1ro de mayo de 1886, en Ia ciudad de Chicago millones de personas se movilizaron ante Ia crisis capitalista de entonces; desempleadxs, explotadxs, estxs últimos pidiendo Ia reducción de Ia jornada laboral que Ilegaba hasta 15 horas (incluidos domingos y feriados) a 8 horas de trabajo. Esta crisis generó millones de desempleadxs y bajos salarios, en Ia que mujeres y niñxs trabajaban cobrando salarios míseros por el mismo trabajo que los adultos realizaban. Dentro de esta revuelta hubo acciones violentas contra los representantes y defensores del Poder, compañeros anarquistas detenidos y encarcelados, incluso 8 sentenciados a pena de muerte.
Actualmente las condiciones de explotación se siguen reproduciendo a costa de una sociedad que acepta una forma de vida sumisa y conformista, el Capitalismo ha vivido una metamorfosis de un Capitalismo industrial a un Capitalismo financiero, pero un elemento revolucionario importante es desnudar Ia sociedad, en Ia que inevitablemente Ilegamos a ser cómplices de Ia explotación de Ia tierra y lxs animales humanxs y no humanxs, en Ia que nosotrxs mismxs sostenemos el Estado Capitalista, a través de nuestra indiferencia, nuestra hipocresía, nuestra sumisión. El pedir mejores condiciones de trabajo, salarios acordes a Ia canasta familiar, leyes o reformas es solo fortalecer el Poder, mientras este exista es inevitable vivir en una sociedad carcelaria con rejas y a cielo abierto, basada en relaciones de dominio y autoridad, donde no cuestionamos nuestro aporte a Ia perpetuación de un esclavismo sistemático y consumista, en las que nos consideran mano de obra, despojándonos de nuestra libertad individual. La normalidad de nuestras vidas inmersas en las instituciones del trabajo, Ia escuela, Ia familia nuclear, las cárceles, las religiones debe ser interrumpida, esa normalidad nos lleva a nutrir estas instituciones del dominio y Ia autoridad, nos hace cómplices del sistema establecido.
Nos queda destruir Ia sociedad de clases, al Poder junto a sus llunk’us y alcahuetes, nos queda adherirnos a esa maravillosa manifestación de libertad llamada GUERRA SOCIAL. Pedir mejo res salarios, mejores condiciones o seguridad Iaboral perpetua a Ia explotación, quienes ganan a costa del trabajo de Ixs asalariadxs son los capitalistas, los patrones, empresarios o como se Ilamen. Suben los salarios, por consecuencia sube el costo de vida, sube Ia exigencia en eI trabajo, aumentan los mecanismos de control (relojes-tarjetas, cámaras de seguridad para hacer mas efectiva Ia explotación), suben las ganancias de Ixs explotadorxs.
No queremos ni deseamos festejar eI 1ro. de mayo como un día cualquiera, porque no ce lebraremos ser explotadxs solo 8 horas en Iugar de 10 ó 15, celebramos en cada ataque, en cada gesto de insumisión. Hasta que vivamos autoorganizadxs en Iibre asociación, sin dirigencias ni jerarquías.
A Ia memoria de Oscar Neebe, George Engel, Michael Schwab, A.R. Parsons, Louis Lingg, Samuel Fieldon, August Spies y Adolph Fischer, compañeros anarquistas asesinados mediante Ia pena de muerte por Iuchar eI 1ro. de mayo de 1886 en Chicago.
!LIBERACIÓN TOTAL CONTRA TODA FORMA DE AUTORIDAD Y REPRESENTACIÓN!
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