La madrugada del 19 de noviembre del año 2015, con dieciocho años de edad, Kevin en complicidad con la noche, se dirigió en su bicicleta al perímetro de la escuela de gendarmería de San Bernardo, armado con una bomba, un encendedor y una cuchilla. Luego de la detonación, la asquerosa policía que ya venía tras sus pasos después de una larga investigación, lx captura a pocos metros del lugar, y simultáneamente es secuestradx en su domicilio el compañerx Joaquín García, quedando ambxs en cautiverio en la asquerosa cárcel de alta seguridad, específicamente en la sección de máxima seguridad. Acusando a ambxs del ataque explosivo (frustrado) a la 12° comisaria de carabineros de San Miguel (29 de Octubre, 2015), bomba “compuesta por un extintor de 6 kilogramos relleno con más de 3 kilos de pólvora negra, alrededor de 100 clavos de 4 pulgadas y 50 clavos de 1 pulgada en el interior para que funcionaran como esquirlas, una botella de 1 litro de ácido sulfúrico y dos botellas de un litro con bencina, todo esto activado mediante un mando a distancia, consistente en un teléfono celular conectado a una ampolleta de 2,5 volt modificada como detonador”, adjudicado por Conspiración Internacional por la venganza/Célula deflagrante Gerasimos Tsakalos, además por un ataque explosivo a la empresa de electricidad Chilectra (16 de Octubre, 2015) Adjudicado por la Célula Karr-kai y el ataque explosivo contra la escuela de gendarmería de san Bernardo (19 de Noviembre, 2015), estos últimos dos atentados vinculados solo a Kevin.
Después de 7 meses en cautiverio, Kevin pide ser trasladadx a la cárcel/matadero Santiago 1.
El día 15 de junio del año 2018 se inicia el juicio inquisidor hacia lxs compañerxs, declarándoles culpables el día 15 de agosto; a Joaquín por porte ilegal de arma de fuego, el que portaba al momento de ser capturadx mientras se encontraba profugx al quebrantar una medida de arresto domiciliario total, también del atentado a la 12° comisaria de carabineros de san miguel, en conjunto con Kevin, quien además fue declaradx culpable por el atentado explosivo a la escuela de gendarmería de san Bernardo. El día 5 de septiembre de 2018 son sentenciadxs a un total de 13 años de cárcel para Joaquín y 17 años para Kevin.
El día 2 de noviembre al bajar al patio el compañerx se ve envueltx en una pelea con otro preso, que parecía ser como uno de los tantos conflictos diarios que se viven en aquel lugar, resultando heridx de forma letal; sin recibir asistencia médica oportuna, es trasladadx ya fallecidx desde Santiago 1 una hora y cuarto después al hospital externo “Barros Luco”.
“Sé a lo que me enfrentaba desde el momento que conscientemente decidí vivir mi vida en un constante accionar y no palabrerías vagas, y no me arrepiento de nada.”
A un año de su asesinato, se hace un llamado internacional a la acción en venganza por el asesinato del Kevin mientras la mantenían cautivx dentro de la cárcel/matadero Santiago 1.
El llamado se extiende a concretar acciones de venganza multiformes, apostando a la praxis caótica de la violencia durante todo noviembre.
Dejando de lado las distorsiones utilitarias que se han levantado entorno a Kevin, que contradicen sus palabras y sus actos.
“Que la solidaridad no sea solo una manoseada palabra, que la solidaridad sea una iracunda acción que le otorgue inyecciones de fuerza y energía al corazón de cada hermano en cautiverio”
Venganza por Kevin, complicidad con Joaquín.
¡POR LA LIBERTAD DE TODXS LXS PRESXS DEL MUNDO!