Al caer la noche, nos juntamos en nuestro punto de encuentro -el campo de tiro-, oscuro y muerto de la ciudad de Santiago, solo el viento y la oscuridad nos hacían compañía. El objetivo estaba claro, cada uno cumpliría un importante y delicado papel.
Emprendimos camino a la bastarda carnicería con los materiales listos, al llegar, la adrenalina estalló, no había noción de tiempo, la inquietud estaba latente. Abrimos el lugar, pero en el momento más importante, nos cae el aviso. Lxs pacxs.
No pudimos concretar el hermoso fuego. Comenzó la huida, todxs al punto de encuentro. La preocupación estaba en la mente, todo se comenzaba a complicar, conejeamos por la población para salir del perímetro, sentíamos a lxs pacxs encima, furgones nos acechaban. La yuta se dio cuenta de nuestra acción, quizás pensaron que se quería concretar un robo y desataron la cacería.
Entre montes y cerros, madrigueras de animales, arrancamos. Ya pasado un rato, todxs reunidxs, esperamos a que las rondas policiales terminaran.
Esta vez nuestra acción incendiaria fue frustrada, pero no nos desanimamos. Esto es un camino que hay que seguir recorriendo, en otras oportunidades hemos concretado bonitas acciones, cortes de ruta, sabotajes, pequeños robos, hemos logrado liberar algunos animales, ETC. Todo desde el anonimato. Seguimos firmes por la misma senda.
A 3 años exactos de la muerte del cabro chico insolente, que dio hasta el último aire en esta guerra, sin miedo lo vimos luchando. Javier Recabarren en la mente de nosotrxs siempre estarás, lxs cabrxs te llevamos en los corazones y en cada una de nuestras acciones. Tus barricadas no se apagarán. Seguirán atrayendo a nuevos guerrerxs a la lucha.
Hasta acabar con la civilización…
Liberación animal y de la tierra YA!