Nuestro juicio, el juicio de Lucha Revolucionaria que empezó el 5 de octubre, es una tribuna política de defensa de nuestra organización y su acción, es una tribuna política de defensa de la lucha armada como parte integral de la lucha para el derrocamiento del capitalismo y el Estado, la lucha por la Revolución Social.
En este sentido, nuestra estrategia en el juicio es atacar con argumentos políticos el existente régimen criminal, económico, social y político, no aceptar el papel de acusadx sino, al contrario, ser nosotrxs quienes acusamos todo lo que representa y para qué sirve este juicio.
El 5 de octubre, cuando nos presentamos por primera vez frente al tribunal y estando aún encarceladxs, la compañera Pola Roupa hizo una declaración política, de nuestra parte, a lxs periodistas a las puertas del juzgado especial de la cárcel de Koridallos. En esta declaración decíamos que, en este juicio, no se juzga la Lucha Revolucionaria sino a nuestros perseguidores, el mismo régimen criminal que nos encarceló. El 24 de octubre, durante la segunda sesión del juicio y tras el acto de lectura de acusación, nos posicionamos frente a las acusaciones cuando lxs jueces nos pidieron a hacerlo y realizamos declaraciones políticas. Afirmamos que este juicio es un juicio político, que este tribunal es un tribunal “especial”, que se ha formado mediante leyes antiterroristas “especiales” en base a las que se juzga a los enemigos políticos del régimen del Capital y del Estado. Dijimos que este tribunal es criminal y sirve a un régimen criminal, que explota y oprime al pueblo. En el banquillo de lxs acusadxs, deben sentarse y hacer apología los ejecutivos del Poder político, los miembros del gobierno, el primer ministro, los ministros y diputados, los miembros del gobierno anterior, los miembros de la élite económica, los empresarios, los capitalistas, los ejecutivos de los organismos financieros supranacionales, como el FMI (Fondo Monetario Internacional), el BCE (Banco Central Europeo) o la Comisión Europea, los cuales han impuesto, al pueblo, la dictadura de la élite económica supranacional, así como todos los que protegen este régimen criminal: la policía y otras fuerzas represivas del Estado.
En las siguientes sesiones del juicio, los días 1 y 9 de noviembre, presentamos objeciones respecto a la vaguedad del decreto, la degradación de la publicidad del juicio debido a la limitación de su cobertura mediática por ley, la exigencia de transferir el juicio desde la cárcel a un juzgado corriente en el Tribunal de Apelación de Atenas, la incompetencia de este juzgado “especial” para juzgar actos y acciones con motivos políticos y contenido político ya que, según la Constitución griega, los “delitos” políticos deben ser juzgados en tribunales de juicio mixto (compuesto por un jurado de jueces y ciudadanos).
Y, aunque se esperaba que estas objeciones fueran rechazadas por parte del tribunal, para nosotrxs era una buena oportunidad de hacer declaraciones políticas, destacar el carácter y la acción política de la organización, los motivos políticos de sus acciones, la hipocresía del estado y del régimen… ya que detrás de las vagas acusaciones según las que se nos acusa sin pruebas reales y se espera que nos condenen por todas las acciones de la organización en base a la doctrina de la “responsabilidad colectiva” y en base a la afirmación arbitraria de la acusación de que hay una estructura jerárquica en la organización. Además, tras la falta de cobertura de prensa y el hecho de que nos están juzgando como “criminales” bajo el código penal, se esconden motivos políticos por parte del estado, cuyo objetivo es presentar a lxs luchadorxs revolucionarixs y, sobre todo, a lxs miembros de las organizaciones revolucionarias armadas como criminales, despolitizar su acción y juzgarlxs dentro de las cárceles, en un ambiente asfixiante de seguridad que perjudica el carácter público del juicio.
Más tarde, en las siguientes sesiones del 14 y 21 de noviembre se solicitó la exclusión del testigo principal de la acusación, el jefe del departamento policial de “terrorismo interno” del servicio antiterrorista, puesto que, según la ley, no puede testificar nadie que haya ejercido cargos durante la investigación preliminar, tal y como ha acontecido con este testigo. Esta demanda fue una oportunidad para destacar la hipocresía de los métodos represivos del estado, dado que el conjunto de las acusaciones se basa, principalmente, en un solo testigo policial –como lo es este en particular, que fue también el organizador de toda la operación policial que se ha montado contra nosotrxs–, y a las especulaciones y evaluaciones de su testimonio.
El hecho de que este juicio se basa principalmente en un testigo policial, ausente en la mayoría de los incidentes que presenta, es nuevo en la realidad griega dado que, de toda la investigación policial que se llevó a cabo contra nosotrxs, no se ha llamado a dar testimonio a nadie que hubiera participado personalmente en las investigaciones y que cite alguna prueba en nuestra contra relacionada con las acciones de la organización, como lo es también el hecho de que ni unx de lxs 87 testigxs en total que el fiscal ha llamado a testificar (policías, responsables de seguridad, víctimas de la organización como algunos policías, civiles que hayan sido testigxs oculares…), ofrezca algúna prueba contra nosotrxs. Nuestra futura condena se va a basar en la doctrina de la “responsabilidad colectiva”, en el hecho de que asumamos la responsabilidad política de pertenecer a la organización – hecho por lo cual nos cargaron, arbitrariamente, la acusación suplementaria de “dirección” de la organización, de modo que podrán condenarnos por todas las acciones de la organización, no en base a pruebas que evidencian la participación física en estas acciones, sino a la ley de ”complicidad moral”, es decir que “ordenamos” la realización de las acciones de la organización. Estos métodos represivos son el resultado de las legislaciones antiterroristas votadas durante los últimos 10 años y la nueva política represiva, introducida después de la declaración de “guerra contra el terrorismo”. Así, y aunque se esperaba que se rechazara también esta objeción, tal y como sucedió, era una oportunidad para hacer intervenciones y posicionamientos políticos contra los métodos represivos del Estado.
En cuanto a nuestra postura frente las acusaciones, a parte de las posiciones políticas que tomamos y nuestras intervenciones, esta no se centra en reclamar trato especial alguno por parte del tribunal en relación con las condenas, a pesar de la ausencia total de pruebas que evidencien legalmente las inminentes condenas de las acciones de la organización, sino de demostrar que este tribunal es una herramienta política del sistema, que se encarga de llevar a cabo un procedimiento montado que predetermina nuestras condenas de muchos años de prisión por razones políticas solamente.
Una innovación más que habrá en este juicio serán las condenas en base al ADN como prueba principal de culpabilidad, aunque ningunx de lxs acusadxs aceptó aportar muestras, con el resultado de que tienen solamente las muestras de investigaciones en casas, que se atribuyen indirectamente a lxs acusadxs. Nada igual ha pasado nunca a Grecia.
Toda la estrategia de nuestra presencia en el juicio tiene como objetivo apalear a cara descubierta la naturaleza criminal del Capitalismo, de la economía de mercado y del Estado, convertir a nuestros perseguidores en acusados, destacar lo justa que es la lucha armada, la subversión y la Revolución Social. Y continuaremos haciéndolo durante todo el proceso, interrumpiendo las declaraciones de lxs testigxs que ha llamado el fiscal en nuestra contra, tales como policías, el ex ministro de Orden Público, que ha sido blanco de nuestra organización, y otros.
Y, en esto, consideramos que contribuirán las declaraciones de lxs testigxs políticxs de la defensa, compañerxs a lxs que hemos convocado mediante la llamada internacional de solidaridad que hemos hecho para nuestro juicio, sea que hayan sido miembros de organizaciones revolucionarias armadas o compañerxs comprometidxs en otras formas de lucha, pero siempre en la misma dirección, la de la subversión y la Revolución Social.
Lxs miembros de la Lucha Revolucionaria,
Pola Roupa, Kostas Gournas, Nikos Maziotis
fuente: athens.indymedia.org
La traducción en ingles será publicada en actforfreedomnow.