Comunicado recibido junto con la foto el 01/06/2019:Huelga de hambre de compañeras anarquistas contra la opresiva detención por parte del Estado italiano en la prisión de L’aquila en Italia.
Silvia, detenida el 7 de febrero en el marco de la ‘Operazione Scintilla’ -una operación del Estado judicial destinada a reprimir la lucha contra los Centros de Residencia para la Repatriación (antiguos CIE)-, se encuentra ahora detenida en la prisión de máxima seguridad de L’Aquila, tristemente conocida por ser utilizada principalmente para detener a personas bajo el régimen de 41 bis, un tipo de detención dura y de máxima seguridad.
Hace dos meses se inauguró la nueva sección de AS2, donde Silvia y Anna fueron transferidas. Pero la locura del 41 bis afecta a todas las secciones. 41Bis, AS1, AS2, AS3…circuitos diferenciales, regímenes carcelarios duros, dirigidos a categorizar a cada detenidx según las características específicas identificadas por el aparato de control y represión del Estado. Dividir para un mejor control.
El 41bis es una tortura. Esa prisión es una tumba.
Reducción de las horas de entrevista, censura y controles de correo, posibilidad de tener sólo 4 libros y 6 prendas de vestir en la celda, uso maníaco del detector de metales en cada entrada y salida de la celda y ducha. Dos registros corporales al día. Prohibición de escuchar música, control total de los objetos personales.
De sus palabras. «El paseo al aire libre es de unos pocos metros (8×10), y la llamada «socialidad» es una broma de mal gusto que debe realizarse al mismo tiempo y en la misma sala (una antigua sala de entrevistas) las funciones de socialidad (sólo hay una mesa de centro con 4 sillas), gimnasio (sólo hay una bicicleta), y lugar de oración. La ruptura del día impuesto (7 a.m. apertura blindada, 7:15 a.m. post recolección, 7:30 a.m. carrito de desayuno, 8 golpes, 9/11 aire, 11:30 a.m. comida, 12/13 almuerzo compartido, 13/15 socialidad, 15 golpes, 3:30 p.m./17:30 aire, 5:30 p.m. comida) junto con el control visual casi continuo, dada la obligación de que el vehículo blindado abra hasta el cierre a las 8 p.m, -excepto por una hora y media cuando se permite acercarse después del almuerzo-, son típicas de una prisión de cuartel. En resumen, si la sección AS2 no tiene una regulación adecuada, en realidad ha adoptado reglas de 41bis con las presiones relativas, obviamente sin llamarla así. Todo está diseñado para aniquilar a lxs internxs y romper cualquier forma de resistencia.
Ahora a Silvia le imponen la videoconferencia, negándole el derecho a estar presente en su propio juicio y la posibilidad de reunirse con sus compañerxs en las audiencias. La videoconferencia es otro instrumento de represión y aislamiento. La detenida es llevada a una habitación con pantalla y micrófono, bajo la atenta mirada de los guardias. Sólo ve a los jueces por videoconferencia. El audio es «diferido», lo que significa que el juez puede decidir si bloquea o no la comunicación en cualquier momento. La detenida ni siquiera tiene la oportunidad de hablar con el abogado, que se encuentra en la sala del tribunal. El proceso de deshumanización del detenido, que se ha convertido en una imagen pura en una pantalla, ha terminado.
La represión se vuelve cada vez más violenta y sutil.
Contra el intento cada vez más invasivo de agotar la resistencia de nuestros compañeros presos, no se dejan doblar y hoy declaran el inicio de una huelga de hambre. De modo que la sección AS2 de la prisión de L’Aquila en la que están encarcelados deja de existir.