Comunicado recibido junto con la foto el 11/09/2018:
Santiago, 11 de Septiembre 2018
«Hemos decidido rebelarnos frente a esta realidad de mierda, que sin duda nada tiene que ver con nosotros. Pasan los años, y una pregunta me da vuelta en la cabeza. ¿Será siempre así? ¿Es que no tenemos derecho a una vida digna y alegre? ¿Todos los días serán iguales?
Nos cansamos de aplanar esquinas. De estudiar sin saber para qué. De tener que sacarse la cresta por un pedazo de pan. Nos cansamos de ver prostitutas de 11 años y que nos inunden con el Mapocho para salvar a Providencia. Estamos cabreados de los milicos asesinos, de pacos locos y prepotentes, de gerentes ladrones. (…) Queremos ser personas, vivir nuestra juventud. (…) Que no quede ningún asesinato, tortura o atropello sin justicia».
-Movimiento Juvenil Lautaro
El 11 de Septiembre es un hito, marca un antes y un después, lo queramos o no. El 11 de Septiembre ricxs y poderosxs de Chile golpearon la mesa e hicieron prevalecer sus privilegios. El proyecto legalista de la Unidad Popular y también expresiones más radicalizadas de la lucha, vieron notoriamente mermadas sus fuerzas para combatir lo que se avecinaba, de esta manera terminaron siendo aplastados por la bota militar. La derrota fue instalada. Los deseos y las ansias de libertad no pueden ser defendidos solo con buenas intenciones, esto lo aprendimos del dolor que conlleva una lección como esta.
La sociedad chilena fue quirúrgicamente modificada entre decretos, leyes, toques de queda, detenidxs desaparecidxs, muertxs (en falsos y reales enfrentamientos), montajes que avalaban el actuar dictatorial, torturadxs (humilladxs, violadxs, o llevadxs al extremo en simulaciones de fusilamiento), presxs políticxs, exiliadxs, entre otros tantos hechos cuya descripción se vuelve una pesadilla. No obstante y pese a ello, el 11 de Septiembre es una fecha de memoria y de no resignación a los sueños por una vida mejor.
Prueba de esto es que elementos subversivos realizaron un ataque armado contra el domicilio del bastardo Manuel Contreras en la aburguesada comuna de Providencia a solo meses de instalada la dictadura, intentando con ello descabezar a una de las mentes más siniestras y retorcidas que amparaba el Estado (vaya nuestro salud por eso). Por otro lado, artefactos explosivos instalados por combatientes del MIR frecuentemente le recordaban al enemigo y a la sociedad chilena que la lucha seguía pese a la clandestinidad. De esta forma continuó agudizándose, a tal punto que su climax se ve reflejado en la emboscada sin precedentes que realizan miembros del FPMR contra la comitiva en la que viajaba el dictador Augusto Pinochet para el año 1986.
Pese a ello el fraude de la democracia logró engañar e imponerse. Los tiempos supuestamente cambiaron y los que antes prometían “mayores libertades” solo perpetuaron los últimos amarres de la dictadura, asesinando y haciendo prisionerxs a quienes no claudicaron. Así solo vino más represión. Los grupos político-militares terminaron por ser completamente desarticulados y la suerte de sus guerrillerxs es dispar.
Esto ocurre bajo el discurso de la reconciliación, de la “justicia en la medida de lo posible” y de la criminalización de la subversión. La figura del Estado cobra validez social, escondiendo sus contradicciones con ayuda de la prensa, y poniendo como “nuevo problema nacional” la delincuencia y el «terrorismo».
Paralelamente se alza desde la sedición, la voz de lxs anticarcelarixs y de aquellxs que ponen como horizonte la emancipación y autonomía. La lucha contra el poder representado en el Estado se posiciona desde las nuevas generaciones que dan continuidad a la tradición subversiva en búsqueda de la libertad.
De esta forma nace, se re-articula, crece y se multiplica la subversión autónoma y libertaria. Lxs anarquistas son protagonistas a través de la contracultura, la lucha callejera, las manifestaciones y el sabotaje, reivindicando la violencia política en el contexto democrático.
Claudia López sería partícipe de este accionar político de forma constante y en varias instancias. Así el 11 de Septiembre de 1998, la compañera tomó parte de los enfrentamientos contra los agentes del orden en la población La Pincoya, sumando fuerzas con quienes participaban del desborde contra el olvido y el acomodo. Su joven vida sería apagada por las balas de Carabineros de Chile.
Recordamos también al compañero anarquista Jonny Cariqueo, detenido un 29 de Marzo de 2008 en una de las múltiples conmemoraciones el día del Joven Combatiente, siendo brutalmente golpeado por Carabineros de Chile al interior de la 26° Comisaría de Pudahuel, hecho que provocó su muerte 2 días después.
Nuevamente la democracia se defiende a sangre y fuego, pero nosotrxs no olvidamos. Por eso hoy 11 de Septiembre de 2018, es que los grupos de acción firmantes saldremos con nuestros ingenios artesanales [1] una vez más a la calle, conmemorando la muerte de nuestrxs compañerxs. Porque Septiembre es negro y combativo.
¡Porque la dictadura del capital nos sigue asfixiando!
¡Abre los ojos, es tiempo de luchar!
¡Mientras exista miseria, habrá rebelión!
Núcleos Antagónicos de la Nueva Guerrilla Urbana
– Fuerzas por el Desborde de la Civilización
– Columna Insurreccional “Ira y Complot” – FAI/FRI
– Escuadrón Insurrecto Verdinegro Autos para Barrikadas
[1] Entre varios ingenios, destacamos la granada de mano de fabricación casera, presente en manuales de grupos insurgentes que hicieron uso de ella en numerosas ocasiones, principalmente durante la dictadura militar en Chile.