Recibido el 22/06/2021:
Palabras de Mónica Caballero en solidaridad con la movilización y huelga de hambre de lxs prisionerxs subversivxs y anarquistas trasladados a la cárcel empresa Rancagua
Los últimos días de la primera semana de Junio, Gendarmería de Chile (Genchi) realizó un traslado masivo de presos de la Cárcel de Alta seguridad (CAS) hacia la cárcel de Rancagua, capital de la Región de O’Higgins, kilómetros al sur de Santiago.
Entre estos reclusos se encuentran los Anarquistas y Subversivos: Juan Aliste Vega, Marcelo Villarroel, Mauricio Hernández Norambuena, Juan Flores, Joaquín García y Francisco Solar.
El traslado de estos presos está motivado por los cambios en la infraestructura de la CAS, lo que se prolongará aproximadamente por un año. Una vez terminadas las obras, los presos serán devueltos a la prisión según la información entregada por GENCHI, tiempo en el que mis compañeros estarán alejados de su entorno afectivo y político. De esta manera no solo se castiga al prisionero, a su vez también a sus amigxs, compañerxs y familiares.
Además es importante recalcar que en el territorio dominado por el Estado Chileno no se permite el libre tránsito entre regiones por las medidas para prevenir el contagio del Covid 19.
En la región Metropolitana existen más de tres cárceles en las que podría haber dejado a mis compañeros, tal vez los poderosos aprovecharon el traslado para aislar y segregar aún más a los presos o quizás ninguna de las prisiones cercanas cumple con las condiciones de seguridad para custodiar a reos de alto riesgo o puede ser simplemente como otra forma de venganza.
El traslado puede estar justificado con esto y con otros argumentos, lo que sí es claro que ningún movimiento del poder es antojadizo. Cada cambio en la infraestructura del presidio como a su vez los traslados de presos es necesario realizarlos con cautela y detalle.
Por una parte, los posibles cambios que realicen en la CAS, no pueden augurar nada bueno para los reos. Podría realizar un sin fin de especulaciones en las posibles nuevas medidas de control y quizás me quede corta.
Para prever lo que podría cambiar en el CAS hay que tener en cuenta que esa cárcel no es y no nació como cualquier otra, el CAS es la prisión de la Democracia. Esta se ideó tomando el modelo Alemán e irlandés en la lucha contra las organizaciones revolucionarias.
En el año 94´se inaugura como un inédito y buen complejo penitenciario en el que se trató de implementar un estricto régimen interno que contemplaba visitas por medio de locutorios, una hora de patio, entre otros.
Además la prisión es prácticamente imperceptible desde el exterior lo que consigue un mayor aislamiento e invisibilización de la misma.
Desde otra perspectiva, no hay claridad en qué condiciones carcelarias o régimen, estarían los presos trasladados. La Cárcel de Rancagua es concesionada, vale decir que gran parte de su funcionamiento, depende de empresas externas a diferencia del CAS que dependía casi completamente de entidades estatales. Esto se traduce entre otras cosas, por ejemplo, en que la comida de la prisión es traída por una empresa externa como sodexo lo que no provee las más mínimas condiciones nutricionales. A esto se le suma que en las cárceles concesionadas el ingreso de encomiendas por parte de amigxs y familiares es restringido en prácticamente todo tipo de alimentos, libros, etc.
Actualmente a todos los presos trasladados los mantienen encerrados 24 hrs, en sus celdas, esto se mantendría durante catorce días por posible contagio de Covid, medida completamente injustificada ya que ellos no mantendrán contacto con ningún otro preso que no sea de su mismo módulo, no tendrán contacto con el resto de la población penal. Ante este escenario de total aislamiento y nuevo régimen carcelario, los presos comenzaron una huelga de hambre líquida, exigiendo fin a las condiciones de encierro absoluto y mejoras en su calidad de vida.
Entre los presos movilizados están los compañeros anarquistas y subversivos, quienes a poco más de un mes de terminar una huelga de hambre de cincuenta días, hacen que su estado de salud se pueda complejizar.
Con estas palabras realizo un llamado a todas las individualidades y colectivos anticarcelarios, antagónicos, antiautoritarios a estar pendientes de la situación de los compañeros anarquistas y subversivos trasladados a la cárcel de Rancagua, nuestros compañeros presos no pueden nunca sentirse solos.
Mano abierta al compañero
Puño cerrado al enemigo.
Solidaridad activa y combativa.
Mónica Caballero Sepúlveda, presa Anarquista.
Primeros días de junio del 2021