Traducción recibida el 30/04/2013:
Génova: (primera audiencia de primer grado el 16 de mayo de 2023)
La indudable crisis que el modo de producción capitalista esta atravesando hoy se manifiesta en una economía que basa su riqueza sobre la guerra, sobre el robo y sobre el saqueo del sur del mundo rico de materias primas, y en la agudización del conflicto de clases.
Si es verdad que el capitalismo busca continuamente soluciones «alternativas» que garanticen su continuidad, muchas veces consiguiendo encontrarlas y creando así nuevas bolsas de beneficios para el mercado, también es verdad que la crisis de los recursos y sobre todo la crisis climática actual no concederan por mucho tiempo alternativas a esta presencia parasitaria.
La crisis de las materias primas no solo afecta a la producción de bienes de consumo secundarios de las industria tecnológica, bélica y digital, sino también a recursos primarios como el agua. Esto no solo determina un cambio de asectos geopolíticos, sino también conflictos internos entre explotados y explotadores como lo demuestra el ejemplo de las cuencas hidrográficas en Francia o de la extraccion de la minería en Alemania. Objetivamente, incluso en Italia, más allá de las evidentes deficiencias de las iniciativas de oposición radical, la «caza a los minerales» o las residuas reservas de gas están acentuando la maquinaria extractiva de multinacionales despiadadas que destruyen los territorios para aumentar sus ganancias, con el favor de las concesiones estatales.
Pero la crisis de la produccion es una perspectiva posible, hoy, y por eso los Estados se organizan en un intento de hacer valer sus intereses y prevenir luchas radicales y formas de guerrillas interna.
En este escenario, toma cuerpo el giro autoritario que se está produciendo en Italia y más allá, que por un lado se destaca con la adopción de políticas económicas y «sociales» dirigidas a una explotación de clase cada vez mayor, y por el otro en la exacerbación de la represión contra los delitos políticos.
En el último período, el giro autoritario emprendido por el Estado ha caracterizado de forma clara y fuerte la lectura exclusivamente política de los eventos socales y de las luchas, entrando también en las esferas judiciales. Ha condicionado fuertemente el uso de la represión con la aplicación de herramientas punitivas que siguen siendo un problema objetivo para los presioneros políticos, como el 41 bis, la ostatividad y los delitos arbitrariamente reinterpretados, reformulados y utilizados en clave vengativa como los delitos de masacre y asociativos.
En particular en lo que respecta a la prisión, este clima político e institucional ha encontrado resistencia y oposición con la batalla del compañero anarquista Alfredo Cospito, que ha metido en cuestion la incertidumbre de estas maniobras políticas. Removiendo conciencias dormidas, ha sabido desencadenar un movimiento de lucha que ha transformado el acto de la huelga de hambre de Alfredo en una energía potencial, extendiendo sus efectos. La lucha de Alfredo contra el 41 y la cadena perpetua ha logrado bloquear esta espiral represiva derribando el muro del silencio y de la indiferencia. Un excelente punto de partida, porque la lucha no es el fin sino el medio. La movilización internacional ha logrado sacar a Alfredo de la cadena perpetua, ha evidenciado de forma clara un punto de vista contra la prisión, al lado de los prisioneros revolucionarios. Esto sigue siendo muy importante hoy también porque frustra los intentos que animan varias operaciones antianarquistas recientes, es decir, de criminalizar el principio teórico y práctico de la solidaridad a los prisioneros.
El mismo principio que viene recriminado en la investigación que ve imputado a un compañero y una compañera anarquista con la acusacion de posesión y porte de material explosivo y tentativa de fabricación de artefactos explosivos/explodentes, tras una operación represiva de marzo del 2022 por parte de Digos y Ros de Génova. La operación llevó el 16 de marzo 2022 a la detención de ambos en Roma, a la posterior excarcelación para una de los compañeros y al arresto domiciliario con todas las restricciones todavia hoy vigente para el otro compañero.
El juicio, según el rito ordinario, abre la fase de primer grado de juicio con la audiencia del 16 de mayo a las 9.00 horas en el Tribunal de Génova, en el cual intervendrán los testigos del Ministerio Fiscal, estando previstas las siguientes audiencias para el 7 de junio y el 8 de junio para los consulentes de la defensa y discusión, y una sentencia de primer grado probablemente para finales del verano.
La indiferencia ante las injusticias y las prevaricaciones, o el aislamiento de los mismos explotados, dejan ulterior terreno al abismo creado en las últimas décadas en el terreno de la conflictividad social; un ulterior vacío que concede espacio político al empeoramiento de las condiciones de la explotación laboral, de la opresión del patriarcado, de las políticas racistas o de las lógicas que consideran a los migrantes como mano de obra útil, y la Tierra una despensa de saquear para el capital.
La solidaridad a los prisioneros revolucionarios es uno de los tantos elementos que devuelven al remitente los intentos de liquidar las luchas revolucionarias en el olvido del pasado y las ambiciones de empujar hoy, a través de la represión y la violencia de Estado, a la disociación a priori de las generaciones futuras.
Por esto reafirmamos la solidaridad a todos lxs prisionerxs y a lxs compañerxs que enfrentan la represión.
¡FUERZA Y SOLIDARIDAD A LOS PRISIONEROS DE LA GUERRA SOCIAL!
¡LUCHA CONTRA EL ESTADO Y EL CAPITAL!
Fuente:
//ilrovescio.info/2023/04/28/genova-aggiornamento-sul-processo-a-gianluca-e-evelin-prima-udienza-di-primo-grado-il-16-maggio-2023/