Algunas informaciones y reflexiones en torno a los recientes ataques represivos hacia lxs anarquistas en Uruguay
El 21 de marzo es desalojado el centro social autónomo La Solidaria, después de casi un año y medio de la llegada del primer cedulón, de las idas y vueltas de un largo proceso y de una agitada campaña en rechazo y resistencia a esta amenaza inminente. Estas líneas van para aquellxs que deseen tener otra versión de los acontecimientos, distinta y poco cómoda, diametralmente opuesta a la de los medios de desinformación que se encargan de crear opiniones y realidades a fuerza de miedo, fábulas y espectáculos en defensa y perpetuidad del sistema que la alimenta. Prensa que muy convenientemente contará una parte y con pretendida ceguera “analizará” los hechos y volcará su versión hacia una masa inerte que digiere morbo consumiendo ese relato.
Para repudiar el desalojo fue convocada una concentración, que reunió más de cien personas que buscaban, más allá de defender su espacio físico, defender una visión del mundo que desea existir sin el poder, que alienta a la creación de relaciones que caminen en el sentido opuesto al de la autoridad y de la dominación. Tal manifestación, demostraba en la calle que la energía que por cinco años impulsó a este proyecto, estaba y seguía más viva que nunca. La casa quedaba para atrás, nuevamente volviendo a ser lo que había sido un día, antes que la ocupasen, un montón de hormigón al servicio del capital. Ese día perdimos una casa, pero ganamos la calle, nos despedimos de La Soli con fuego cortando la avenida, con una pequeña fiesta destructiva que atacó la materialidad del poder y la monotonía ciudadana.
Luego de la concentración, la policía bajó de un ómnibus a varias personas en la calle Libertador, a varias cuadras de La Solidaria. Dos de ellas son detenidas por desacato. Lxs detenidxs pasan a juzgado el 22 y el 23 de marzo, quedando finalmente en la calle en calidad de emplazadxs. Se lxs acusaba de haber tirado piedras a la policía y a una iglesia basándose en la declaración de cinco policías y una señora de la iglesia. Resulta hasta gracioso cómo pueden ser tan caraduras para construir sus mentiras. Ese día nunca hubo un enfrentamiento con la policía, estuvieron todo el tiempo en la vuelta, siguiendo de lejos, y recién cuando la concentración se dispersaba apareció la GRT y el GEO. En ese momento, ellos detienen el ómnibus y se producen las detenciones. Ese mismo día la prensa se encarga, con sus intencionadas mentiras, de confundir a quienes no estaban allí, criminalizar a quienes se salen del orden establecido, y preparar el escenario para las fuerzas represivas. Una vez más, la prensa apunta, la policía dispara, y la justicia encarcela…
En las semanas siguientes, lxs anarquistas pasarán a ocupar nuevamente las portadas. La figura de estxs delincuentes, violentxs y revoltosxs alarman a la población, escandalizando a la moral ciudadana buscando estigmatizar a quienes osan rebelarse y tomar la violencia en sus manos para dirigirla a quien nos violenta cotidianamente. Además del escándalo generado por los disturbios, el enfoque mediático/policial también estuvo dirigido al estado en el que había quedado la casa, no muy distinto al que estaba antes de ser ocupada, cuando funcionaba como un “hogar de niñxs”.
Cuando la prensa habla de delincuentes, jamás lo hace refiriéndose a la clase privilegiada que despoja a lxs individuos de su fuerza y voluntad. Delincuentes no le dicen a lxs que han fundido y fundado bancos, dejando a muchxs sin los ahorros generados en toda una vida de humillación y explotación. Cuando repudian la violencia no hablarán nunca de la ejercida por el estado y su aparato represivo, ni de la explotación cotidiana a la que nos acostumbran y reproducimos.
Nunca contrariarán la escasez en la abundancia, donde hay tantas casas sin gente y gente sin casas, donde hay tanta hambre y tanta opulencia. Nada cuestionan de un mundo en donde la sumisión es la norma y quien sacuda sus cadenas desafiando este mundo de miseria y muerte será castigadx.
El martes cuatro de abril, es allanada la Casa de la Filosofía, en la supuesta búsqueda de los pisos y las puertas que faltaban en La Solidaria. Los guardianes de la ley y el orden, demostrando una vez más la ironía de este sistema, hicieron de esto un procedimiento totalmente irregular, deteniendo gente sin orden, quedándose solos en la casa durante horas, y lejos de buscar solamente madera, se llevaron computadoras, cámaras y aparatos electrónicos. Ese día cuatro personas son detenidas, de las cuales dos pasan a juzgado, quedando finalmente en la calle.
Ese mismo día es allanado el domicilio de unx compañerx, quien es detenidx quedando procesada sin prisión por daños, también relacionado al estado en el que se había encontrado la casa.
Al día siguiente, miércoles cinco de de abril, otrx compañerx es detenidx en la puerta de su casa, siendo llevadx directamente al juzgado, quedando en la calle en carácter de emplazadx.
El martes 18 de abril, otrx compañerx es detenidx por inteligencia mientras caminaba por la calle, pasando a juzgado y siendo liberadx varias horas después ya en la madrugada, procesadx sin prisión por hurto, vinculándolx con los hechos antes citados.
Para el día veinte de abril, seis personas más fueron citadas al juzgado, quedando todxs ellxs en la calle sin cargos. Ante estas situaciones la solidaridad no se hizo esperar, habiendo concentraciones en las puertas de los juzgados y comisarías cada vez que había unx detenidx.
No deberían ser sorprendentes las persecuciones e intentos de amedrentarnos, pues lo entendemos como parte de la posición que hemos asumido, enemigxs acérrimxs del estado y el capital, de la norma social que intenta encarcelarnos en cuerpos y mentes. El sistema judicial no se sustenta en su propio concepto de justicia, sino que a través del miedo obliga a las personas en el orden impuesto.
A todxs lxs que nos rebelamos, nos presentarán como vándalxs y violentxs, y les decimos que si defender formas de vivir opuestas a la del dominio es ser vándalxs, lo somos. Si practicar la solidaridad, la autogestión, la acción directa es violentar al sistema, entonces somos violentxs.
Somos peligrosxs porque sabemos que otro mundo es posible y lo construimos cada día. El poder no tolera que se lo cuestione ni que se demuestre que prácticas que lo enfrentan no son sólo posibles, sino necesarias, castigando de manera ejemplificante a todx aquellx que tome estas prácticas en sus manos, porque temen al contagio, porque saben que somos muchxs lxs que les declaramos la guerra. Seguiremos por nuestro camino, acompañando cada compañerx represalidx, haciendo viva siempre que sea necesaria la consigna de que si tocan a unx tocan a todxs!
Aprovechamos estas líneas para mandar un guiño de complicidad a todxs lxs rebeldes presxs y perseguidxs en cualquier rincón del mundo, de Uruguay a Turquía, de México a Bielorrusia, en especial mucha fuerza y cariño a Juan, Nataly y Enrique en Chile, y lxs compañerxs acusadxs de atraco en Aachen, Alemania, que están enfrentando sus juicios estas mismas semanas.
Sin mucho más para decir seguimos con el viejo grito calentando nuestro pecho:
¡¡Que viva la anarquía!!
¡Los espacios okupados no pararán!
¡La lucha contra la explotación y toda autoridad no parará!
Algunxs Vándalxs, Violentxs y Peligrosxs Amantes de La Revuelta