencia y voluntad haya decidido atacar a uno de los tantos que participan en la masacre del Valle.
A lo largo de los años, desgraciadamente, se ha dado con frecuencia que actos individuales y de pequeños grupos en apoyo a la lucha contra el TAV fueran estigmatizados, incluso en notav.info, como provocaciones o, peor aún, como gestos de alguien que “no es ni del valle ni del movimiento notav”.
Es extraño, después de tantos años de lucha, tener que seguir sacando a colación estas cuestiones.
El movimiento notav es enorme y complejo. Es la gente de Valsusa. Son todas las miles de personas que, desde hace años, pasan breves y largos periodos por el territorio donando sus propias energías, tiempo y, a menudo, hasta la libertad. Es la gente que, en Italia y el mundo, apoya y da fuerza a la lucha con actos de solidaridad y complicidad.
Y, entonces, ¿quién decide, dentro de una realidad tan variada quién tiene o no tiene el derecho de aportar su propio granito de arena, para construir el camino hacia la liberación del Valle?
Pero aquí, igual, se presenta un discurso ya superado. ¿Quizás no es verdad que desde hace bastante tiempo el sabotaje, práctica adoptada desde siempre en las luchas populares, ha sido acogido y asumido en Valsusa y que, desde hace tiempo, ya nadie se permite censurar o condenar esos gestos que golpean a los responsables materiales de la construcción del famoso túnel? Quizá no sea un paso fácil de dar y muchxs de lxs que viven y miran a esta lucha estén todavía haciendo cálculos. Pero si olvidamos este paso histórico y permitimos dar pasos hacia atrás en el crecimiento colectivo del movimiento notav, dejamos espacio a la represión y al miedo. El sabotaje como medio de lucha, la distancia entre justo y legal, la necesidad de la defensa y del ataque, la diferencia entre una vida tomada por las riendas y la supervivencia pasiva. Todas son cosas que muchxs de nosotrxs hemos aprendido luchando. Y que se defienden como las montañas.
¿Cómo es posible acoger en una de las web más leídas como voces del movimiento notav un comunicado que dice “sabemos que el movimiento notav no ha prendido el fuego”? ¿Quizá quien lo ha redactado conoce a todxs lxs notav del mundo, sus impulsos y acciones, sus prioridades y objetivos? Y si incluso se encuentra una ineludible y épica tensión democrática (del tipo: no estoy de acuerdo con lo que dices pero me muero por dejártelo claro), ¿cómo es posible dejar que escritos como este caigan en un indiferente y ensordecedor silencio?
Las hipótesis propuestas por el comunicado son las que se podrían hacer siempre después de un ataque incendiario. Incluso si la empresa no está en quiebra, podría querer renovar la maquinaria o cosas por el estilo. Incluso las represalias de tipo mafioso, común en estos ambientes, están siempre a la orden del día. Además de sentir un sano desprecio por la conspiranoia y el complotismo y mantenerlos lejos de nuestras bocas y de nuestros corazones, ¿no nos tendría que salir más natural encontrar el sitio para este episodio entre todos los similares que, desde hace algunos meses, iluminan las noches del Valle de Susa? En lugar de arriesgar a rebajar el gesto de algún/a valiente notav, defendamos públicamente de la represión a nuestrxs compañerxs de lucha de la única forma digna posible. Reivindicando cualquier gesto llevado a cabo contra el avance del monstruo TAV como patrimonio de todxs nosotrxs.