El lunes, 31 de julio, iluminamos la primera semana de las Olimpiadas con un ataque a dos vehículos (y todo el material que contenían) pertenecientes a British Telecom (BT), un “patrocinador oficial olímpico”. Es una pequeña respuesta a la represión intensificada en Londres.
En Longwell Green, esta semana saboteamos un repetidor perteneciente a O2, la red de telefonía móvil [una empresa de telecomunicaciones fundada tras escindirse de BT]. Quemamos el repetidor pegándole fuego a los cables de la parte inferior.
Mientras miles de personas que pueden permitirse hacer crecer la economía son bienvenidas por el Estado para las Olimpiadas, O2 aprovecha la explotación de un público literalmente cautivo de migrantes “ilegales” a quienes se les obliga a usar teléfonos O2 con los precios abusivos de un programa piloto en el “Centro de Detención de Inmigrantes” (prisión) de Yarl’s Wood, dirigido por Serco. Las autoridades pueden monitorear las llamadas con facilidad, y la red se puede cerrar con mayor facilidad en caso de un disturbio o un castigo por quebrantar las normas. Actualmente, hay huelgas de hambre masivas en Alemania y Reino Unido (en Morton Hall, una antigua prisión abierta reservada ahora para “nacionales extranjeros”), estas huelgas de hambre son una expresión contra la detención, el control y el aislamiento.
Mientras O2 se beneficia de sus negocios en prisión también están promoviendo la invasión del mercado en la estructura de nuestras vidas sociales. “Giff Gaff” es una red de telefonía móvil propiedad de O2 y un invento de su director de estrategia de negocios. Su modelo de funcionamiento anima a lxs consumidorxs (o “miembros”) a participar en la gestión del servicio de atención al cliente, marketing y venta a cambio de exiguos incentivos y conforma su imagen comercial de “gestión horizontal”. Bajo este modelo, tus amigxs se convierten en objetivos de mercado y tus relaciones son degradadas a su valor como productos, acercándonos aun más a un mundo donde toda interacción humana consiste en comprar y vender.
O2 también suministra sistemas de radio y telefonía a la policía de Reino Unido a través de una red de repetidores TETRA. G4S (multinacional británica enfocada en sistemas de “seguridad”) también usa tarjetas sim O2 para gestionar sus sistemas de etiquetado electrónico.
BT presta sus servicios a las prisiones de Reino Unido (además de invertir millones en el tráfico de armas). A lxs presxs les cobran hasta 7 veces por encima de la tarifa media de llamada, pagando por el privilegio de que les espíen. En palabras de BT, “pagar por el nivel de inversión en curso en seguridad’. Ahora BT gestiona puntos de información computerizada en la alas de la prisión, “ayudando al/a la presx durante su estancia”. Incluso, hay oportunidades laborales subiendo información y haciendo estadísticas.
Tras las escenas de grandeza Olímpica, nuestra experiencia diaria es que la vida moderna se convierte cada vez más en una jaula. Gran Bretaña encarcela a más adultxs que cualquier otro país europeo y está en el tercer puesto a la hora de encarcelar gente joven, pero la medalla de oro es la de extender la gestión autoritaria de “dentro” a “fuera” con su cultura inducida de cobardía, conformidad y chivateo. La estructura de control social en desarrollo tiene muchos tentáculos y siguen en aumento mediante la tecnología, la psicología, la vigilancia, el control y la arquitectura. En pocas palabras, el mecanismo de la cárcel se difunde por todo el medio urbano. Esta sociedad es ya una prisión gigante para todxs excepto para unxs pocxs privilegiadxs y ya se entrena al/a la ciudadanx modernx para que sea el/la presx modelo.
Pero algunas celdas son aun más concretas que otras. En abril de este año Carla Verdugo e Iván Silva fueron arrestadxs en Santiago transportando un explosivo la noche antes de la audiencia preparatoria del juicio oral de su compañero Juan Aliste. Queremos continuar lo que ellxs empezaron. Ayer (6 de agosto), empezó en Chile la audiencia preparatoria de juicio oral del ‘caso Security’ contra Juan, Freddy y Marcello.
Fuerza a todxs lxs cautivxs rebeldes de los disturbios del verano pasado. Solidaridad con todxs aquellxs que resisten la máquina de deportación. No nos olvidamos de ningunx de esxs rehenes. La solidaridad es nuestra arma y podemos usarla.
Aprovechamos también para dar la bienvenida de vuelta a las calles a la prisionera del FLT en Suiza Silvia Guerini.
Los ataques a las estructuras de telecomunicaciones son una parte necesaria de la lucha multiforme hacia el colapso del capitalismo. Donde sociedad significa miseria, elegimos la rebelión. Fuego a las cárceles, las fronteras y los centros de detención.