El 24 de octubre, 20 participantes en la huelga de refugiadxs en Alemania decidieron iniciar una huelga de hambre y realizar una segunda acampada en frente de la Puerta de Brandenburgo, en Berlín, aunque la policía desmontó esa misma noche. Los maderos también prohibieron cualquier tipo de equipamiento para dormir. Sigue un video del desalojo:
Las consignas coreadas son: “¡Estamos aquí y lucharemos! La libertad de movimiento es un derecho de todxs”, “Ni fronteras, ni naciones, fin a las deportaciones”, “¡Fuego y llamas a las autoridades deportadoras! ¡La solidaridad debe ser de facto!”
El 26 de octubre, la policía volvió a acosar a lxs huelguistas de hambre y lxs solidarixs. Las fuerzas represivas robaron violentamente las mantas y sacos de dormir de lxs huelguistas. Tres personas, dos activistas y un refugiado, fueron detenidxs. La madera hirió en la pierna a este último y tuvo que ser hospitalizado.
Breve crónica de esa noche: “Sobre las dos menos cuarto de la madrugada (GMT+1), un montón de maderos llegaron a la Puerta de Brandenburgo. Les dijeron a lxs refugiadxs en huelga de hambre que quitaran los sacos de dormir (lxs refugiadxs han estado en huelga de hambre desde el 24 de octubre y solo beben agua). A las dos, la policía empezó a confiscar los sacos y arrestó a tres personas: dos activistas y un refugiado. El refugiado tuve que ser llevado al hospital porque le hirieron en la pierna. Unas 40 personas se quedaron en la Puerta de Brandenburgo. Aunque la policía no esté allí en ese momento, siempre existe el peligro de nuevos ataques. Comparte esto y únete a la lucha.”
La respuesta inmediata fue una manifestación en solidaridad con lxs tres arrestadxs, que llegó a GESA (centro de detención masiva), ubicado en la calle Perleberger, donde se encontraban lxs activistas refugiadxs. Mientras tanto, lxs tres arrestadxs fueron liberadxs. A esas alturas de la noche, estaba helando, con una temperatura inferior a 5 grados centígrados y, durante el día, lloviendo intermitentemente con temperaturas que apenas superaban los cero grados.
El 29 de octubre, la policía aumentó la represión. A parte del anterior veto a los sacos de dormir y mantas, el jefe de los escuadrones vetó el uso de mochilas y ropa extra a lxs activistas refugiadxs. Así, a lxs huelguistas de hambre se les privó de toda posibilidad de sentarse y continuar en el espacio. No hay más actualizaciones de fuentes contrainformativas sobre lo que ha pasado. Si tienes información de primera mano, por favor, difúndela.
La otra acampada de refugiadxs en Oranienplatz en Kreuzberg, Berlín, aun sigue.