Una semana después de la manifestación del 1 de noviembre, que había acabado ya en enfrentamientos con la policía, se convocó otra manifestación a nivel nacional contra la violencia policial en Tolosa, la ciudad más grande cerca del Testet, donde la noche del 25 al 26 de octubre fue asesinado por la madera Rémi Fraisse, en el medio de enfrentamientos.
Este 8 de noviembre las autoridades de la ciudad decidieron prohibir la manifestación, mientras que las organizaciones y partidos ecologistas y de la izquierda llamaron a que la gente no participase. A pesar de esto, más de mil personas nos reunimos en la plaza Jean Jaurès, completamente rodeadxs por centenares de maderos. Los izquierdistas de NPA (Nuevo Partido Anticapitalista) acabaron por negociar un nuevo «parkour» de algunos cientos de metros en la avenida Jean-Jaurès. A pesar de los abucheos de la multitud, todo el mundo acabó por seguir por esta dirección, para ver si era posible salir del cerco de la policía. Poco después, los maderos cortaron completamente el camino y nos quedamos todxs acordonadxs en la avenida. Los payasos con sus payasadas, los pacifistas a indignarse, otras personas a encapucharse, y los de NPA intentando negociar su salida.
Todo se mantuvo tranquilo durante unos momentos. Luego los maderos comenzaron a inundar el lugar con gases lacrimógenos. Todo el mundo comenzó a correr en cuanto comenzaban a volar las primeras piedras y se intentaba montar algo de barricada. El lanzamiento de gases lacrimógenos y de piedras duró unos veinte minutos y la manifestación se cortó más o menos en dos partes, la mitad quedó atrapada por los antidisturbios que continuaban lanzando gases. Algunas molotov fueron lanzadas en respuesta y un coche se prendió fuego (al parecer por una granada lacrimógena). La gente intentaba ver como podría salir de allí.
Al poco, lo que quedaba de la manifestación fue de nuevo cortado en dos. Una de las partes fue repelida a las calles alrededor de la plaza Belfort mediante el extenso uso de gases, todo el mundo corría sin poder ver, ni respirar. Una vez que salió de la nube de gases, esta parte de la mani (principalmente compuesta de pacifistas que gritaban «paz, respeto, amor») se dispersó.
La otra mitad de la mani, mucho más encubierta, se reunió al lado de la estación de metro de Jeanne d’Arc y volvió a descender las calles hacia la plaza Esquirol y el Palacio de Justicia, levantando barricadas en el camino y reventando bancos, sin que la policía se lo esperase. A pesar del cerco policial, lxs manifestantes consiguieron tomar las calles del centro de la ciudad. Hacer frente a la policía ha permitido que la gente lograse salir del cerco para llevar la manifestación a más sitios. Después de algunas escaramuzas la gente se dispersó aun más.
La manifestación se llevó a cabo relativamente bien, a pesar de las condiciones adversas, y todas las prácticas han coexistido más o menos sin muchas disociaciones (a parte de los de NPA, pero pasamos). Después de finalizar la mani se realizó una concentración frente a la comisaría, en solidaridad con lxs detenidxs del día.*
Otra manifestación contra la violencia policial se ha convocado para el 22 de noviembre en Tolosa. Es importante lograr mantener un nivel alto de conflicto en las movilizaciones y en las calles, para que las prácticas ofensivas se experimenten y se realicen en conjunto, evitando caer otra vez en las divisiones entre manifestantes «buenos» y «malos». Aquí todo el mundo se manifiesta junto. Más o menos de manera ofensiva, pero juntxs y de manera autónoma. Y es eso lo que debemos llevar adelante, buscando evitar la clásica separación que conduce a la gente más «tranquila» hacia la recuperación por los partidos y organizaciones de la extrema izquierda clásica, y a la gente menos «tranquila» hacia las prácticas más especializadas y más secretas de la acción directa. Estas tendencias se mantienen juntas gracias a las manifestaciones, por su capacidad de conservar fuerza de modo público. Si tenemos que dividirnos un día, lo decidiremos nosotrxs, con plena conciencia de los motivos.
No tiene que ver más con el dique, sino con nuestra vida entera.
Luchar contra el capitalismo y sus mega-proyectos significa llevar la lucha en la calle, en la mente, en el corazón, de noche y de día, contra todas las formas de dominación y explotación, cada unx con los medios que tiene a mano.
¡Solidaridad con lxs arrestadxs!
Muerte al estado, y viva la anarquía.
*De lxs 20 manifestantes represaliadxs, hay dos que fueron encarcelados: uno condenado a 4 meses, y otro puesto en prisión preventiva a espera de juicio el 15 de diciembre. Además hay varixs con juicios pendientes.