[Prisiones Chilenas] Sobre la Revuelta del 18 de Octubre: Comunicado del compañero Ignacio Avaca

Recibido el 17/10/2021:

PALABRAS DEL COMPAÑERO IGNACIO AVACA DESDE LA CÁRCEL EMPRESA DE RANCAGUA.

La única certeza: unas reflexiones sobre la «revuelta» del 18 de octubre.

Ya hace 2 años ke tuvo lugar la ola de manifestaciones masivas iniciadas el 18 de octubre de 2019, y ke perduró en la kalle mucho más de lo ke los medios de comunicación «informaron». Muchxs de nosotros kizá participamos de algún modo en esos hechos. Y ahora, tras su declive, y con motivo de la efeméride, hay un par de cosas ke vale señalar, siempre con el fin de agudizar la crítica y continuar el conflicto.

(I) De Revuelta(s) y confrontación durante el siglo de la democracia $hilena.

La «revuelta», como muchxs han kerido llamarle, significó un punto de kiebre generalizado de la «normalidad» consolidada por las democracias de este territorio durante el siglo XXI. Esta clase de momentos «críticos» no son ajenos a ningún gobierno, y, por nuestra parte, se nos hace completamente necesario tener en cuenta ke el conflicto con esa normalidad ha existido desde antes, convivió y sigue existiendo tras los hechos relativos al 18 de octubre. Es por ello ke no podemos olvidar todas las expresiones de atake y confrontación ke se han sucedido durante lo ke va del periodo, pero ke definitivamente no han tenido el revuelo ni la masividad de los hechos del 18O (y probablemente tampoco se ha buscado eso con ellas).

Si el conflicto y la violencia contra está normalidad no son novedad, mucho menos lo son las consecuencias de emprender ese camino. La prisión no es nueva dentro de este escenario, y, lejos de todo victimismo, es un «gaje del oficio». Si bien lxs «presxs de la revuelta» también han gozado de mayor cobertura mediática, y su situación y dinámica resulta totalmente diferente a la de lxs presxs anárkicxs-subversivxs, el presidio jamás resultará extraño para kienes constantemente han materializado sus deseos de destruir la realidad ke nos destruye.

A todxs lxs ke no se encausaron en las vías institucionales en la era de la democracia $hilena, y ke han sido fuente indudable de inspiración y aprendizajes para akellxs ke hemos emprendido el mismo camino, pero a «nuestra» manera… no les olvidamos! La subversión anticapitalista y autónoma, el weixan de lxs peñis, y las explosiones de las bombas no esperaron la masividad de las manifestaciones callejeras para abrirse paso contra la ankilosante realidad del capitalismo y la democracia. Y esto no desmerece ni pone en duda el kiebre de la «revuelta» de octubre, sólo pone de manifiesto ke, algunxs, desde hace mucho, han estado en revuelta constantemente.

No hay nada ni nadie a kien esperar.

(II) Muerte anunciada: la institucionalización de la «revuelta»

A estas alturas resulta indudable ke, akello ke comenzó con fervor callejero y vandálico ese 18 de Octubre, tuvo su tiro de gracia en las urnas. La desfachatez de algunxs candidatxs a la nueva institucionalidad (la convención constitucional) les llevó hasta a utilizar imágenes de la violencia callejera como parte de su propaganda electoral.

Esto no resulta novedoso, tampoco. La historia nos ha dado múltiples ejemplos similares en los ke keda demostrado ke, lejos de «aplastar» y reprimir totalmente las perturbaciones en el orden impuesto, resulta mucho mejor hacerlas trabajar para él, controlarlas, encausándolas en las vías de la institucionalidad, y tratándolas como «movimientos sociales». Es así como, luego de ke, incluso, se idolatrara la lucha callejera, kienes se han levantado como los rostros del nuevo, y más democrático gobierno, se han distanciado del conflicto y la violencia desatada, en pos de mantener una correcta y pulcra imagen de «constituyente». No se trata de una «vuelta de chaqueta», sino de una clara demostracion de su vocación de oportunistas profesionales. Kien haya pasado «de la calle» al escaño no es nada más ke un colaborador de la dominación, y no hace más ke perfeccionarla.

Si las manifestaciones fueron neutralizadas por el gobierno, entregando, con amplio espectáculo , una parte de su poder a representantes de las mayorias, entonces muchxs de esxs ke salieron a las calles no buscaban nada más ke optimizar la gestión del gobierno. La «revuelta», viéndola de ese modo, no fue tal para todxs. Algunxs simplemente buscaron mejorar sus cadenas, y hasta construir nuevas, lejos de buscar destruirlas.

Respecto a esto, sabemos ke el gran problema de las protestas masivas, es ke no hay certeza de kien está a tu lado. Podría ser un afín, así como también podría ser un infiltradx, o peor, un ciudadanx dispuesto a entregarte porke la violencia «no es la forma». Es indiscutible ke el período de mayor intensidad de akel «estallido» fue de gran utilidad para perpetrar atakes y materializar nuestros destructivos deseos en momentos concretos, pero sin duda hay ke distanciarse del relato construido en torno a él, dado ke nos lleva nuevamente a la pasividad ciudadanista, y disfraza toda la violencia como una muestra de descontento popular contra un modo de gestión y/o gobierno determinado(s), y no contra la existencia misma del gobierno, la autoridad, la sociedad cómplice de esta, y sus guardianes.

(III) Algo de autocrítica, y la única certeza .

«no keremos ni otras opciones ni el consenso con lo establecido, estamos con la violencia ke no decae ni se estanca, con la violencia capaz de reformularse, rupturista e innovadora» (Joakin García)

Cómo bien señalan las palabras de Joakin, hemos de sabernos capaces de reinventarnos, autocriticarnos y aprender de nosotrxs mísmxs, nuestrxs errores y aciertos. Y, siempre, fuera de la complicidad ke representa el consenso y la coexistencia pacífica con el orden establecido y la «normalidad», cualkiera ke sea.

Kizá la única lección ke podemos sacar de experiencias como el 18O, pero ke tampoco es nueva, es ke el conflicto contra esta realidad ha de continuar. Y ke ese conflicto, tal como ha existido antes y después de los kiebres masivos con ella, y ha existido en las manos de todxs akellxs ke lo han emprendido como opción de vida, ha de perdurar en nuestras acciones si es ke keremos posicionarnos, de hecho, contra toda autoridad, contra las jaulas materiales e inmateriales, el capitalismo tecnoindustrial ke destruye el planeta, y todo lo ke aborrecemos.

Conflicto, confrontación. Esa es la única propuesta, porke es la única certeza ke tenemos para hacer nuestro el presente. Es lo único ke podemos procurarnos materializar con nuestras propias y siempre diversas capacidades, nuestras asociaciones, nuestras acciones y nuestros ritmos.

Sin prisa, pero sin pausa. Sin necesidad de seguir el ritmo de «las calles» o de «la masa», aunke para muchxs kiza resulte deseable. Por lo menos, para mí, no lo es, especialmente en estos momentos, en dónde la normalidad democrática se ha reformulado gracias a akello ke comenzó en la kalle. Podemos reafirmar ke no necesitamos de la mayoría, no la pretendemos, ni la idolatramos, así como tampoco idolatramos a las minorías, elites rupturistas, ni vanguardias. Ese juego y contradicción mayoría-minoría ke kede para la política institucional, para nosotrxs ke kede la acción antes ke las palabras para definir de ke lado estamos.

El conflicto jamás ha cesado, ke permanezca en todos los corazones, mentes y cuerpos inkietos.
Ke nuestras revueltas dejen de ser un hito y/o efeméride, y se conviertan en nuestro cotidiano.
No cómplices, no pasivxs!

Desesperanza activa y agresiva contra esta mierda de realidad!

Un abrazo para cada presx en guerra y para todxs lxs ke andan librando. Un fiero aliento para lxs ke siguen conspirando allá afuera, y una rabiosa lágrima, ke ha de convertirse en maremoto, por Kevin y todxs lxs caídxs.

(Ignacio Avaca)