En tiempos prehistóricos, nuestrxs antepasadxs vivían en cuevas, y pintaban coloridos dibujos en sus paredes o los excavaban en las rocas. Más tarde, en Egipto, lxs esclavxs, obligadxs a construir las pirámides, acostumbraban a rascar en los bloques de piedra caricaturas de lxs faraonxs, u otrxs mandatarixs despreciadxs. En la antigua Grecia, los templos serían tallados con mensajes de todo tipo por lxs visitantes. También las calles de Pompeya estuvieron llenas de graffiti.
El graffiti no es algo de nuestra invención. Es un tipo de expresión humana, y las ganas de marcar y pintar nuestro entorno, de dejar señales de nuestra existencia tras nosotrxs. ¿Quién de entre toda esa «gente anti-graffiti, decente y civilizada» se ha atrevido alguna vez a acusar de criminales a nuestrxs ancestrxs por hacer lo mismo?, ningunx de ellxs.
Hasta que el primer ser humano codicioso y sediento de poder inventó algo llamado: propiedad y leyes para esclavizar a sus semejantes. Hasta aquel momento, el mundo solía pertenecerse a sí mismo y cualquier persona podía moverse, asentarse y diseñar los lugares libremente.
Hoy en día, nuestrxs antepasadxs pintorxs y excavadorxs serían perseguidxs por las autoridades del Estado y difamadxs como vándalxs y criminales. Unidades de la policía especial les cazarían, jueces en tribunales estarían demasiado ocupadxs para condenarlxs. Las empresas antigraffiti serían contratadas para borrar todo signo de sus expresiones. Por lo que las llamadas «iniciativas ciudadanas», políticxs y auto-proclamadxs «dueñxs de la propiedad» les condenarían públicamente como vándalxs, etcétera.
Esta es la auténtica «condición humana» a la que nos enfrentamos. La cuestión no es si es legal, según las leyes del Estado, pintar y escribir en nuestro entorno, sino que es un impulso humano inherente, que les encantaría hacernos creer que se trata de una especie de cáncer que debe ser erradicado de la sociedad.
Pero la creación de cosas, sea en público o en privado, sea pintando, escribiendo, construyendo etcétera, es casi tan necesaria para nuestro bienestar como comer. Es nuestro alimento espiritual. Particularmente, en las metrópolis urbanas, con una arquitectura que no ha sido pensada para beneficiar a la mayoría de sus residentes, donde masas de gente (entre ellxs incontables niñxs y adolescentes) son obligadxs a vivir en «cajas fuertes para trabajadorxs», en un entorno sin vida y rodeadxs de espacios estériles hechos de cemento, privadxs de la naturaleza y de cualquier medio para escapar. Especialmente allí, el graffiti expresa la vida y estimula nuestros sentidos apagados.
¡ABAJO LAS LEYES QUE NOS ESCLAVIZAN!
POR LA LIBERTAD DE EXPRESARTE
¡EL GRAFFITI NO ES UN CRIMEN!
¡Libertad para OZ, N. y M. y para todxs lxs perseguidxs por convertir grises y feos espacios urbanos en lugares llenos de vida y color!
OZ es un hombre de 61 años de Hamburgo (Alemania), al que ya han condenado con un total de 8 años de prisión por sus graffitis y ha sido brutalmente apaleado por guardas de seguridad privada varias veces. Sus caritas sonrientes, sus loops y, también, sus consignas políticas se pueden encontrar en casi todas partes en Hamburgo, aunque también están presentes en otras ciudades de Europa. Después de que la fiscalía apelara contra la sentencia interlocutora que lo sentenció a una pena de 1500€, ahora se le amenaza con una sentencia de prisión de hasta dos años.
N. y M. están acusadxs de «daños a la propiedad con graffiti en más de 20 casos», además, están bajo sospecha de «acceder a plataformas de caza y cubrirlas de calumnias». Las «pruebas» del Estado son su estilo de vida vegano, una O cruzada en vez de Ö, que unx de ellxs usa de forma personal y que estaba en el graffiti, así como el signo anarquista en forma de corazón que, según los investigadores, es una «firma única en el mundo del graffiti». La intención de procesarlxs queda clara en los registros domiciliarios, que no facilitaron ninguna prueba, a menos que consideres las «pruebas» anteriormente mencionada como tal. La fecha del juicio se estableció para el lunes 21 de mayo de 2012 a las 09:00 (GMT+1), en el juzgado de Kempten (Alemania), sala 170.
Llamamiento a acciones de solidaridad por N. y M.
«¡Os necesitamos a todxs! ¡Sé creativx, hazte creativx!
Realiza acciones de solidaridad en tu ciudad y apoya nuestra campaña por lxs acusadxs N. y M. ¡de Kempten! Pega carteles, distribuye panfletos, murales, plantillas, pancartas y demás.
¡Nos interesa lo que te gusta! Envíanos fotos de tus acciones o lo que reconozca como acción de apoyo y publicaremos tu señal de solidaridad práctica en nuestra página web.
Sußbauer (agente de la llamada «oficina de protección del Estado) piensa que solo lxs acusadxs pueden pintar anarco corazones y Ö con barras. ¡Demostrémosle que no es así!»