Recibido el 11/03/2021:
El 8 de marzo es y siempre ha sido un día de conmemoración y lucha.
Hay quienes tienen la memoria frágil, otrxs simplemente ignoran y hay algunxs que les conviene que mejor se olvide.
El día 8 de marzo es una de las tantas fechas en las que se conmemora el asesinato a mano de lxs poderosxs de quienes murieron peleando, pero a diferencia de la fran mayoría de las fechas de lucha esta fue protagonizada exclusivamente por mujeres. En el año 1908 un conjunto de trabajadoras se organizó autonomamente para efrentar y exigir a la patronal el fin de las condiciones de miseria en las apenas sobrevivían, esta osadía y arrojo fue castigado con una gran matanza. Lxs poderosxs buscaban terminar las huelgas y sabotajes con una medida amplificadora para que nadie nuevamente intentara romper u obstruir la cadena de produccion y mercancía, para lxs patronxs asesinar a trabajadorxs siempre será la opción más económica y efectiva, pobres hay de sobra.
Que hoy se conmemore el 8 de marzo es gracias al esfuerzo y persistencia de muchxs que no olvidan lo que pasó ese día, por lo que para quienes apostamos por construir caminos antagónicos a la lógica del sistema heteropatriarcal es crucial no dejar de recordar a quienes fertilizaron con lágrimas y sangre los caminos del enfrentamiento, así aprendemos de los que estuvieron antes que nosotrxs, de sus aciertos y errores. de esa forma damos golpes más certeros a este sistema de terror.
Hace algunos años en el territorio dominado por el Estado chileno, el día 8 de marzo, en algunas zonas, tomó un cariz combativo en las calles. Las flores y celebraciones del “día de la mujer” se cambiaron por piedras, gritos y fuego en las manos de muchxs de las individualidades que no piden permiso para llenar las calles. Pero mientras el placer sedicioso crecía en el corazón de muchas/es a su vez proliferaban las practicas policiales/ reformistas/ socialdemocratas en las manifestaciones llegando a reprimir a compañeras/es que rompían con la normalidad y el orden. Muchas/es han sido les/as compañeras/es agredides/as por la “policía morada”, esta última fija, ordena y controla “lo correcto” dentro de las manifestaciones del 8 de marzo. En esto seré enfática, no puede haber ninguna agresión sin respuesta ni cabida a estas practicas represivas dentro de los espacios de lucha, una cosa es que existan diferentes perspectivas y /o métodos del como dan ciertas batallas las individualidades y colectivos que generan y/o levantan iniciativas en torno a las luchas de género, feministas, etc. pero otra muy distinta es desvalidar, cobtrolar, reprimir o delatar a les/as compañeres/as que ejercen y/o propaguen la violencia política.
Quizás existen individualidades y colectivos que tengan las mejores intenciones de acabar con el sistema heteropatriarcal capitalista a base de reformas en las leyes y cambios constitucionales, esas buenas intenciones cargadas de ingenuidad solamente afiatan la dominación.
El heteropatriarcado lo encontramos en todas nuestras relaciones desde las más macros como en las más íntimas, por lo que toda iniciativa para destruir a la lacra machista tiene que nacer y ejecutarse desde nosotres/as mismas desde la multiformidad de nuestras acciones.
El camino del enfrentamiento es largo y difícil, pero sin duda está lleno de belleza, la que emana por un sin fín de compañerxs que hacen carne el apoyo mutuo y la solidaridad, si traemos a nuestro cotidiano estas dos palabras nos hacemos fuertes, no necesitamos a ninguna institución o intermediarix, solamente necesitamos a nuestrxs compañerxs.
Enterremos los colmillos en la piel del heteropatriarcado.
Toda policía es enemiga sin importar su color o género.
Mónica Caballero Sepúlveda
Presa Anarquista.