Traducción recibido el 27/07/2020:
El viernes 24, pero también después el sabado 25, repartos del antiterrorismo de la Policía del Estado, la DIGOS (policía política) de Roma, Latina y Turín, se preparan a la acción en las primeras horas de la mañana. Para una importante operación están preparados para todo: capuchas y pistolas en la mano, entran en las casas de peligrosos subversivos. ¿El objetivo? Encontrar pruebas que hagan luz sobre los autores de un gravísimo, aterrador delito: un lanzamiento de pintura roja a la embajada de Chile, con fecha del 30 octubre 2019.
¿Pero que sucedía en Chile en aquellos días?
El 7 de octubre de 2019 era lunes: aquel día algunos centenares de estudiantes secundarios de Santiago de Chile, saltando los torniquetes, al grito de ¡Evade!, de las estaciones del metro contra el aumento de las tarifas, dieron inicio a una de las más bastas y significativas revueltas sociales que en todo el planeta estan señalando este tiempo.
En un país metido bajo la sanguinaria dictadura de Pinochet un laboratorio de las recetas liberales, que actualmente ve el 1 por ciento mas rico de la población concentrar mas de un cuarto del redito nacional mientras a mas de la mitad de la población le queda el 2 por ciento de la riqueza, con sanidad y instrucción privatizadas, alquileres y precios liberalizados y mitad de los salarios apenas sobre el redito minimo, aquella protesta se hizo una rebelión.
El siguiente lunes, 14 de octubre de 2019, las estaciones del metro de Santiago empezaron a cerrar por la intensidad de los disturbios, en los días sucesivos empezaron a ser destrozadas por lxs manifestantes y el viernes 18 de octubre el centro entero de Santiago se convirtió en un teatro de barricadas y batallas callejeras con la policía militarizada de los Carabineros. La tarde del 18 el presidente fascioliberal Sebastián Piñera, después de haber sido sorprendido sonriente y relajado en una cena en un restaurante de lujo, anunciaba el estado de emergencia por 15 días y el despliegue del ejército en las calles.
El 19 venía impuesto el cobrefuego en la capital, aumentado rápidamente a todos los mayores centros urbanos de Chile en medida de la constante extensión de las protestas y de los disturbios. El 25 de octubre de 2019, a pesar del cierre de las escuelas decretado desde el 22 y una hilera de muertos bajo el fuego de los militares apartir del 20, más de un millón de personas salian a las calles en Santiago. El 26 de octubre, el saldo de la represión desde el principio de la revuelta contaba 19 muertxs, alrededor de 2500 heridxs de lxs cuales muchxs perdieron sus ojos por las balas de goma disparadas por los repartos antidisturbios y 2840 personas arrestadas.
El día 27 Piñera fue obligado a pedir la dimisión del gobierno, cambiado el 28 con la dimisión de 8 ministros, en primer lugar el de interior, Chadwick. El intento a noviembre de sedar la rebelión social con el anuncio de un referéndum constitucional para abril, después con el COVID reenviado al proximo otoño, ha fallado: al 28 de diciembre 2019 las victimas de la represión habian crecido a 29 y a febrero de ese año, despues de un pico de las protestas en enero, eran 36. Mientras las personas que han perdido un ojo por los golpes disparados por las fuerzas represivas son centenares. Desde la ultima semana del octubre de 2019, se ha manifestado una fuerte solidaridad internacional con la lucha de la población chilena y contra su feroz represión, con manifestaciones, concentraciones y acciones en todas las partes del mundo.
Se podria ironizar sobre el grotesco actuar de las fuerzas del orden y de la magistratura italiana que de frente a lo que sucedia en Chile abre una investigación molestando al antiterrorismo por ensuciar la sede diplomatica del pais sudamenricano. Pero comprendemos el objetivo de estos registros: intimidar y al mismo tiempo acumular material para futuros castillos de cartas. Como es solito su proceder.
No es un caso que el PM (fiscal) es el mismo Dall’Olio que ha firmado el arresto de 7 compañeras y compañeros en la operación Białystock, en el que las acusaciones de asociación con finalidad de terrorismo rotan con insistencia alrededor de iniciativas comunicativas, relaciones, pintadas, publicaciones, periodicos, etc. Todas cosas la cual gravedad es claramente aquella de expresar ideas, consideradas peligrosas y perseguibles por la magistratura.
En un país sobre el urlo de una crisis que podria meter seriamente en discursión la hegemonia capitalista sobre el viviente, no hay que sorprenderse que los aparatos del estado intenten marginar y remover preventivamente todas aquellas realidades que podrian ser un catalizador de rabia y deseo de transformación. Por este motivo, no pensamos que sea de subestimar o de ridiculizar este episodio, propio por que se integra en un tiempo en el cual obreros, trabajadoxs temporales, personas detenidas en lucha y realidades militantes vengan atacadas siempre mas ferozmente por los guardianes del orden constituido.
Cualquiera haya ensuciado aquellos muros tiene nuestra solidaridad y complicidad
Como todo nuestro amor va a los rebeldes y a las rebeldes de Chile.
Compañeros y compañeras
Julio 2020
