Traducción recibida junto con la foto el 16/07/2020:
El proceso de apelación contra Manu se llevará a cabo el miércoles 22 de julio a las 13.00 en el tribunal de Brescia.
Arrestado en mayo de 2019, detenido en prisión hasta marzo de 2020 y aún bajo arresto domiciliario. El 22 de noviembre pasado Manu ha sido condenado a 3 años y 2 meses con la acusación de haber ayudado a Juan durante su fuga.
Con un precedente tan extravagante como grave, el tribunal de Brescia no solo le ha contestado la «procurada evasión a la justicia», sino que también «favorecimiento» con el agravante de «terrorismo» porque Juan, un ave del bosque (metáfora del fugado n.d.t.) por una serie de definitivos (sentencias firmes n.d.t.) relacionados sobre todo con la lucha contra el TAV en Valsusa, fue arrestado después de más de dos años de fuga con la acusación de haber atacado la sede de la Liga de Treviso, procedimiento del cual nadie – ni Juan, ni mucho menos Manu- podría haber conocido.
Si en los últimos años rara vez ha sucedido que los que ofrecian hospitalidad o ayuda a un prófugo fuera arrestado, es la primera vez, nos parece, que el «favorecimiento» se añade al agravante de «terrorismo», en este caso con un salto lógico muy audaz.
Se trata de un ataque bien preciso a la solidaridad, una advertencia para cualquiera que en el futuro decidiese ayudar a lxs buscadxs, lxs fugitivxs, a lxs clandestinxs, contraponiendo a la ley la práctica del apoyo mutuo, las reglas -antiguas cuanto el mundo- de una comunidad que se abre sin pedir documentos, el impulso generoso que une a quien desafía la autoridad y sus injusticias. Dado que muchos y muchas podrían encontrarse en la situación de Juan -como ya millones de seres humanos, por diferentes razones, viven y se mueven perseguidos por la policía porque no tienen en el bolsillo un determinado pedazo de papel- reiterar fuerte y claro que la solidaridad es una cosa buena y justa, no es solo un gesto de cercanía con Manu (y con Juan), sino un elemento de autodefensa colectiva.
Ese «mundo subterráneo» en el que las leyes y la policía no pueden entrar es precisamente el tejido ético que ha escrito las páginas más bellas de la humanidad rebelde, que ha permitido -y aún permite en las cuatro esquinas del planeta- a los movimientos revolucionarios de tener fuerte. En aquella «historia» «prohibida» está todavía escrito nuestro futuro.
Por estas razones, y otras mas, invitamos a compañeras y compañeros, amigxs y solidarixs, a una presencia de apoyo fuera del tribunal de Brescia, el miércoles 22 de julio, a partir de las 12:30hrs.
Anarquistas