Con este comunicado reivindicamos la liberación de 407 conejillos de indias del criadero “Bettinardi” situado en la calle Cascinini en Alzate di Momo, en la provincia de Novara (Piamonte), que tuvo lugar en la noche del 5 de septiembre de 2013.
Desde hace más de 10 años, la crianza de cobayas y conejos propiedad de Giuseppe Bettinardi suministra a la industria de la vivisección en el más absoluto anonimato. No es de extrañar que, inmediatamente después de la acción, los medios de comunicación hayan tratado de ocultar la verdad sobre esta estructura, descrita como cría de animales de compañía. Desafortunadamente para Bettinardi, tenemos toda la información necesaria para, por fin, dar a conocer sus vínculos con la industria de la experimentación animal.
Bettinardi cría conejos (principalmente “New Zealand white”) y cobayas de raza “Dunkin Hartley”, este tipo de animales se utiliza exclusivamente para la investigación. Encontramos información sobre un sinnúmero de crueles experimentos de “investigación básica” en varias universidades italianas y sabemos con certeza que este criadero abastece, de forma continua, a las universidades de Milán y Pavía.
Estamos al tanto de los experimentos en los que han matado cobayas criadas por Bettinardi exclusivamente para retirarles partes de músculos del estómago para, después, estimular eléctricamente en un intento de determinar si el fármaco “levosulpiride” tiene o no efecto procinético (es decir, si puede estimular la función motora intestinal).
Durante otros dos experimentos con un total de 40 conejos provenientes de ese criadero, se les ha abierto la caja torácica, se les ha introducido una cánula dentro mientras los animales seguían vivos y conscientes y les inyectaban una solución especial en los pulmones. Los animales, al final, fueron sacrificados para poder recoger muestras de fluidos de los pulmones, durante un estudio sobre el funcionamiento de este órgano.
En otros dos experimentos de hace tan sólo unos meses, 38 y 22 conejos, criados siempre en este lugar, fueron asesinados desangrándolos (lo que significa retirarles la caja torácica y los pulmones, como parte de una investigación sobre la lubricación del sistema respiratorio).
Estos son sólo algunos ejemplos de los experimentos que este criadero ha hecho posible mediante el suministro de animales a los laboratorios durante años.
Si bien una parte del movimiento, y la mayor parte de las personas, a menudo centran su atención en otros animales utilizados en las investigaciones (como perros o monos) las especies más pequeñas siguen siendo las más utilizadas en la vivisección. En Italia, se utiliza una media de 13.870 conejillos de indias cada año en los laboratorios, en comparación con los alrededor de 950 perros. La reacción cuando se habla de perros es mayor dado que las personas consiguen conectar más fácilmente con estos animales o, simplemente, porque les resultan más familiares. Sin embargo, los individuos que sufren y mueren en las estructuras de investigación son muchos más y nuestra lucha tiene como objetivo la liberación de cada uno de ellos.
La vivisección, en un sistema capitalista globalizado, representa una de los sectores de la explotación animal más rentables para una de las industrias más potentes del mundo, la química farmacéutica. La fe ciega en el progreso científico y tecnológico, abogada por los investigadores y las multinacionales, es la expresión última de la mentalidad capitalista y antropocéntrica. Esta ideología que nos presentan como el camino imparable del ser humano hacia una supuesta mejora de nuestras condiciones de vida, se utiliza como justificación para la dominación sobre la naturaleza, la tortura y el asesinato de un número infinito de animales no humanos, así como de seres humanos utilizados como cobayas en los países económicamente pobres, en las cárceles o en hospitales psiquiátricos.
El criadero está compuesto por dos grandes cobertizos unidos en fila uno detrás de otro, formando una estructura dividida en varias secciones, algunas se usan para los conejos y otra para los conejillos de indias. Todos los conejos encerrados en este criadero están en jaulas estrechas y completamente vacías, donde no tienen posibilidad de ponerse de pie, darse la vuelta o hacer cualquier tipo movimiento. A la mayoría de los conejillos de indias los meten en cajas de madera en grupos bastante numerosos, mientras a un número menor de animales los mantienen en pequeñas jaulas de plástico en grupos de 3 a 5. En ninguno de los espacios donde los animales viven se pueden encontrar agujeros o lugares donde puedan encontrar cobijo, aunque para ellos se trata de una necesidad básica y el tener que estar siempre expuestos sea una fuente importante de estrés.
La casa de los propietarios, una gran casa de campo, está situada a pocos metros de los cobertizos. Alrededor de casas y campos entre los que caminamos en la oscuridad, para llegar a ellos. La hierba nos acariciaba las piernas mientras abríamos caminos no escritos en fila india. No se contemplaba la vía de escape de los animales, pero esa noche crearíamos una nueva puerta: las ventanas se convertirían en puertas, los campos, caminos hacia la libertad. Refrescaríamos nuestros sueños y los de los animales que aún no sabían lo que son.
¿Cuántos serán? ¿Conseguiremos llevarnos de allí a tantos? ¿Tendrán miedo?
También nosotrxs teníamos miedo, no somos héroes de sangre y corazón frío. Incertidumbres y errores están presentes, pero la rabia es demasiado grande, el odio es demasiado fuerte. Nada nos puede quitar el deseo de actuar hasta que quienes tengan miedo sean nuestros enemigos. Mientras nos acercábamos al criadero, pasó una estrella fugaz, en ese momento, solo un deseo: regresar a casa sanxs y salvxs, con un montón de caras a nuestro alrededor.
Unx se colocó para vigilar los movimientos de dentro de la casa y, durante la acción nos movimos, intentando hacer el menor ruido posible, mientras dentro de la casa, alguien apagaba y enciendía la luz, mirando una pantalla, sin darse cuenta de lo que sucedía a pocos metros. Cubriendo un poco el sonido de nuestros movimientos y los silbidos de los conejillos de indias, había un ventilador de la granja y, a veces, los ladridos del perro del dueño y el perro de los vecinos e, incluso, el paso de un tren a lo lejos.
Quitamos la mosquitera que cubría una ventana abierta de la parte trasera de la nave, en el lado contrario del de la casa, que habíamos identificado durante la preparación de la acción. La ventana se encuentra a más de 2 metros de altura, así que apoyamos unas escaleras contra la pared, una por dentro y la otra por fuera de la habitación donde estaban prisioneros cientos de conejillos de indias. Entramos, nos adaptamos rápido y, de inmediato, comenzamos a llenar los contenedores que utilizamos para transportar a los animales.
Antes de la noche de la acción, nuestro grupo había discutido ampliamente sobre la opción de liberar también a los conejos, pero por motivos prácticos, tuvimos que tomar una decisión extremadamente difícil. De hecho, debido a la pequeñas dimensiones de la ventana por la que sacamos a los animales y de las condiciones bastante delicadas con las que se llevaba a cabo la acción, optamos por llevarnos el mayor número posible de individuos y, por razones obvias de tiempo, espacio y peso, esto significaba centrarse en los conejillos de indias, consiguiendo finalmente vaciar casi toda la nave.
Sentimos muchísimo no haber podido liberar a todos los animales. Los que nos llevamos con nosotrxs ahora viven en lugares acogedores con los cuidados necesarios y con todo el tiempo para olvidar el criadero y no conocer nunca las manos frías de los vivisectores.
Antes de irnos, dejamos un mensaje a Bettinardi con una pintada en la pared interior de la nave casi vacía «Su pesadilla ha terminado, la tuya acaba de empezar», firmado FLA con una A circulada. Y, entonces, salimos antes de que amanaciera, pero poco a poco, 407 cobayas ¡pesan!
Una vez segurxs, nos miramos, éramos casi más de mil ojos y no nos cabe duda: el FLA volvió a ganar.
Esta liberación, como cualquier otra acción directa, abre brechas de libertad de las que el sistema no puede recuperarse, yendo directamente al objetivo.
La acción directa es una herramienta eficaz, pero no sola; la reivindicamos políticamente, ya que contiene en sí misma nuestra crítica a la explotación y el deseo de contraatacar.
Sabotajes, ataques y liberaciones se salen fuera de la triste lógica del activismo «políticante» y legalista, nos muestran las potencialidades subversivas de nuestros sueños y de qué podemos hacer si entramos en juego en primera persona.
Fuerza y solidaridad a lxs que, en la lucha por la liberación animal y de la tierra, han tenido que hacer frente a la represión del Estado y han seguido resistiendo.
Esta liberación está dedicada a vosotrxs y a lxs que, con la complicidad de la luna negra, conspiran y se mueven sigilosamente para destruir con rabia la tranquilidad de los explotadores y abrir, con amor, las jaulas.
Frente de Liberación Animal
PD: Con el reciente aumento de personas interesadas en la “cuestión animal” hemos asistido en Italia al crecimiento de algunos fenómenos preocupantes de los que, desgraciadamente, nos vemos que tenemos que discutir en este espacio. En primer lugar, queremos expresar nuestro rechazo a los intentos, por parte de grupos y/o individuos de extrema derecha, de apropiarse y hacerse portavoces de la “causa animalista”, en Italia y el mundo entero. Los fascistas han intentado, muchas veces, recuperar y utilizar a su favor diferentes luchas sociales o de liberación, desnaturizándolas y vaciándolas de contenido, con el fin de renovar sus filas y buscar consensos en ambientes históricamente opuestos a sus ideales basados en el autoritarismo y el odio al diferente.
Está en todas las personas que tienen en el corazón la lucha por la liberación animal el oponerse a cualquier tipo de fascismo con sus propias palabras pero, sobre todo, con sus propias acciones y con determinación. Sentimos solo odio y asco por ministras zoófilas*, nazis camuflados de black block y los que utilizan el acrónimo FLA ignorando su historia y raíces antifascistas.
PD2 : Otro problema es la presencia de numerosas páginas web o perfiles en redes sociales que mistifican los contenidos de la lucha por la liberación animal y la teoría sobre la base de la acción directa a través de una grotesca representación del FLA como un “comando de héroes enmascarados”. Principalmente, dos de estos espacios han llamado nuestra atención: la web fronteliberazioneanimale.weebly.com y su perfil “ALF- Fronte Liberazione Animale Italia”.
Estas personas han llegado al punto de pedir públicamente dinero para hipotéticas campañas de apoyo a lxs prisionerxs, pero nada ha llegado a las personas en prisión. Su “oficina de prensa” no existe y tocaron fondo cuando se difundió información de un prisionero que nunca ha existido con el único propósito de recibir más donaciones. Para nosotrxs, sois nuestrxs enemigos: no sois diferentes de infames y explotadores de animales y merecéis el mismo trato. No publiquéis o difundáis este comunicado – vosotros no formáis parte de esta lucha.
* Michela Vittoria Brambilla: exministra que, en 2010, creó un movimiento que condena el maltrato animal, busca la abolición de la vivisección, de la caza, de los circos con animales, etc.