Traducción recibida el 28/01/2021:
Del editorial:
Que la irrupción en la escena de la Covid-19 ha encontrado a todxs: anarquistas incluidxs – sin preparación, ciertamente no nos debe sorprender. Sin embargo, nos parece que en el ámbito anarquista se ha observado bastante rápidamente el carácter experimental de las distintas medidas gubernamentales. Además de la militarización de calles y ciudades, se ha analizado el empuje acelerado al proceso de digitalización de la sociedad y de la vida, análisis que ciertamente ha contribuido a la significativa difusión de ataques contra antenas, repetidores y otros nodos de la infraestructura tecnológica. Ante algo inédito, el análisis siempre tiende a reconducir la realidad dentro de grillas interpretativas ya preparadas. Esto, no solo es comprensible, sino también inevitable. Nos orientamos a partir de aquello que experimentado anteriormente.
Aquello que nos parece seguro es que sin clarificar algunos nudos es muy difícil incluso solo pensar en intervenciones prácticas. Si la Covid-19 no es diferente de una gripe normal -como nos ha pasado de leer en ciertos sitios anarquistas – va por sí solo, por hacer ejemplo, que no se tendrán muchos argumentos para apoyar las huelgas de quien no quiere arriesgar de morir por el beneficio de los patrones; ni se observara hasta el fondo el alcance de aquello que ha sucedido en las cárceles, hay uno bella diferencia entre el «gritamos revuelta» y el creer, el sentir, el contribuir a la liberación de miles de prisionerxs como objetivo concretamente alcanzable. Pero las cuestiones son mucho más amplias.
Atacar esta farsa igual no mueve las relaciones de fuerza a nuestro favor, pero sirve a no retroceder con respecto a las relaciones solidarias y a los espacios construidos en el tiempo, a mantener viva la guerra de la libertad contra el Estado, a sentir que la injusticia no es menos injusta por el hecho de que muchos dejan de verla. Se necesita también añadir que la realidad social no es solo heterogénea, sino también extremadamente opaca; por lo cual es difícil distinguir el efectivo grado de aceptación de las medidas estatales de la representación de los medios que viene dada.
Ciertamente, no se trata de interrogativos sobre los cuales se puede razonar en una mesa, también porque mientras tanto la represión nos quita compañerxs y espacios de intervención, golpeando incluso las intenciones subversivas. Pero propio para contraatacar con un mínimo de efectividad – es decir, para convertirse en un problema para los represores – también debemos aclarar nuestras ideas sobre todos el resto.
Bien, esa convicción colectiva se libera cuando no solo se sabe, sino se siente que aquello que se está haciendo es justo: «Es así, no hay para nada y para nadie ».
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ÍNDICE
Editorial
La cercania en los tiempos de la epidemia
Sobre los hechos de Capitol Hill
Notas urgentes contra la campaña militar de vacunación
De dónde se mira el mundo. Reflexiones sobre el individuo y la opresión social
Notas por una milicia ciudadana
Esposas de la mente. Notas sobre la represión
Papel impreso, páginas web, propaganda revolucionaria y otras cosas.
Nuestro Leopardi