Traducción recibida el 02/03/2021:
El domingo 31 de enero un pequeño grupo de enemigos y enemigas de las cárceles (no pertenecientes a ninguna asociación o partido político) se ha reunido bajo los muros de la prisión de Taranto para llevar un rumoroso y caluroso saludo a todos los detenidos y a todas las detenidas, que inmediatamente han respondido con sonoros silbidos y gritos.
Independientemente de aquello de lo cual se impute a lxs reclusxs, aquello que nos ha impulsado a movernos es el deseo de luchar contra la existencia de todas las estructuras carcelarias, en cuanto lugares inhumanos que el Estado utiliza para punir a quien no se alinea a su reglas. Con respecto al momento que vivimos, ahora está claro que las nefastas disposiciones gubernamentales implementadas para hacer frente a la emergencia de la Covid no son otra cosa que un claro ataque a las libertades básicas de todxs, reclusxs y no. Con la diferencia de que dentro de las cárceles la situación es aún más opresiva y peligrosa, en cuanto entre la ausencia de una atención sanitaria adecuada y la convivencia forzada de varias personas en espacios confinados, el riesgo de contagiarse y de morir es mucho mayor.
En marzo de 2020, quien ha intentado salvar su vida rebelándose ha sido brutalmente reprimidx. De esto es testimonio directo también la muerte de los 14 internos sucedida a manos de las fuerzas del orden.
Creemos que ser solidarios con aquellos que se rebelan a los propios torturadores, en la cárcel como en cualquier otro lugar, es un acto debido de dignidad y coraje que todavía puede molestar a los responsables de la opresión que estamos viviendo.
Por esto creemos que es necesario seguir haciéndolo.
Aquello que hemos vivido fuera de esos infames muros demuestra que luchar contra la institución carcelaria y contra quienes poseen las llaves de la sociedad-cárcel en la que vivimos siempre es posible.
CONTRA EL ESTADO, EL VIRUS MÁS PELIGROSO, ¡RECUPEREMOS NUESTRAS VIDAS!
¡SEGUIMOS LUCHANDO CONTRA LAS CARCELES Y QUIÉN POSEE LAS LLAVES!