31 de diciembre de 2013
Hoy, encontrándome en mi 50º día de huelga de hambre, observo cómo los mecanismos estatales a través de sus negligencias, intentan desgastarme. Mi respuesta es continuar la lucha. Pero esta decisión mía no puedo permitir que sea en coste de mis compas.
Los solidarios huelguistas de hambre Ergün Mustafa, Rami Syrianos y Michalis Ramadanoglou siguieron mi decisión de abstenerme de alimentos desde el 11 de noviembre, exigiendo que se me absuelva del montaje que se me imputa y que me devuelvan los permisos de salida de prisión.
Se trata de tres verdaderos luchadores que, desde dentro de las mazmorras, están en huelga de hambre, Rami Syrianos, desde el 21 de noviembre, y Ergün Mustafa y Michalis Ramadanoglou desde el 25, a quienes les pido que no «caigan», y que acepten mi propuesta, que es seguir en pie y mantenerme a mí y nuestra lucha vivos. Les he pedido intensamente a mis hermanos solidarios que finalicen la huelga de hambre, puesto que ya han alcanzado su objetivo, es decir, mostrar la fuerza de la solidaridad y trasladar afuera el mensaje de la resistencia colectiva, estando a mi lado.
Nuestros cuerpos y nuestras mentes funcionaron unidos y, si sigo aguantando, es gracias a ellos. Su irreductible convicción y su praxis de involucración absoluta a mi lucha quedará marcada en mi corazón para siempre y en la memoria de todxs nosotrxs como el culmine de la responsabilidad política de enfrentarnos juntxs y de manera frontal al enemigo.
La libertad nos pertenece y la recuperaremos. Siento que debería hacer pública, mediante esta carta, mi petición a mis compas. Continúo, estamos juntxs y seguiremos juntxs hasta el final.
¡La pasión por la libertad es más fuerte que todas las celdas!
La resistencia y solidaridad nos une y nos sigue manteniendo vivxs.
«… Enfrentándonos a nuestro enemigo, tenemos que aclarar, de forma simple, nuestra posición… No pedimos misericordia y no haremos ninguna concesión» Terence MacSwiney.
Spyros Stratoulis,
Preso en la cárcel de Larisa