[Nota de Negasi:] Desde 2009, la resistencia popular en contra de la destrucción de la zona litoral de Manado en la provincia de Célebes Septentrional, en Indonesia, se ha intensificado. En la primera línea de las acciones por la defensa del territorio y el cese de las obras que apuntan a convertir la zona en una franja de centros comerciales y lugares de entretenimiento están las comunidades de pescadorxs tradicionales. Después de las acciones de lxs pescadorxs de Sario Tumpaan y gente de la playa de Kalasey, ahora son lxs pescadorxs de Malalayang II quienes muestran una postura de resistencia.Cerca de las 8:00 de la mañana del 4 de mayo, lxs pescadorxs recibieron la información de que se estaban trasladando montículos de tierra de la propiedad de un doctor llamado Awalui hacia el litoral, obviamente, para usarlos en las obras de construcción en el mar. Lxs pescadorxs que se concentraron en el lugar se dieron cuenta de que fuerzas policiales de la comisaría Malalayang, junto a matones contratados, se habían estacionado allí para vigilar las obras.
Sobre las 11:00 de la mañana, se lanzó un llamado de solidaridad para que se acercase más gente involucrada ya en luchas similares.
Entre lxs que aparecieron había también varixs anarquistas.
En el lugar de la construcción, la gente vio unos bloques de piedra enormes que se habían amontonado justo en el litoral. Entonces, lxs pescadorxs de Malalayang, con lxs solidarixs, se dirigieron a parar el trabajo de traslado de tierra y, como los matones pagados se dieron cuenta de su inferioridad numérica, prefirieron mantener la distancia y dejar que fueran los maderos quienes se enfrentaran a las masas. La policía se ofreció a negociar, sin éxito, dado que la gente tenía solo una exigencia: el cese de las obras.
Alrededor de las 15:00, finalmente se detuvieron las obras. La maquinaria pesada y los camiones se fueron del lugar, pero lxs pescadorxs se quedaron para vigilar el área del litoral donde se habían llevado a cabo las obras. A las 17:00, lxs pescadorxs se dispersaron, pues estaban segurxs de que la maquinaria pesada y los camiones se habían ido de verdad. Con todo, el ambiente estaba tenso por la posibilidad de ataques por parte de los matones al servicio del propietario de la tierra.
Al día siguiente, 5 de mayo a las 11:00 de la mañana, unxs pescadorxs que estaban en el mar vieron, a lo lejos, que los camiones y la maquinaria pesada habían empezado de nuevo las obras. Otrxs pescadorxs fueron hasta allí para comprobarlo pero no intentaron bloquear las obras porque, esta vez, el trabajo se daba en un pedazo de tierra que pertenecía a otra persona y no tenían claro cuál era el objetivo de esas obras. Dicho trabajo continuó hasta la tarde.
Cuando cayó la noche y, mientras lxs pescadorxs estaban relajándose todxs juntxs, se informó de que las obras habían comenzado otra vez. Parece que el material montado antes, ese día, lo estaba preparando, en la realidad, para usarlo en las obras de «recuperación» de la zona por la noche.
Cerca de las 20:00, lxs pescadorxs se reunieron y se dirigieron hacia el lugar de las obras y, cuando vieron que el material lo trasladaban de verdad al mar, exigieron el fin de las obras. Sintiendo que no les prestaban atencin, ya que no cesaban las obras, lxs pescadorxs optaron por atacar, usando las piedras que había en la playa. Su blanco era la maquinaria pesada que se usaba para llevar a cabo las obras.
Los maderos y los guardas pagados respondieron al ataque con su propia forma de terror, pero como lxs pescadorxs eran más en númerxs, la policía y los matones tuvieron que retroceder.
El trabajo paró alrededor de las 21:30, pero lxs pescadorxs no se fueron del lugar porque temían que las obras comenzarían de nuevo si no estaban presentes.
A las 23:30, un grupo de policías armados llegó al lugar y se llevó a un pescador al que acusaron de provocar y liderar el ataque anterior. Como respuesta a este arresto repentino, se difundió la noticia en busca de solidaridad.
Lxs perscadorxs de Malalayang, en compañía de lxs que habían llegado en solidaridad, se reunieron por fuera de la comisaría de policía de Malallayang, donde estaba detenido su amigo. Se demostró que el arresto fue ilegal y sin los documentos oficiales necesario. Arrestaron a otro pescador, acusado de provocador, durante la acción para rodear la comisaría de policía.
El 6 de mayo, como a la una de la mañana, iban llegando más y más personas y, por tanto, la tensión aumentaba dado que la gente estaba viendo cómo el grupo de matones contratados estaba sentado con la policía y estaban bebidos. Varios pescadores enfadados exigieron la liberación inmediata de sus dos amigos.
La situación empezó a calentarse cuando varios maderos se metieron en una trifulca verbal con lxs pescadorxs y lxs solidarixs. Un madero amenzó a un(a) manifestante con su arma antes de que la noticia de que las dos personas arrestadas serían puestas en libertad de un momento a otro, lo que calmó la situación.
Sobre las 3 de la mañana, los arrestados fueron puestos en libertad después de que la policía los interrogara mediante procesos ilegales. La gente que estaba por fuera dio por terminada la acción y se dispersó.
A las 09:30 de la mañana, se llevó a cabo una reunión coordinatoria, en la que participaron lxs pescadorxs de Malalayang y otros grupos de pescadorxs para hacer planes, analizar la situación y consolidar una mayor solidaridad en caso de que la policía o los matones decidieran llevar a cabo más agresiones.
¡Viva la lucha de la lxs pescadorxs tradicicionales
que resisten la recuperación costera!
¡Viva la acción directa y la solidaridad horizontal!
traducción desde la versión inglesa