Turín, Italia: Libertad a Nicoletta y a todxs lxs luchadores de NO TAV

Recibido el 20/03/2020

En la noche del 30 de diciembre de 2019, Nicoletta Dosio, de 73 años, fue trasladada a prisión para cumplir una pena de prisión de un año sin suspensión, impuesta a ella a causa de que participó en una de las manifestaciones del movimiento NO TAV, en 2012.

Esta manifestación fue una respuesta del movimiento para protestar por la lesión de otro activista de NO TAV, Lucas Abá, -quien hoy está en la prisión- y que durante su persecución por la policía había sido electrocutado y cayó de un poste de electricidad. Después de esto Lucas Abá permaneció en el hospital por muchos días. Nicoletta Dosio junto con Dana Laurioia y otros 10 activistas de NO TAV fueron irrevocablemente condenados de penas de 1 a 2 años de prisión sin suspensión por ocupación pacífica y la apertura del peaje por menos de una hora en la carretera que cruza ea valle Susa el 3 de Marzo de 2012.

Los activistas de NO TAV se oponen, durante treinta años, a la construcción de un ferrocarril de alta velocidad que va a unir Turín (Italia) con Lyon (Francia). Cuando se decidió este proyecto, que es innecesario, costoso y dramáticamente dañino para el medio ambiente, las comunidades locales les dejaron, por la ley, fuera de los procesos de la toma de las decisiones y literalmente militarizaron la región de las obras.

Según este ley, el área se clasificó como «altamente sensible» y se previeron penas fuertes a cualquiera protestara. Este «gran proyecto» ya les ha costado a los habitantes de la región, que se resisten a su implementación, docenas de juicios con consecuencias tanto para su libertad individual como para la capacidad de continuar la lucha pacíficamente. Se tomaron medidas cautelares y se impusieron penas severas en juicios ejemplares en los que el Tribunal Supremo de Casación Italiano intervino reiteradamente negándose a legalizar estas sentencias. Muchos años de la actividad judicial se han dedicado casi exclusivamente al castigo de penas ejemplares por cualquier acto de resistencia a la elección de un proyecto que ha sido razonablemente criticado por muchos, incluidos las fuerzas que hoy participan en el gobierno de Italia.

Se trata de una justicia orientada hacia concretos actos o personas «poderosa con los débiles y débil con los poderosos», que es indiferente a las justas demandas de una amplia protesta popular. Una justicia que utiliza el código fascista de Rocco que incluso prevé la imposición de medidas cautelares severas para «disuadirse» posibles actos «socialmente peligrosos». En el caso del movimiento NO TAV, y no solo, estas medidas se utilizaron ampliamente para sofocar cualquier forma de desobediencia política y conflicto social. La condena de Nicoletta Dosio y los otros 11 activistas es una condena política y lo confirma la misma sentencia. De hecho no hubo ningún atenuante ni el de la vida honorable anterior ya que según la sentencia «….se tiene en cuenta el alto grado de la organización de la acción criminal, lo que demuestra el vínculo de los acusados con el ala más radical y violenta del movimiento NO TAV y, en consecuencia, su peligrosidad social…»

Nicoletta Dosio dio esta lucha con consistencia y dignidad, queriendo -con su negación a proponer medidas alternativas de encarcelamiento- mostrar la injusticia de una represión contra el movimiento NO TAV de que no hay igualdad con otros casos. El estado responde a las luchas para la protección del medio ambiente y a los conflictos sociales criminalizando las luchas mismas.

Nosotros, en cambio, creemos que el sagrado derecho de protesta contra la «reina» de las grandes, inútiles obras es indiscutible y pedimos un cambio radical en la forma del tratamiento de las luchas sociales, como este contra el proyecto de DAV. Un proyecto que debería ser objeto de un debate serio y civilizado entre las comunidades locales y también entre el gobierno central y los gobiernos locales sobre la utilidad de tales proyectos y no ser objeto de sanciones judiciales, demonstración de poder militar y cuestión del «orden público».

Por estas razones pedimos la liberación inmediata de Nicoletta Dosio y todos los demás activistas de NO TAV, así como el inicio de un proceso de adjudicación de amnistía social.