El martes, 23 de diciembre del 2014, alrededor de las 11 de la mañana, la Digos (policía política) de Bolonia invadió las casas de cuatro compañerxs en busca de armas y explosivos (art. 41 TULPS), tras el incendio de cables de la línea ferroviaria de alta velocidad entre Bolonia y Milán que se llevó a cabo unas horas antes a las puertas de Bolonia.
Los registros se llevaron a cabo con bastante rapidez, pero no llegaron a ningún resultado. Se trata, obviamente, de una especie de rito que hay que cumplir después de los chillidos del ministro de Transporte e Infraestructura Maurizio Lupi, que no perdió el tiempo para hablar de terrorismo. Para demostrar que la policía está y la policía hace.
Todo nuestro disgusto para quién continúa a enfilar la nariz en nuestras casas. Toda nuestra solidaridad con Chiara Zenobi, Claudio Alberto, Mattia Zanotti y Niccolò Blasi, finalmente fuera de la cárcel, aunque todavía bajo arresto domiciliario, y a Graziano Mazzareli, Francesco Sala y Lucio Alberti, todavía en la cárcel por el sabotaje a las obras de TAV en Chiomonte el 13 de mayo del 2013
¡Todxs libres!